1. My fic Part 2

2. Eris sabía lo de mi armadura, así que me concedió el permiso de buscarla porque la necesitaría. Al llegar, no quería salir de allí, era como si me sintiera en mi hogar, pero no podía perder más tiempo. Me coloqué la armadura y cuando quise salir de la casa de escorpio, Shaka, Camus y Aioria me esperaban, aunque no decían nada. En sus rostros se veía el miedo, hasta que… Aioria: Mila… lleva esto contigo – me dio dos dracmas de oro Con sólo verlos me despedí de ellos. Sólo estaba a unos cuantos metros de ellos cuando… Shaka: Mila!... por favor, no vayas… olvídate de eso de querer la armadura de escorpio…

3. …pero interrumpí Yo: ¿que no ves que es mi destino?... ahora empiezo a entenderlo todo – luego de eso, seguí mi camino Camus me dijo que después de que me fui, ¡Shaka empezó a llorar! Pero ¿cómo iba a verlo si estaba concentrada en volver donde Eris? Al regresar… Eris: …hay un lugar perfecto para entrenar – y me ofreció una manzana… ¡Mmmm, Verde! Mi favorita, ¿cómo lo supo? Yo: gracias… y ¿Cuál es ese lugar? – le di un mordisco a la manzana Eris: el inframundo Aaaaaaaaaaaa!!!! ¿Por qué a miii!!!

4. Yo: y… ¿cómo se supone que llegaré allí? Es un lugar para los muertos – esa sonrisa irónica que tenia Eris no me gustó Eris: si, tú misma lo dijiste. Es un lugar… para muertos No quisiera recordar lo que sentí. Mi corazón quería explotar y no podía ni respirar. Fui mas tonta que blanca nieves Eris: tendrás tu entrenamiento y tu primera batalla en el inframundo. Si ganas, volverás a la vida. ¿Estás de acuerdo? ¿De a cuerdo? ¡Ya me había arrepentido, pero no podía hacer ni decir nada! Sólo recuerdo dos cosas, la voz de Aioria a lo lejos…

5. Aioria: ¡PLASMA RELÁMPAGO! – un ataque que Eris esquivó huyendo al inframundo … y cuando caí al suelo, tenía a Shaka al lado mío y sostuvo mi cabeza con una mano debajo de esta. Lo segundo que recuerdo, sus ojos azules llenos de lágrimas Otra cosa que me pedí, pero Aioria me lo contó todo Shaka: ¡NOOOOOO…., MILA, ¿POR QUÉ?!!!! Mi cuerpo se había hecho polvo. Aioria dice que Shaka, arrodillado en el suelo, había tomado parte de ese polvo y se lo había echado en la cabeza, se abrasaba él mismo y se mecía, que nunca lo habían visto actuar de tal manera

6. Camus: Shaka, a pesar de cómo te trataba, tu aún… Shaka: ¿Cómo esperas que te trate una chica a la que le juraste amor eterno pero que luego te diste cuenta que no podías cumplirlo y decidiste acabar con el sueño?... ahora que la volví a ver me di cuenta de que no pude olvidarla Aioria: no la des por vencida aún, Shaka. Milo está en ella, de seguro podrá salir vencedora Camus: sólo ten fe Shaka: ¿fe? La tuviera si ella lo que es una batalla, pero dejó de tener una vida normal desde ayer, ¿lo olvidan? Nosotros ya estuvimos allí y sabemos lo difícil que es salir del inframundo

7. Camus: …prefiero pensar que saldrá de ahí y regresará contigo que pensar que no regresará jamás – y los dejó solos Se hizo de noche y Shaka no quería irse de ahí. Por mucho que Aioria le insistió para que se fueran, no quiso irse con él Cuando desperté, me encontré a la entrada del inframundo. Así que me levanté y seguí mi camino hasta llegar a un pequeño muelle. No había ni un solo bote. Cuando quise irme, vi a un hombre en un bote acercarse… Aqueronte Aqueronte: Eris te espera Yo: ¿eh? , ¿Cómo sabe eso? Aqueronte: está del otro lado

8. Yo: ¡oh! Gracias por venir por mí – cuando quise subirme… Aqueronte: TODO AQUEL que quiere cruzar este rio no lo hace gratis No puedo que hasta para esto hay que pagar… las dracmas que me dio Aioria, me acordé de ellos y se los di. Así fue como me dejó subir… ¡ese interesado! En el recorrido… Aqueronte: …tu rostro es como los que van a los Elíseos Yo: ¿elíseos? – pero no me quiso decir nada mas Cuando llegamos a la otra orilla… Yo: ¡no está, Eris no está, me mentiste! Aqueronte: te dije que estaba del otro lado, no en que parte del inframundo… jajajajajajaja – y se fue alejando

9. Yo: pero ¿cómo la hallo? Aqueronte: ¡las keres! Yo: ¿las que? ¡Yo no quiero nada! Aqueronte: ¡las keres, las hermanas de Eris!... No le entendí, lo único que hice fue seguir derecho. En ese recorrido sentí que habían dos aves volando sobre mí… es descabellado, ¿aves en el inframundo? Luego me di cuenta de que no eran aves ordinarias, al ver que descendían ¡eran horribles! Cuando quise huir corriendo, una de ellas se puso en frente de mí y la otra detrás, eran de mi estatura, eran…

10. K1: ¿buscas a nuestra hermana Eris? …¡Dios!! ¿Esas cosas son hermanas de Eris? Yo: se supone que seré entrenada por ella en algún lugar del inframundo Ambas se burlaban de mi K2: ¡TONTA! Tu entrenamiento empieza desde ahora K1: durante el recorrido te enfrentarás a varios espectros K2: allí es donde demostrarás tu fuerza, así que prepárate sicológicamente… Una interrumpió a la otra K1: ¡Espera!... – y refiriéndose a mi – tu eres como los que van a los Elíseos Yo: eso mismo me dijo Aqueronte – en sus rostros se veía en desprecio hacia mí K2: iremos volando, tú sólo camina, síguenos el vuelo

11. Así fue todo el recorrido, tal como dijeron, enfrentamientos con espectros… estaba muy cansada, no quería seguir peleando. Por ese momento mis plegarias fueron escuchadas. Hubo un momento en que todo el recorrido fue tranquilo, hasta cierto punto del inframundo… K2: ¡oye tú! … tienes el cabello muy bonito – me lo decía en una manera que no generaba confianza – ¿con qué te lo cuidas, eh? Yo: ¡un momento! No le hagan nada a mi cabello Se burlaban de mí, se reían K1: nosotras no… ¡ELLOS!

12. Cuando vi enfrente de mí… ZOMBIES, estaban quietos, hasta que de repente salieron más de la tierra debajo de mí y me tenían sostenida de las piernas y los demás se acercaron a mí y me agarraban de los brazos, de la cintura, ¡mi cabello! Creí que me despedazarían. Las keres disfrutaban de lo sucedido. Justo en ese momento saqué fuerzas de donde no las tenía y aumenté mi cosmos al máximo, en un instante, que surgió con gran potencia que exterminó a los zombies que me lastimaban. Así librarme de ellos y atacar a los demás, pero cuanto más acababa con ellos, más salían. Y habían otros que lanzaban rocas. Me enfurecí tanto que los derribé con las mismas rocas haciéndolas pedazos y a las montañas que estaban de lado a lado…

13. Yo: ¡AGUJA ESCARLATA! …las keres tuvieron miedo. Luego oímos una voz Eris: ¡keres, ¿Qué se supone que hacen?, tráiganla ya! Ahí me di cuenta de que eso último era plan de ellas. Después de eso no hubo ninguna intervención, pero si imágenes horribles, personas que aún muertas, sufren. Deseaba que fuese un sueño. El lugar más frio, pero del cual no me quería ir, allí estaba Eris, en cocytos Eris: bienvenida, Mila Yo: ¡me asesinaste, ¿Por qué?! Eris: no tienes el octavo sentido como los santos de bronce, querida – ella estaba tan tranquila

14. Yo: con razón Seiya y los demás chicos te odian Eris: ah tranquila. Después me lo agradecerás. Más bien, prepárate Yo: ¿eh? Eris: ahí viene tu contrincante Al ver hacia atrás, descubrí por qué las noches son tan bonitas; una mujer en su carro de guerra tirado por caballos negros por el cielo descendiendo hacia nosotras y ella tenía un manto que parecía cubierto de estrellas. Cuando bajó de su carro… Yo: la diosa Nyx Nyx: oh, me conoces Yo estaba admirada Yo: es fácil reconocerte

15. Nyx: pero ahora descubrirás que no todas las noches son hermosas – allí se acabó el encanto - ¡En guardia, Mila, hermana del santo de oro de escorpio, Milo! Eso me tomó por sorpresa y miré a Eris y vi que se separaba de nosotras. Se puso bastante lejos a observarnos. Nyx se quitó el manto revelando su traje de guerra que llevaba puesto. La primera vez que tengo una batalla real desde que entré al inframundo, así que parecía una muñeca de trapo siendo golpeada Nyx: ¡¿Qué pasa?, DEFIÉNDETE! Era lo único que podía hacer, estar en posición de defensa, no atacaba; hasta que quise por fin atacar y entre puños y patadas la lancé al suelo

16. Nyx: ¡¿Cómo es posible que una simple humana me haya derribado… a mí… que soy una diosa?! Y se devolvió hacia mí. Pero ya me había dado cuenta de que yo podía pelear, así que ahora estábamos casi al mismo nivel aunque volvía a derribarla en más de una ocasión. Hasta que la hice enfadar Nyx: ¡esto es demasiado… yo, Nyx, diosa de la noche, te demostraré que es un error desafiar a un dios! De repente empezó a acumular energía y a lanzarme todo su poder. Caí lejos, casi inmóvil. Tantos cuerpos enterrados asomadas a mí alrededor. Mi cara estaba al lado de una de esas, la razón por la cual no quería salir de ahí…

17. Yo: ¡MILO! – eso me dejó estupefacta. Me dio un ataque de nervio, quería sacarlo de ahí, mis uñas se partieron tratando de desenterrarlo del hielo y luego abrasé su cabeza… y con mis ojos cerrados empecé a llorar… *: Mila… ¡Mila!... levántate… tenemos que seguir peleando Otra vez mi hermano me hablaba Yo: estoy muy cansada Milo: no, Mila, no quiero que te des por vencida… te necesito – en ese momento, no sentí el hielo, sentí su cuerpo a mi lado, sentí que me abrasó – Mila… aún no es tu hora de acompañarme en este lugar, así que no lo desees… Mila, ahí viene

18. Yo: déjala que acabe conmigo Milo: la aguja, úsala… ¡Mila, abre los ojos ya! Abrí los ojos y estaba en el hielo aún abrasando la cabeza asomada de mi hermano Nyx: ¡Oh!, que cuadro tan conmovedor… ¡si así lo deseas al lado del santo de oro será tu tumba! Allí mi cuerpo reaccionó y cuatro agujas escarlata le inserté en su cuerpo, haciéndola caer de rodillas… pero no había sido yo Yo: ¡mientras mi hermana viva, yo seguiré vivo! – y ahí otras, seis agujas mas - ¿no se supone que eres una diosa, un ser supremo? _ Nyx logró ponerse en pié pero no dejó que volviera a atacar; así que recibió otras cuatro agujas mas. Nyx ya en el suelo…

19. Nyx: ahora sé por qué… decidiste sa-cri-fi-carte p-por tu hermana Cuando quiso darle el último golpe, Eris nos detuvo con su cetro. Allí fui yo de nuevo Eris: es suficiente… ahora regresa Yo: ¿eh? Eris: ¡regresa! – y con un poder me hizo salir del inframundo. Esa Eris de verdad que es mala. Nyx: ¿por q-qué me hi-ciste e-esto? Eris: jajajajajajaja… ¡aaaaadioooooos!!!!

20. Mi cuerpo entero y en buen estado regresó al templo de Eris y volví a la vida. No vi otra cosa sino a Shaka a mi lado… llorando de felicidad Shaka: ¡MILA, lo lograste! – y me abrasó. Es de lo último que recuerdo hasta cuando estaba en el templo de Athena, lo demás me lo contaron los muchachos Eris: ahora ya puedes quitarle la venda de los ojos a Athena, Milo Shaka: ¿Milo? Yo: si, ¿Quién crees quién soy? ¿La Venus? – hasta la voz era la de él; dirigiéndose a Eris – cumpliste tu palabra. Nunca creí que diría esto pero… gracias por ayudar a mi hermana Eris: ahora es tu turno de ayudarla

21. Milo lo hiso todo, me lo dijeron. Llegó a la casa de escorpio y se cambió de ropa. Prácticamente, debajo de la ropa tenia cosas que disimulaban mi cuerpo de mujer. Y fue a presentarse donde Athena. Los muchachos se quedaron afuera y Milo me hiso escuchar y ver Athena: ¡¿quien anda ahí?! Milo: he venido por lo que me pertenece – y con las agujas hizo orificios a las cortinas, hasta elevó su cosmos Athena: ese cosmos es de… Milo: ¡así es!... dije que te serviría hasta mi muerte, pero resulta que aún hay una parte de mi que aún vive. Dicha parte es quien iba a servirte, pero al igual que tú hiciste, fue subestimada por su género

22. Athena: ese cosmos es de Milo… pero hay otro cosmos más fuerte que el de él, digno de un santo dorado Milo: mientras esa persona viva, yo viviré De repente, frente a nosotros, la armadura de escorpio en su caja dorada, apareció Athena: definitivamente, sea quien sea la otra persona, ustedes son santos dorados de escorpio Al salir de allí, era yo otra vez. Los muchachos se sorprendieron y se alegraron al verme con la armadura de escorpio puesta Aioria: conseguiste tu objetivo, amiga Yo: no lo hice sola, al fin y al cabo Camus: …al final… la armadura está con su auténtico dueño

23. Shaka: ¿Qué dices? Camus dirigiéndose a mí: el maestro de Milo sabía que tú serias mejor santa de oro de escorpio que Milo, aunque los demás te ignoraban; pero Milo quiso que tuvieras una vida normal, e hizo todo lo posible por ser él quien tendría tu lugar Aioria: por eso volvió, para entregarte lo que por regla es tuyo

24. Shaka estaba feliz de verme, eso se notaba fácilmente. Se acercó a mí y me quitó esa cosa de la cabeza, de la que aún no logro acostumbrarme a llevarla puesta; me la dio en mis manos y después puso sus manos en mis mejillas… no puedo negar que estuve nerviosa. Aioria y Camus, este último del que estoy completamente admirada que haya cambiado, nos dejaron solos, sabían lo que pasaría. Eso fue lo que ocurrió en mi objetivo de obtener la armadura de escorpio. Ahora, con todo el honor que se merece y recordando que un día la llevaba mi hermano, la llevo puesta. Ahora no puedo seguir escribiendo… Shaka espera de su pregunta una respuesta de mi parte…