El documento describe brevemente la evolución de diferentes ideologías políticas a lo largo de la historia, como el nacionalismo, el liberalismo, el socialismo y el fascismo. Explica que el nacionalismo jugó un papel importante en el siglo XIX al impulsar la creación de nuevos estados-nación y reforzar los lazos entre ciudadanos. También señala que el liberalismo y el nacionalismo trabajaron conjuntamente en la primera mitad del siglo XIX para establecer estados-nación basados en la soberanía nacional.
2.
En el campo del derecho, se tendió a sustituir el abstracto método
dialéctico de los juristas medievales por una interpretación
filológica e histórica de las fuentes del Derecho romano. Por lo que
respecta al pensamiento político, los teóricos renacentistas
recusaron, pero no anularon, la proposición medieval de que la
preservación de la libertad, del derecho y de la justicia constituía el
objetivo fundamental de la vida política. Los renacentistas
aseveraron que la misión central del gobernante era mantener la
seguridad y la paz. Maquiavelo sostenía que la virtud (la fuerza
creativa) del gobernante era la clave para el mantenimiento de su
propia posición y el bienestar de sus súbditos, idea consonante
con la política de la época. Durante el renacimiento las ciudades
italianas se convirtieron en estados territoriales que buscaban
expandirse a costa de otros.
4.
A lo largo de la historia política de Colombia ha sido propuesta, en
varios gobiernos, la necesidad de realizar una reforma política.
Cuando se habla de reforma se hace referencia al deseo de
cambiar o modificar alguna norma que se encuentre vigente en la
Constitución actual de alguna nación. Con esto se pretende que
las normas obsoletas que de algún modo impidan el desarrollo de
ciertos sectores específicos o que sean perjudiciales para el
bienestar de la sociedad puedan ser modificadas o abolidas con el
único propósito del bien colectivo. Para llegar a lograr el éxito de
una reforma política, se deben seguir varios pasos que van desde
su ponencia hasta su aprobación.
6.
surge en Europa Occidental en los siglos XVI, XVII y hasta el
siglo XVIII , como nueva forma de organización políticaeconómica sustitutiva del régimen feudal. Se caracteriza por
la centralización del poder en el monarca. Durante la Edad
Media, el centro de organización político y económico era el
FEUDO (extensión de tierra) y la cabeza del mismo era el
señor feudal. Económicamente era una unidad productiva
cerrada de subsistencia, donde el comercio era casi nulo.
Socialmente, un sistema de estratificación centrado en el
linaje, la movilidad social era casi imposible. Se centraba en
un contrato feudal con obligaciones de ambas partes: señor
feudal debía brindar seguridad y protección, y los vasallos
debían servir al señor, respetarlo y acompañarlo. El estado
es de carácter patrimonial, y es propiedad privada del rey.
8.
El liberalismo político inspiró la organización del Estado durante el
siglo XIX. Pero para conseguir cambiar y consolidar un nuevo
sistema de gobierno era precisa una profunda crítica y
transformación social y económica, de modo que todos los
individuos tuvieran los mismos privilegios y una mayor libertad de
actuación.
10.
En sus obras el pensador británico J. Locke legitimó al poder
político que respetase los derechos naturales del hombre. Se
sustituye y critica el poder absoluto del rey por un nuevo principio:
La legitimidad del poder está basada en los ciudadanos. La
división del poder en lugar de un único poder en manos del rey.
John Locke. Postula un sistema que elimine la representación por
estamentos y permita que se oiga la voluntad general a través del
Parlamento. Los principios políticos y los derechos naturales del
hombre son establecidos en Constituciones escritas, las que deben
ser obedecidas y respetadas por gobernantes y gobernados.
12.
En contra de lo que muchos teóricos habían pronosticado, el
nacionalismo, como doctrina y como movimiento político, es uno
de los factores determinantes de la vida cultural, política y social de
este final de siglo, y una de las claves interpretativas decisivas
para entender nuestro futuro más próximo. Su carácter específico
hace que el nacionalismo se haya expresa-do como doctrina
propia, o incorporado a las más variadas y opuestas /ideologías,
como pueden ser la democrática y la fascista o comunista. De ahí
que la opinión pública esté hoy dividida respecto a su
consideración. Para unos, el nacionalismo es una amenaza para la
/paz, un impedimento para el reconocimiento y respeto de los
individuos, un enemigo declarado de los /derechos humanos, etc.
Es causa directa o indirecta de la xenofobia, el /racismo y la
intolerancia que han definido muchos de los escenarios de este
siglo, desde la Alemania nazi hasta la limpieza étnica en la antigua
Yugoslavia..
14.
El socialismo es la teoría, doctrina o práctica social que
promueve la posesión pública de los medios de producción y
su administración también pública, en pro del interés general
de la sociedad. Puede ser no-estatal, mediante propiedad
comunitaria en sentido amplio, o estatal, mediante la
nacionalización y planificación económica. En un sistema
socialista, al establecerse la propiedad social colectiva de los
medios productivos, se anulan (en concepto) las clases
sociales tan marcadas en el modelo capitalista y la
apropiación excesiva del trabajo producto de la explotación
laboral, quedando así por hecho la desaparición de la lucha
de clases; por lo tanto se caracteriza por un control
consciente de la sociedad como un entero (colectividad)
sobre
las
funciones
económicas
integrantes
al
funcionamiento de su estructura social. El socialismo como
tal nace a partir de ideas y escritos de distintas propuestas
que estaban en la búsqueda de un sistema menos voraz y
más justo, en donde las ideas de la teoría marxista le dan un
gran impulso y más fuerza como modo de producción.
16.
Imperialismo es la doctrina política que justifica la dominación de
un pueblo o Estado sobre otros; habitualmente mediante distintos
tipos de colonización (de poblamiento, de explotación económica,
de presencia militar estratégica) o por la subordinación cultural
(aculturación). Los términos "imperialismo" y colonialismo, muy
relacionados, no son sinónimos. Los Imperios han existido a lo
largo de toda la historia, desde su mismo comienzo en la Edad
Antigua, pero el uso del término "imperialismo" suele limitarse a la
calificación de la expansión europea que se inicia con la era de los
descubrimientos (siglo XV) y se prolonga durante toda la Edad
Moderna y Edad Contemporánea hasta el proceso de
descolonización tras la Segunda Guerra Mundial. Más
específicamente, la expresión Era del Imperialismo, utilizada por la
historiografía, denomina al periodo que va de 1871 a 1919, en que
se produjo una verdadera carrera para construir imperios
coloniales, principalmente con el llamado reparto de África. A ese
periodo se refieren dos de los textos más importantes que fijaron el
concepto: Imperialism, a study, de Hobson, y El imperialismo, fase
superior del capitalismo, de Lenin.
18.
El avance neoliberal está siendo tan rápido y tan radical que uno
tiene que mirar hacia atrás para rearmarse ideológicamente. Y en
esta retrospectiva te encuentras con el que nunca debimos
olvidar, Karl Marx, al que hay que reivindicar en sus justos
términos. Me refiero al Marx filósofo que analiza la realidad que
pretende cambiar, cual es la sociedad de su tiempo, y no tanto al
Marx al que canonizaron y malinterpretaron en la URSS.
Distingamos marxismo y comunismo: el marxismo es un sistema
filosófico y el comunismo es un sistema político. Con elementos
teóricos comunes pero con objetivos y resultados muy distintos.
20. El fascismo es una ideología y un movimiento político que
surgió en Europa de entreguerras (1918-1939) creado
por
Benito
Mussolini.
El
término
proviene
del italiano fascio (‘haz, fasces’), y éste a su vez
del latín fasces (plural defascis).
El
proyecto
político
del
fascismo
es
instaurar
un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista
mientras su base intelectual plantea la sumisión de la razón
a la voluntad y la acción, aplicando un nacionalismo
fuertemente identitario con componentes victimistas o
revanchistas que conducen a la violencia ya sea de las
masas adoctrinadas o de las corporaciones de seguridad del
régimen contra los que el Estado define como enemigos por
medio de un eficaz aparato de propaganda, aunado a un
componente social interclasista, y una negación a ubicarse
en el espectro político (izquierdas o derechas)
22.
Nazismo es la contracción de la palabra alemana
Nationalsozialismus, que significa nacionalsocialismo, y hace
referencia a todo lo relacionado con la ideología y el régimen que
gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder
del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores de Adolf
Hitler (NSDAP, Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei), el
autoproclamado Tercer Reich y Austria a partir de la Anschluss, así
como los demás territorios que lo conformaron (Sudetes, Memel,
Danzig y otras tierras en Polonia, Francia, Checoslovaquia,
Hungría, Holanda, Dinamarca y Noruega). La Alemania de este
período se conoce como la Alemania nazi.
24. A lo largo del siglo XIX, esta constituyó una corriente que
impulsó la creación de nuevos estados nacionales, al tiempo
que reforzaba los lazos entre los ciudadanos de los ya
existentes.
Nacionalismo y liberalismo jugaron un importante papel a lo
largo del siglo XIX, especialmente durante la primera mitad.
Según los liberales, la soberanía residía en la nación, por
ello
era
necesaria
la
existencia
de
una comunidad cohesionada y libre, con unos rasgos
comunes (lengua, cultura, historia) que pudiese expresarse a
través de un Estado nacional. Un claro ejemplo de este
maridaje lo constituye el nacionalismo italiano.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, esta ideología se
adentra en una fase de carácter conservador, que pervivirá
durante el siglo XX.
26.
El neoliberalismo o nuevo liberalismo es una
denominación del liberalismo económico,
cuyos defensores apoyan la liberalización
económica, el libre comercio, los mercados
abiertos, la privatización, la desregulación y la
disminución
del
tamaño
del
sector
público incrementando la influencia del sector
privado en la sociedad moderna. Se defiende
desde la reducción de la intervención del
Estado al mínimo hasta la ampliación de las
funciones del estado prestando servicios como
la sanidad o la educación (que el estado
decimonónico no daba).