Dios declara que la muerte de Cristo es el sacrificio designado y apropiado para nuestros pecados. Cristo ocupó nuestro lugar, pagó la pena de muerte por nuestros pecados y satisfizo a plenitud las demandas de Dios. Su sacrificio otorga perdón, remisión y libertad.

1. pues yo pasare aquella noche por la tierra
de Egipto, y heriré a todo primogénito en
la tierra de Egipto, así de los hombres
como de las bestias; y ejecutaré mis
La sangre del Señor Jesucristo derramada en la Cruz
del Calvario tiene muchos y grandes significados
juicios en todos los dioses de Egipto. yo Jehová. y la sangre os
será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la
sangre y pasare de vosotros y no habrá en vosotros plaga de
mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Exodo 12:12-13

2. 1. Propiciación ante Dios. Romanos 3:25
Dios declara que la muerte de Cristo es el
sacrificio designado y apropiado para
nuestros pecados.
Cristo ocupó nuestro lugar, pagó la pena
de muerte por nuestros pecados y satisfizo
a plenitud las demandas de Dios.
Su sacrificio otorga perdón, remisión y
libertad.

3. 2. Perdón de pecados Efesios 1:7
El perdón se garantizaba en
los tiempos del Antiguo
Testamento en base a la
sangre vertida de animales.
Ahora recibimos perdón en
base al derramamiento de la
sangre de Jesús, porque
murió y fue el sacrificio
perfecto y verdadero

4. 3. Posición cercana Efesios 2:13
Esta era la descripción judía de los
gentiles: Lejos de Dios y lejos del
pueblo de Dios
“la sangre de Cristo”: se hace el sello
de un pacto en el cual consiste su
cercanía a Dios.

5. 4. Paz con Dios Colosenses 1:20
La muerte de Cristo abre un camino para que todos
puedan venir a Dios y tener paz.
Puso a un lado al pecado que nos impedía disfrutar de
una relación correcta con nuestro Creador.
Podemos tener paz con Dios y reconciliarnos al aceptar a
Cristo, que murió en nuestro lugar.

6. 5. Pureza de conciencia Hebreos 9:14
Los animales ofrecidos no tenían voluntad para consentir
al acto del sacrificio; eran ofrecidos según la ley; no tenían
ni vida perdurable ni vida de valor intrínseco alguno.
Pero Cristo desde la eternidad, convino con la voluntad de
su Padre tocante a la redención. Su ofrenda empezó
sobre el altar de la cruz, y se consumó con su entrada con
su sangre al lugar santísimo.

7. 6. Pacto eterno. Hebreos 13:20
Por la sangre “en”, en virtud de la sangre
fue a causa de su muerte sangrienta a
nuestro favor que el Padre lo levantó y lo
coronó de gloria.
La “sangre” fue el sello del eterno pacto
hecho entre Padre e Hijo; en virtud de la
sangre del Hijo (9:12).

8. 7. Proceder nuevo. 1 Pedro 1:18,19
preciosa—de inestimable valor.
Aunque fue verdadero hombre, quedó
puro en sí mismo (“sin mancha”), y sin
ser infectado por impresión alguna del
pecado desde afuera (“sin
contaminación”), lo que le hubiera
hecho inepto para ser nuestro
Redentor propiciador.

9. Como la redención de Israel del
poder de Egipto requirió la sangre
del cordero pascual, así nuestra
redención del pecado y de la
maldición requirió la sangre de
Cristo (v. 20) desde la eternidad.
Proceder nuevo

10. 8. Permanecer en la luz 1 Juan 1:7
La sangre de Cristo es el medio de
purificación, por el cual, gradualmente,
estando ya justificados y en comunión
con Dios, llegamos a ser limpios de
los pecados que estorbarían nuestra
comunión con Dios.

11. 9. Perfección ante Dios. Apocalipsis 1:5,6
Muchos vacilan en anunciar a
otros lo que Cristo ha hecho en
sus vidas porque no sienten que
el cambio operado en ellos sea
lo bastante espectacular.

12. 9. Perfección ante Dios
Cristo mostró su gran amor al
libertarnos del pecado mediante su
muerte en la cruz ("nos lavó de
nuestros pecados con su sangre"),
garantizándonos un lugar en su reino y
haciendo de nosotros sacerdotes para
mostrarles el amor de Dios a los
demás.