El documento describe el origen degradante de las fiestas de quince años, que involucraban la violación ritual de las niñas por caciques o sacerdotes. Aunque la tradición ha cambiado, aún envía mensajes problemáticos sobre el rol y la sexualidad de las mujeres. Promueve una visión sexista de la mujer como objeto disponible para los hombres.
2. La fiesta de quince años, se celebra,
especialmente en el mundo latino, aunque
otras culturas, sin saber su origen se han ido
contagiando también con esta
“celebración”.
En Europa y otros lugares, la celebración
tiene matices similares y un origen tan
degradante como el de Latinoamérica.
3. • El origen de esta celebración se remonta al
pasado precolombino de Latinoamérica.
• Las niñas que cumplían 15 años se las
consideraba que estaban en condiciones de
iniciar la vida sexual, por esa razón, en diversas
etnias y grupos indígenas, las niñas que cumplían
esa edad en una ceremonia especial, eran
entregadas al cacique o jefe de la tribu quienes
las iniciaba sexualmente, en una violación
consentida por los propios padres.
4. • La tradición indicaba que el único que podía
mancillar a una niña era el jefe de la tribu.
• A partir de ese momento, traumático y
degradante, se consideraba que las niñas estaban
en edad adulta y podían ser entregadas a un
hombre para que las convirtiera en su esposa o
concubina.
5. Hay antecedentes arqueológicos que
muestran que esta práctica también era
común en las culturas cananeas, donde
la niña que cumplía 15 años era llevada
al templo del dios pagano, generalmente
de Baal, y allí era iniciada sexualmente
por el sacerdote de turno.
Aún más, en este rito degradante de
violación consentida, si la niña quedaba
embarazada se consideraba que era un
privilegio porque “dios” mismo la había
embarazado. Por lo tanto, es una
práctica con antecedentes muy
antiguos.
6. El problema con esta
celebración, es que sólo se
realiza con mujeres, lo que
de algún modo señala su
distorsión sexista.
7. *Cuando se le quitó ese carácter sexual
que tenía la iniciación de los quince
años, con los siglos se le fue dando
otro sentido, similar al que existía en
Europa, donde la fiesta de quince años
se consideraba un momento de
iniciación social.
*La inspiración fue los bailes de las
debutantes en sociedad, donde
oficialmente desde ese momento se
las consideraba “mujeres”, y podían
ser elegidas como esposas o
compañeras sexuales.
8. No se esperaba que las
mujeres estudiaran o
tuvieran un oficio, así que
muy jóvenes eran
presentadas, así como en
un escaparate, para que
los varones, generalmente
hombres que las doblaban
en edad, las eligieran
como esposas o
concubinas.
9. • Los cuentos de hadas y las
historias fantasiosas
nacidas de la imaginería
medieval y renacentista,
sólo reforzaron ese papel
de “mujer objeto” y
“mujeres en condiciones
de…”.
• En los cuentos las mujeres
pasivamente deben esperar
a su príncipe azul que las
salva de brujas y
monstruos, y cuando son
rescatadas viven “felices
para siempre”.
10. En la actualidad, la
celebración alcanza ribetes
escandalosos.
Los padres gastan fortunas
en sus hijas para
presentarlas en sociedad y
sin darse cuenta, envían un
mensaje errático a sus
hijas, que desde ese
momento son consideradas
“sexualmente disponibles”.
11. • Nadie habla de las dotes que pagaban los padres
para que se “llevaran” a su hija, y fuera menos
gravoso mantenerlas (se daban riquezas, fortunas o
herencias, los más pobres, mucho más de lo que
podían).
12. • Luego, con el advenimiento del
poderío del catolicismo a la
ceremonia se le dio un manto de
“legalidad” pidiendo la bendición
divina, y celebrando la iniciación
con una misa especial, que se hacía
antes de la fiesta de celebración.
• En la mentalidad popular, de esta
manera, se le daba un manto
“bendito” a algo que tenía un
origen “no santo”.
13. Dios y las tradiciones
Lamentablemente hacemos de la tradición una norma.
No hay evidencias de que los israelitas practicaran fiestas de iniciación, difícilmente lo harían
considerando la connotación que tales fiestas de iniciación tenían entre los pueblos cananeos.
14.
15. Mateo 15:3: “Respondiendo él, les
dijo: ¿Por qué también vosotros
quebrantáis el mandamiento de Dios
por vuestra tradición [parádosis] ?”
Colosenses 2:8: “Mirad que nadie os
engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según las tradiciones
de los hombres, conforme a los
rudimentos del mundo, y no según
Cristo”.
2ª Tesalonicenses 3:6: “Ahora bien,
hermanos, os mandamos en el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, que os
apartéis de todo hermano que ande
desordenadamente, y no según la
doctrina que recibisteis de
nosotros” (Reina Valera 60.)
16. Al contrario, se esperaba que todo niño o niña a los 12 años de edad
fuera por primera vez al templo, y desde ese momento se le pidieran
responsabilidades mayores.
Es decir, su inicio como persona con más responsabilidad no estaba
marcado por ninguna acción sexista.
La ceremonia, que incluía el recibir por primera vez su nombre, era
un acto religioso, y no tenía nada que ver con fiestas, gastos,
suntuosidad, y menos con ritos cargados de connotaciones sexuales.
17. Tiene un origen que derechamente denigra a la mujer.
Se le envía un mensaje confuso a las niñas que de pronto se ven expuestas a presiones sexuales
precisamente porque sus mismos padres la han puesto en esta situación.
Es una fiesta sexista, de tintes machistas y que no hace bien para la ponderación del ser humano
como varón y mujer en igualdad de condiciones.
Pedir una bendición en la iglesia para esta fiesta, o con la presencia de un religioso, no hace más
que darle un tinte de legalidad bendita a algo que tiene un origen oscuro y un presente
distorsionador.
Si queremos enviar un mensaje de equilibrio, la fiesta de quince años hace todo lo contrario.
Eterniza el que la mujer sea tratada como objeto sexual y que esté a disposición de un varón, lo
que va contra el diseño de Dios.
En los contextos actuales, la gente se endeuda, paga enormidades de dinero, para una fiesta
que no tiene sentido, y está cargada de simbolismos degradantes, que creo no corresponden a
la filosofía bíblica ni cristiana.