CICLOS BIOGEOQUIMICOS en la nutricion vegetal.pptx
Bonos y certificados: tres instrumentos de financiación verde
1. Bonos y certificados: tres instrumentos de financiación verde
En los últimos años hemos encontrado en la arena de la financiación del clima una serie de discusiones sobre
cómo y qué financiar. Hay dos vertientes principales. La primera es aquella que habla de las
responsabilidades comunes pero diferenciadas, y que en múltiples organizaciones espera pasar la factura a
los países industrializados. La segunda vertiente es la de aprovechar los recursos existentes hoy, y empezar
a crear la infraestructura necesaria en todos los sectores, con la posibilidad de incluir criterios de
sustentabilidad y cambio climático. Ambas vertientes son complementarias, pero nosotros apostamos por la
segunda, que nos permite actuar ahora en el diseño y puesta en marcha de infraestructuras y servicios de
bajas emisiones, que de todas formas son necesarios.
Más allá de enfoques y apuestas políticas, nuestro interés es conocer qué funciona, y utilizarlo. Para ello aquí
recuperamos tres instrumentos derivados asociados a la financiación de la transición a una economía de
bajas emisiones:
Bonos del clima
El término es más importante aquí está asociado a una obligación de pago o deuda, por ello su nombre en
inglés es inconfundible #climatebond. Este es un auténtico bono de carbono, pues es un papel que
representa una obligación por el pago de deuda asociada a una serie de proyectos de bajas emisiones.
Funciona de la misma manera que los bonos gubernamentales. Es decir, tiene un valor nominal, y paga una
tasa de interés anual determinada, con cupones al vencimiento, con una calificación crediticia. Este tipo de
instrumento ha ganado mucha tracción en países industrializados, paradójicamente, donde los inversores
institucionales buscan participar en inversiones más sustentables con una relación riesgo rentabilidad
atractiva.
@CO2Standard www.CO2Standard.com
2. CKDs
Los certificados de capital de desarrollo (#CKDs) son instrumentos que facilitan la inversión en capital
privado, en proyectos principalmente de infraestructura. Estos proyectos van desde carreteras, generación
de energía, tratamiento de aguas, hasta hospitales y oficinas. El potencial de incluir la mitigación es enorme.
Específicamente, son títulos emitidos por un fideicomiso. Lo más interesante de este tipo de certificados es
su liquidez, al ser intercambiados en bolsa, así como ser uno de los principales activos de interés para los
fondos de pensiones y aseguradoras. Los beneficios del CKD provienen del propio desempeño del portafolio,
a diferencia de un bono que tiene una tasa y plazo preestablecida. En la siguiente gráfica se puede apreciar
la participación de los fondos de pensiones en México para los últimos 8 años en este tipo de instrumentos,
bajo el rubro de Local equity y Structured Securities.
Certificados o bono de carbono.
Los bonos de carbono, que propiamente son Certificados de Reducción de Emisiones, o #CERs (o
#VERs cuando son voluntarios), no son otra cosa que un papel que certifica que una instalación o
proyecto ha reducido o evitado una cierta cantidad de emisiones bajo una metodología
estandarizada. Este certificado es anual, requiere de una validación y cierta verificación. La mayor
demanda de estos certificados vino de Europa, y aunque hoy hay países que siguen discutiendo su
viabilidad, pensamos que son instrumentos que sólo tendrán futuro en mercados domésticos
asociados a Certificados de Energía Limpia (#CEL). Los CEL son certificados que se entregarían a un
generador de energía limpia con base a su producción (MWh), obligando en un mercado específico
(nacional o regional) a cumplir en su conjunto una meta de mix energético. Sólo en México la Ley
para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética
prevé que la energía limpia llegue a contribuir al 35% de la generación eléctrica para 2024, 40% para
el 2035 y 50% para 2050. Si a este compromiso se añade una aportación por #CEL se podría generar
un importante incentivo financiero, principalmente para pequeños desarrolladores, con las ventajas
en innovación, creación de empleo y energía distribuida.
Aunado a la recaudación causada por los existentes impuestos al carbono (combustibles de
transporte), la combinación del uso de estos tres tipos de instrumentos privados es necesaria para
obtener la financiación que requiere la transición a una economía de bajas emisiones. Por una parte
depende de las entidades financieras valorar y facilitar este proceso, considerándolo en la hoja de
balance. Por otra parte, es necesario que los proponentes de proyectos sean capaces de entender
este nuevo lenguaje, y presentar inversiones en los canales adecuados.
Artículo escrito por:
Enrique Rebolledo
Director General en CO2 Standard
CO2 Standard es una firma de análisis
financiero sobre las oportunidades en
@CO2Standard www.CO2Standard.com el mercado de la sostenibilidad.