1. LOS VALORES EN LA PUBLICIDAD
Los publicistas saben que pueden captar fácilmente nuestra
atención si utilizan como reclamo nuestros instintos más
básicos. Estos se llaman así porque son necesarios para
nuestra supervivencia: sexo, alimentación, miedo,
agresividad.
2. LOS VALORES EN LA PUBLICIDAD
EL SEXO COMO RECLAMO
Uno de los instintos más recurrentes en publicidad es el sexo, no
sólo para anunciar productos directamente relacionados con él (por
ejemplo, los preservativos).
No es imprescindible mostrar cuerpos desnudos u órganos
genitales para representar el sexo en la publicidad. La postura de
los actores, el escenario, lo que dicen, cómo lo dicen, los colores o
la música también pueden expresarlo.
4. LOS VALORES EN LA PUBLICIDAD
DELGADEZ
En la mayoría de los anuncios, sobre todo los que van dirigidos a un
segmento de público joven, salen personas extremadamente
delgadas, pues es el “modelo de belleza” imperante en la sociedad
actual.
Debemos tener en cuenta que la realidad es mucho más variada,
por lo que los patrones de belleza siempre resultan “ideales”
lejanos a la realidad, pues la mayoría de la gente no se ajusta a
ellos.
Lo más llamativo es que la extrema delgadez no sólo se usa en
publicidad para anunciar productos dietéticos, sino también
aquéllos de alto contenido calórico.
7. LOS VALORES EN LA PUBLICIDAD
DISCRIMINACIÓN DE LA MUJER
La publicidad refleja el tipo de sociedad en que vivimos, con los
valores imperantes en ese momento. De hecho, los publicistas
dicen que ellos no pretenden cambiar nada, que solo pretenden
plasmar la realidad. Eso debe de significar que nuestra sociedad
sigue siendo profundamente machista, por lo que se ve en algunos
anuncios.
La imagen vejatoria de la mujer no solo se refleja en los anuncios
de productos de limpieza y del hogar, sino también en otros de
consumo tanto para hombres como para mujeres.
8. LOS VALORES EN LA PUBLICIDAD
IMAGEN VEJATORIA DE LA MUJER
10. LOS VALORES EN LA PUBLICIDAD
VIOLENCIA
Otro de nuestros instintos básicos muy presente en la publicidad es
el de la agresividad, muy útil cuando tenemos que salir de
situaciones de peligro.
A veces, la violencia se emplea de forma muy explícita, pero otras
veces aparece de forma sutil, encubierta y elaborada.
No sólo se recurre a la violencia para anunciar productos agresivos
en sí mismos (por ejemplo, algunos videojuegos), sino también
para vender telefonía, ropa, coches...