1. No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
2. El que traspase uno de estos mandamientos y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos. (Mt 5-17-19)
3. Este lema no reflejaba sólo los sentimientos revolucionarios del mayo del 1968 en París. Evoca un clamor universal. Las gentes de hoy aceptan de mala gana las imposiciones que coarten su libertad.
4.
5. La Ley del Señor no es irracional. Y es más que razonable seguirla. En ello nos va nuestra felicidad y nuestra realización. “ Si quieres, guardarás sus mandatos, porque es prudencia cumplir su voluntad”. El Eclesiástico nos dice:
6. Jesús recuerda que la Ley nos lleva a reconocer a Dios como Señor y a realizarnos como personas Para Jesús es necesario ahondar en el sentido de la Ley.
7. Jesús rechaza una interpretación superficial y legalista de la Ley de Moisés
8. Este es el espíritu de Jesús. Y ha de ser el de los llamados a seguirle. No basta devolver el bien al bienhechor: es necesario amar al enemigo.
11. Señor Jesús , reconocemos y confesamos que eres el Mesías enviado por Dios para revelarnos el camino del bien. Con ello nos has revelado el verdadero rostro humano. Te damos gracias y te alabamos. Amén.
12. Texto: José Román Flecha Andrés PALABRA DEL SEÑOR –Salamanca Presentación: Antonia Castro Panero Música: Enya Fairytale