1. ENFOQUE
U
Procesos de vida, procesos de paz
n beso rutinario se da en un momento. El de dos aman-
tes dura un rato largo. Ganó un concurso la pareja que
aguantó más sin respirar. Buena imagen para distinguir lo
JUAN MASIÁ, SJ
dedicaba a recitar plegarias, sino a reverenciar a todo el mundo,
pero los arrogantes se burlaban de él. Sin embargo, tan pronto
los veía venir de lejos, se dirigía a ellos y, sin hacer caso de sus
instantáneo y lo procesual. En bioética, decimos que nacer y mo- insultos, repetía: "No os menosprecio, todos lleváis dentro semi-
rir no son instantes, sino procesos; como digerir y metabolizar, llas de Buda". Ellos le injuriaban y apaleaban, pero él devolvía
amar, perdonar y vivir. Un beso, expresión de vida, dura tiempo, bien por mal con rostro amable, dispuesto a dialogar con
aunque a la pareja se le haga corto, en su deseo de eternizar el cualquiera. Pasó muchos años despreciado; pero, sin airarse ja-
presente. más, seguía diciendo: "Todos llegaréis a ser budas". Cuando le
También reconciliarse es proceso. La paz es tarea; no se cons- apedreaban, desde la distancia, seguía repitiendo: "No os
truye en un instante. Los "procesos de paz", como la biología y menosprecio".
la biografía, piden paciencia; no admiten dualismos de blanco o En su vejez, oyó una voz del cielo, su vida se prolongó indefi-
ne-gro y van creando algo nuevo a medida que avanzan, en vez nidamente como recompensa y siguió predicando la compasión
de desarrollar solamente lo previsto de antemano. universal. Al fin, quienes le habían maltratado reconocieron sus
Para lograr reacciones instantáneas, basta hacer click o decir errores y se adhirieron a la enseñanza de Buda.
"abracadabra". Pero los procesos exigen que los cuidemos muy Ante esta narración, redescubrimos el texto de san Pablo: "Ben-
lentamente. decid a quienes os persiguen... A nadie volváis mal por mal... Ven-
Para cuidar el proceso de morir, biológico y humano, hay que ced al mal con el bien" (Rom 12, 14-21).
asumir la muerte y acompañar a quien se acerca a ella, respetan- El padre de una víctima del atentado de Oklahoma, que llegó
do su derecho a recorrer con dig- a presidir la Asociación de
nidad ese proceso.
Cuidar el proceso de nacer es Cuidar el proceso de paz víctimas contra de la pena de
muerte, dice: "Me costó cam-
una actitud que abarca el biar. Quería vengarme. Lue-
proceso entero de la gesta-
ción. Hay que evitar dos ex- es caminar sin miedo go acepté dejar el juicio a los tribuna-
les. Más adelante, caí en la cuenta de
tremismos: el de quienes ha- que los padres del agresor habían ido
cen un ídolo del "primer instante" y
el de quienes permiten sin condicio- por un sendero difícil de pequeños a la misma igle-
sia conmigo. Yo perdí en el
nes cualquier manipulación. atentado a mi hija. Ellos pier-
Cuidar el proceso de que- den a su hijo, condenado a muerte. Los muer-
rerse conlleva ir más allá del con obstáculos tos no regresan. Mientras aspiremos a la ven-
enamoramiento instantáneo: ganza, no se curará nuestra
no se casan porque se quieran per- herida, ni se cortará la espi-
fectamente, sino porque eligen que- insospechados ral de violencia. Por eso cam-
rerse; durará toda una vida el proce- bié de postura. Pero ha sido
so de unirse. un proceso muy largo y costoso...".
Cuidar el proceso de paz es caminar sin miedo por un sende- En Japón, el movimiento para suprimir la pena de muerte fue
ro difícil con obstáculos insospechados. Exige salir de sí y ceder iniciado por los budistas, a los que se han sumado después pro-
mutuamente, aun teniendo razón; no dividir a las personas en testantes y católicos. En la oración interreligiosa, celebrada en la
víctimas y agresores, vencedores y vencidos, malos y buenos; no iglesia de san Ignacio, en Tokio, nos decía el monje Suzuki: "Si
hurgar en el pasado para dilucidar culpas; vivir de cara al futuro, ejecutan al agresor, le roban la posibilidad de convertirse. Hay
con la creatividad de la reconciliación y la esperanza. Es un pro- que darle tiempo para que descubra su naturaleza búdica, es de-
ceso de vencer al mal con el bien. cir, lo divino o lo mejor de sí mismo en su propio interior; enton-
Un político que reconoce no estar vinculado con ninguna per- ces, se percatará de que, cuando cometió el crimen, se traicionó
22 de julio de 2006
tenencia religiosa, decía: "Hay que estar dispuesto a dialogar has- a sí mismo. En un crimen hay, al menos, dos víctimas: el agredi-
ta con el diablo". Otro político, que se confiesa creyente, decía: do y el agresor. El agresor también es víctima de su propio cri-
"Hay que vencer en la guerra contra los asesinos y hacerles pa- men, porque al cometerlo traiciona lo mejor de sí mismo. Y to-
gar sus culpas". Las palabras del primero, a pesar de su profesión dos nosotros somos también agresores, si cedemos a la sed de
de secularidad, están más de acuerdo con el evangelio de Jesús venganza. La pacificación comienza por reconocer que todos so-
que las del segundo, a pesar de su confesionalidad. mos víctimas con las víctimas y todos tenemos parte de culpa en
También en el budismo se predica la misma lección. El 'bodi- el crimen de los agresores". VN
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satva' Sin Resentimiento, también llamado Quien Jamás Menos- Este budista coincidía con la parábola evangélica del trigo y la
precia, es un personaje simpático del Sutra del Loto. Le pusieron cizaña. Hoy, en los albores de un proceso de paz en nuestro
ese nombre porque reverenciaba a cuantas personas veía, di- país, todos estamos llamados a apoyarlo sin vencedores ni
ciendo: "Os respeto profundamente. Llegaréis a ser Budas". No se vencidos.