El puntillismo surgió en 1883 basado en la teoría de los colores complementarios y la ciencia del color. Los pintores puntillistas como Seurat, Cross y Signac aplicaban pinceladas cortas de color puro en lugar de mezclarlos, dejando que el ojo del espectador hiciera la mezcla óptica. Algunas obras puntillistas destacadas son La Parade de Seurat, Zypressen in Cagnes de Cross y Palais des Papes Avignon de Signac.