Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdf
Portada y contraportada salud
1. Clinica del Alma
Cada persona lleva un ritmo de vida
distinto, unos más fuerte y pesado que
otros, pero todos necesitamos en al-
gún momento de nuestra vida sanar
alguna dolencia o enfermedad tanto
física como espiritual.
A veces buscamos en vano respuestas
o medicinas que nos hagan sentir me-
jor, pero no encontramos la solución
más rápida porque acudimos a perso-
nas o medicamentos que por sí solas
no pueden sanarnos.
Hoy te invito a que acudas a la “Clíni-
ca del Alma”, de la cual te nombro a
continuación sus características y bon-
dades:
• Médico Cirujano Jesucristo
• Grado Honorífico Hijo de Dios
• Médico Auxiliar El Espíritu Santo
• Campo de Estudio El corazón
• Experiencia Infalible y Eterna
• Residencia y Oficinas En todas
partes
• Su poder Ilimitado
• Su especialidad Lo imposible
• Su instrumento Poder
• Su obsequio Gracia
• Su libro de recetas La Biblia
• Enfermedades para sanar Todas
• Precio del tratamiento Fe
• Garantía Absoluta
• Sala de Operaciones El Altar
• Hospital La Iglesia
• Dieta Oración y Ayuno
• Ejercicios Buenas obras y frutos
• Horas de Consulta Las 24 horas
del día
Acude hoy mismo
2. JornadadelaSalud
Departamento de Salud Asociación
Nicaragüense
Del 22-30 de septiembre
EL TIEMPO DE GRACIA Y EL CONSUMO DE LA CARNE
Base espiritual:
Las hortalizas, las legumbres, las frutas y los cereales deben constituir nuestro régimen alimen-
ticio. Ni un gramo de carne debiera entrar en nuestro estómago. El consumo de carne es an-
tinatural. Hemos de regresar al propósito original que Dios tenía en la creación del hombre.
— Manuscrito 115, 1903.
¿No es tiempo ya de que todos prescindan de consumir carne? ¿Cómo pueden seguir haciendo
uso de un alimento cuyo efecto es tan pernicioso para el alma y el cuerpo los que se esfuerzan
por llevar una vida pura, refinada y santa, para gozar de la compañía de los ángeles celestiales?
¿Cómo pueden quitar la vida a seres creados por Dios y consumir su carne con deleite? Vuelvan
más bien al alimento sano y delicioso que fue dado al hombre en el principio, y tengan ellos
mismos y enseñen a sus hijos a tener misericordia de los seres irracionales que Dios creó y puso
bajo nuestro dominio. —El Ministerio de Curación, 244 (1905).