1. Estudio de las clases: Implementación de la experiencia en la Educación Especial Chilena. Agosto 2009
Estudio de las clases:
Implementación de la experiencia en la Educación Especial Chilena
Claudio Aguilera Téllez. Profesor de Educación Diferencial.
Académico Universidades UCINF y Mayor. Becario JICA – MINEDUC.
Introducción
Actualmente la discapacidad es entendida bajo un nuevo paradigma,
basado en un enfoque biopsicosocial y ecológico, que sustenta una definición
multidimensional producto de la interacción de las personas con su entorno físico y
social. Desde esta perspectiva, la discapacidad se define genéricamente,
considerando déficits, limitaciones en la actividad y restricciones en la
participación1.
Considerando esta definición como sustento, en el año 2004, se realizó en
nuestro país el primer estudio confiable sobre discapacidad. Antes de este año
sólo se tenían aproximaciones con enormes diferencias de tipo cuantitativo en
cuanto a la población con discapacidad.
Con este estudio, se pudo determinar que en nuestro país el 12,9% de los
chilenos y chilenas viven con discapacidad. Es decir, 13 de cada 100 personas
presenta esta condición2.
Si hacemos una lectura más detallada, centrándonos en la discapacidad
intelectual y en la discapacidad múltiple podemos apreciar los siguientes datos:
- Discapacidad intelectual: 301.591 personas, equivalentes al 9% de la
población total con discapacidad y a un 1,89% de la población total del país.
1
CIF. Organización mundial de la Salud. 2001. Pág. 231.
2
Endisc – Cif. Chile 2004. Primer estudio nacional de la discapacidad en Chile. Pág. 42.

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- Discapacidades múltiples: 343.797 personas, equivalentes al 10,26% de la
población total con discapacidad y a un 2,15% de la población total del
país.3
Y por rangos de edad tenemos las siguientes cifras4:
Discapacidad intelectual Discapacidades múltiples
Años Cantidad Porcentaje Cantidad Porcentaje
0a5 5.089 1,69% 2.942 0,86%
6 a 14 38.121 12,64% 8.114 2,36%
15 a 29 48.856 16,20% 14.133 4,11%
Si miramos estas cifras podremos darnos cuenta que la población con
discapacidad intelectual y retos múltiples en el rango de la etapa escolar es
significativamente numerosa, lo que nos lleva necesariamente como país a buscar
la generación de procesos educativos de calidad, que efectivamente dignifiquen a
las personas con discapacidad y que entreguen además apoyos efectivos que
permitan aumentar los niveles de autonomía y, por consiguiente, mejorar de
manera significativa su calidad de vida.
Consecuente con esta premisa, la educación especial en Chile está en
pleno proceso de reforma, de cambio, en búsqueda de la optimización de los
procesos educativos en las escuelas especiales con el fin de dar una atención
educativa de calidad a todos los niños, niñas y jóvenes con necesidades
educativas especiales.
Pero hablar de procesos educativos de calidad es una temática compleja.
3
Endisc – Cif. Chile 2004. Primer estudio nacional de la discapacidad en Chile. Pág. 61.
4
Endisc – Cif. Chile 2004. Primer estudio nacional de la discapacidad en Chile. Pág. 64.

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A nivel mundial la problemática de la educación de calidad es algo que ha
sido frecuentemente abordado en conferencias como las de Jomtiem y Dakar. En
esta última especialmente, se asumieron seis objetivos esenciales, refiriéndose el
último de ellos de manera directa a la calidad en educación, especialmente en
lectura, escritura, aritmética y competencias prácticas esenciales5.
Consecuentemente con este planteamiento, en la Política Nacional de
Educación Especial del Ministerio de Educación, “Nuestro compromiso con la
diversidad”, que tiene como objetivo general “Hacer efectivo el derecho a la
educación, a la igualdad de oportunidades, a la participación y a la no
discriminación de las personas que presentan necesidades educativas especiales,
garantizando su pleno acceso, integración y progreso en el sistema educativo”6, se
definen nueve líneas estratégicas que tienen por finalidad crear nuevas y mejores
condiciones para que los establecimientos de educación regular y especial puedan
mejorar las respuestas educativas a los estudiantes que presentan necesidades
educativas especiales7.
La cuarta de estas líneas apunta al fortalecimiento de las escuelas
especiales, específicamente a la calidad de los procesos educativos desarrollados
en ellas.
Es en esta línea en donde se enmarca la implementación de esta
interesante estrategia de autocapacitación a desarrollar dentro de las escuelas
especiales: el Estudio de las clases, también denominado en Chile como clase
abierta.
Pero para entenderla a cabalidad es importante referirse a ella con más
detención.
5
Foro Mundial sobre la Educación Dakar, Senegal, 26-28 de abril de 2000.
6
Política Nacional de Educación Especial, “Nuestro compromiso con la diversidad”. Pág. 46.
7
Política Nacional de Educación Especial, “Nuestro compromiso con la diversidad”. Pág. 48.

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Estudio de las clases
El Estudio de las clases surge en Japón a finales del siglo XIX con el fin de
mejorar el desarrollo de las clases realizadas por los profesores.
A principios del siglo XX adoptó la estructura que se mantiene hasta el día
de hoy con el principal objetivo de centrarse en el aprendizaje de los estudiantes.
Gracias a este enfoque centrado en los estudiantes y en la mejora de las clases,
Japón ha alcanzado uno de los mejores niveles de educación del mundo.
Se basa fundamentalmente en la premisa de la capacitación sistemática y
permanente, en la idea que los profesores deben continuar aprendiendo durante
toda su vida con el fin último de fomentar en sus estudiantes la habilidad de
pensar por si mismos.
Se desarrolla en cada escuela y es la parte principal del proceso de
capacitación interna, como una estrategia práctica y específica, que ayuda a
resolver los problemas cotidianos relacionados con el aprendizaje.
Concretamente es una oportunidad para que la clase de un profesor sea
observada por otros profesores con el objetivo de:
- Mejorar las habilidades de enseñanza del profesor a través de la crítica
constructiva.
- Observar cómo los estudiantes piensan y comparten sus aprendizajes.
- Optimizar la planificación de la clase.
- Optimizar el material didáctico utilizado, entendiendo que éste es un
recurso fundamental para el progreso de los estudiantes.
- Minimizar las posibles sensaciones de complacencia del profesor,
entendiendo que siempre es posible mejorar su desempeño.

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Por tanto, puede entenderse como una estrategia de optimización de las
clases realizadas por los mismos profesores dentro de una escuela.
Pasemos ahora a revisar las etapas que la constituyen. Para eso
abordaremos las tres etapas planteadas por los japoneses e incorporaremos una
cuarta, que es fundamental implementar en nuestro país.
1. Planificación de la clase.
Corresponde a la primera etapa del proceso y es en la que
fundamentalmente el profesor centra sus esfuerzos e intereses en la planeación
de la clase. Es denominada también “Plan”.
En esta, el profesor debe definir claramente los objetivos de la clase en
base a su plan semestral o anual, debe ser capaz de representar en ella lo que
realmente quiere que los estudiantes aprendan y para lograrlo debe considerar
además las posibles respuestas que darán en el desarrollo de la clase, lo que sin
duda le dará un carácter de flexibilidad al proceso que no puede estar ausente.
También es de vital importancia que preste atención al material que utilizará,
éste es la clave para el desarrollo de una clase activa, en la que los estudiantes
logren ser verdaderos protagonistas del proceso.
Es una instancia en la que además puede realizar consultas a otros
profesores o a su coordinador técnico sobre su propia planificación.
Una vez lista esta planificación sólo queda esperar el momento de
realización de la clase, momento en el que empieza la segunda etapa de este
proceso.

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2. Observación de la clase.
En esta etapa, también denominada “Do”, la clase planificada y ejecutada
por el profesor es observada por otros profesores.
Se realiza de acuerdo a lo planificado pero siempre manteniendo claro el
carácter de flexibilidad que mencionábamos en la etapa anterior. Esto implica
respetar las respuestas de los estudiantes y darles siempre la posibilidad de
acción ya que mientras más participen, más significativo será el aprendizaje.
Los profesores que asisten a esta clase la observan desde dos
perspectivas:
- Desde el profesor que la desarrolla y
- Desde los estudiantes, centrándose en cómo aprenden y en qué errores
cometen para transformarlos en una oportunidad de aprendizaje.
También es vital considerar el uso de una pauta de observación por parte
de los observadores, de esta manera podrán registrar ordenadamente sus
observaciones en base a cada una de las fases de la clase, aspecto fundamental
para la tercera etapa que se realizará inmediatamente terminada la clase.
3. Reflexión sobre la clase.
Esta etapa, también denominada “See”, es la más importante del proceso.
Comienza con la intervención del profesor que hizo la clase comentando los
objetivos que se había planteado y dando una visión general de su propia clase.
Seguidamente, comienza la emisión de opiniones y comentarios de los
profesores que asistieron a la observación.

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En ella, siempre se debe contar con la presencia de un moderador o
facilitador, quien es el encargado de orientar el proceso y evitar así que la
discusión se aleje del tema central.
Las opiniones emitidas por los participantes deben centrarse en dar
sugerencias de mejora, no en juzgar si la clase fue buena o mala. Esto, a mi juicio,
es un proceso complejo ya que no es parte de nuestra cultura aceptar que
observen nuestras clases ni tampoco emitir opiniones constructivas, pero en la
medida que se logre este objetivo, sin duda alguna que tendremos un proceso de
reflexión muy enriquecedor y satisfactorio desde el punto de vista profesional.
Al lograr el cumplimiento del objetivo de esta etapa, todos los asistentes
aprenden, el profesor recibe sugerencias relacionadas con cómo desarrollar mejor
su clase y los profesores observadores optimizan sus habilidades de observación
para rescatar lo mejor del proceso.
4. Sistematización.
Esta cuarta etapa es propia de nuestro país y de una vital importancia para
lograr la instalación de esta estrategia en las escuelas especiales.
Por ser una etapa propia, la hemos denominado “Follow up”. Es
protagonizada por el profesor que realizó la clase, quien debe, una vez
desarrolladas las etapas anteriores, hacer un seguimiento a su propio proceso con
el fin de sistematizarlo. Para eso es necesario que siga los siguientes pasos:
a) Planificación:
El profesor desarrolla un relato en relación a la planificación de su clase
combinando aspectos personales y profesionales. Debe ser capaz de dar
cuenta sobre la forma en que asumió el desafío de desarrollar un Estudio
de las clases y de todas las acciones que realizó, las retroalimentaciones

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que tuvo y los cambios que experimentó. En suma, debe desarrollar una
reflexión general del proceso de planificación.
Debe dar a conocer cómo la planificación de la clase desarrollada se
vincula con las unidades temáticas del plan semestral y cómo se vincula
con el currículum regular
También debe presentar a grandes rasgos las características de su curso,
considerando la cantidad de niños o jóvenes, perfiles y aspectos técnico-
pedagógicos.
De esta manera, el lector podrá formarse una idea general de las
características del curso en cuestión.
Finalmente no debe olvidar adjuntar la planificación de la clase.
b) Ejecución:
Comenzar indicando la fecha de realización de la clase, una panorámica
general de los asistentes y sus impresiones, logrando hacer un vaciado de
todas las pautas de observación.
También sería muy enriquecedor poder dar a conocer el testimonio de los
estudiantes que participaron en el desarrollo de la clase, sus impresiones y
sensaciones como protagonistas de la acción.
c) Reflexión:
Desarrollarla en el ámbito personal y profesional considerando responder a
cómo el Estudio de las clases permite el mejoramiento de los aprendizajes
de sus estudiantes y su desempeño profesional.
Incorporar fortalezas y aspectos a mejorar para las siguientes clases.

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Conclusión
En el Estudio de las clases no sólo se involucra el profesor y su curso, se
involucra toda la escuela, partiendo por el director(a), quien desempeña un rol
fundamental en la implementación de esta estrategia como un modalidad de
perfeccionamiento interno.
Para su éxito es fundamental contar con el deseo de los profesores de
mejorar, de aprender juntos y lograr así un crecimiento colaborativo, teniendo en
cuenta que es una gran oportunidad para ser creativo.
Al realizar el Estudio de las clases son muchas las fortalezas que se
consolidan en la escuela ya que por un lado, el profesor que realiza la clase recibe
una retroalimentación de sus pares que le otorga infinitas oportunidades de
mejorar su práctica y; por otro, los demás participantes, al observar a otro profesor
desarrollar su clase se dan cuenta que hay distintas maneras de enseñar, de
lograr aprendizajes en los estudiantes.
Una vez instalado el Estudio de las clases en la escuela podremos contar
con una estrategia inagotable, con una fuente de aprendizaje infinita que nos
permitirá seguir estudiando y aprendiendo, con la consecuencia natural de lograr
hacer mejores clases en el futuro.
Finalmente todo esto se trata de observar a otros profesores, eso permite
cambiar, permite aprender, siempre en un ambiente grato, siendo felices con lo
que hacemos, logrando enseñar con pasión, que es la esencia de la vida.