Reseña descriptiva goria bernal- guia de escritura
Informe de lectura grupal sobre dewey experiencia y educaci+¦n prof. martha camargo y alicia almeida
1. Pontificia Universidad Javeriana
Facultad de Educación
Maestría en Educación
Cátedra de problemas educativos III: Modelos y métodos educativos contemporáneos
Elaborado Por: Alicia Almeida
Martha Camargo
Texto base del informe de lectura de un autor clásico:
Dewey, J. (2004). Experiencia y educación. España-Madrid: Editorial. Biblioteca
Nueva. S.L.
En la introducción del libro Experiencia y educación de Dewey, Javier Sáenz Obregón
ubica a este autor como un intelectual interesado en diversos campos de conocimiento
tales como la filosofía, la psicología y la pedagogía. Destacando el papel que su
pensamiento y liderazgo tuvo en los Estados Unidos de Norteamérica para lograr una
reforma del sistema educativo de dicho país (Dewey, 2004, p.14). La influencia del
pensamiento de Dewey trascendió las fronteras, pasando por momentos de auge y gran
acogida hasta finales de los años 30, luego en los años 40 y 50 fue objeto de fuertes
críticas que mitigaron su desarrollo, pero nuevamente surge en los años 60 un nuevo
despertar de su pensamiento que perdura hasta el día de hoy (p.17-18).
En este sentido, Dewey se considera el más grande pensador de la educación del
siglo XX, ya que su teoría de la experiencia contribuye no sólo en los ámbitos
educativos y pedagógicos sino también en otras áreas como la psicología y la filosofía.
Para Dewey “la pedagogía no sería un simple campo de aplicación de las
“verdades” derivadas de la especulación filosófica o de la estrechez de los métodos de la
psicología científica de la época; la esfera pedagógica cobraba un nuevo valor como
ámbito de producción de conocimiento filosófico y psicológico” (p.16). En sus
planteamientos habla sobre la necesidad de crear una filosofía de la educación (p. 74),
sobre la organización como forma de guiar la educación (p. 92-97) y sobre la
importancia del rol del docente para encaminar la experiencia de los estudiantes (p
92-99).
Actualmente, las concepciones de Dewey siguen impactando fuertemente el
diseño de enfoques educativos innovadores, como por ejemplo en la educación
extramuros, la formación de adultos, y las terapias basadas en la experiencia.
Dewey habla sobre dos extremos de la educación. La educación tradicional y
progresista. La primera posee una didáctica tradicional, es relativamente estructurada,
disciplinada, ordenada y la segunda es una educación progresiva centrada en el
estudiante que se opone a la tradición, por tanto es relativamente poco estructurada y
libre.
En relación con el enfoque del conocimiento autoritario, estricto, pre-ordenado
de la educación tradicional moderna, Dewey considera que está demasiado preocupado
por la transmisión de conocimientos, y no por la comprensión de las experiencias reales
de los estudiantes. Muestra que hay muchos estudiantes insatisfechos en la escuela, en
razón de que no se tienen en cuenta las diferencias individuales de los estudiantes. Cada
persona es diferente genéticamente y posee experiencias pasadas diferentes. Incluso
cuando un currículo estándar se presenta utilizando métodos pedagógicos establecidos,
cada uno de los estudiantes tendrá una calidad diferente de experiencia. Por lo tanto, la
2. enseñanza y el currículo deben estar diseñados de tal manera que permitan la existencia
de estas diferencias. Además, afirma que un estilo de educación autoritaria no
representa un buen modelo para la sociedad democrática. Lo que los estudiantes
necesitan son experiencias educativas que les permitan convertirse en miembros
responsables, valiosos e iguales de la sociedad. Dewey critica la educación tradicional
porque no ve al estudiante como un ser integral, el diseño curricular que presenta está
demasiado centrado en el contenido y su contribución es muy poca al bienestar de los
individuos y la sociedad. (p. 101-104)
Por otro lado, la educación progresista, según él, es demasiado reaccionaria y
adopta un enfoque libre, sin saber muy bien cómo ni por qué la libertad puede ser útil en
la educación. La libertad por la libertad es una filosofía débil de la educación. Aunque
Dewey apoya la educación experiencial, o progresista, también critica la idea de dejar
completamente “libres” a los estudiantes, impulsada por algunos seguidores de este tipo
de educación, por considerar que los estudiantes a menudo no saben cómo estructurar
sus propias experiencias de aprendizaje para obtener un máximo beneficio de ellas. (p
103-104)
El error más común al analizar las ideas de Dewey es el de pensar que éste está
de acuerdo con todos los planteamientos de la escuela nueva o progresista. Este tipo de
educación para él, fue como hacer una oscilación hacia el lado opuesto en el péndulo
filosófico, contra los métodos de educación tradicional. Por eso, en la nueva escuela, la
libertad es la norma, los estudiantes no están restringidos por el educador. El problema
es que la libertad per se no es la solución.
Dewey afirma que se debe ir más allá de la oposición entre los paradigmas
tradicional y nuevo o progresista, sugiere que esto se puede lograr mediante una teoría
de la experiencia y haciendo que los educadores comprendan la naturaleza de la
experiencia humana; considera, además, que el aprendizaje necesita una organización o
estructuración y un orden, debe basarse, sobre todo, en una teoría clara de la experiencia
y no simplemente en el capricho de los profesores o de los estudiantes. Asimismo
propone que la educación se diseñe sobre la base de esta teoría para que sea eficaz y
agrega que una buena educación debe tener un fin social y un propósito para cada
estudiante. Para él, la calidad de una experiencia educativa tanto a largo plazo como a
corto plazo es vital en el proceso educativo.
En este sentido, la teoría de Dewey de la experiencia se basa en dos principios
centrales - la continuidad y la interacción. El principio de la continuidad se refiere a la
noción de que los seres humanos son sensibles a (o están afectados por) la experiencia.
En los seres humanos, la educación es fundamental para brindar habilidades a las
personas que les permitan vivir en sociedad. Los seres humanos aprenden algo, ya sea
positivo o negativo, de cada experiencia, y las experiencias acumuladas influyen en la
naturaleza de las experiencias futuras. Por lo tanto, cada experiencia de alguna manera
afecta todas las posibles experiencias futuras de un individuo. La continuidad se refiere
a esta idea de que cada experiencia se almacena y se lleva hacia el futuro, nos guste o no
(p.79-81), dado que cada experiencia es una fuerza en movimiento.
El principio de la interacción se basa en la noción de continuidad y explica cómo
la experiencia pasada interactúa con la situación actual, para crear la experiencia
presente. Dewey cree que la experiencia actual puede ser entendida en función de las
experiencias pasadas (almacenadas) que interactúan con la situación actual para crear la
experiencia de un individuo. Cualquier situación puede ser experimentada de manera
profundamente diferente debido a las diferencias individuales, por ejemplo a un
estudiante le puede encantar la escuela, mientras que otro la puede odiar; mi experiencia
de una clase, dependerá de la forma como el profesor organiza y facilita la lección, así
3. como de mi experiencia pasada de lecciones y profesores similares. Es importante que
los educadores entiendan esto. Quizás ellos no puedan controlar las experiencias
pasadas de los estudiantes, pero pueden tratar de entenderlas para poder presentar
mejores situaciones educativas a los estudiantes, ya que sobre lo único que ellos tienen
control es sobre el diseño de la situación presente. Tener una buena perspectiva sobre
los efectos de las experiencias del pasado que los estudiantes traen, le permite al
profesor proporcionar una educación de mejor calidad que sea relevante y significativa
para los estudiantes. El reto de la educación actual es descubrir cómo el conocimiento
del pasado puede convertirse en un instrumento potente para tratar de mejorar la calidad
de las experiencias presentes y futuras. (p. 84-87)
El valor de la experiencia debe ser juzgada por el efecto que la experiencia tiene
en el presente de la persona, en su futuro, y por la forma en que el individuo es capaz
de aportar a la sociedad. Dewey señala que una vez que se tiene una teoría de la
experiencia, como educadores es posible organizar progresivamente nuestros contenidos
y diseñar eficazmente una secuencia de experiencias educativas liberadoras de manera
que se tenga en cuenta las experiencias pasadas de los estudiantes con el fin de
proporcionar asimismo experiencias (para ello sugiere usar el método científico)que les
ayuden a su crecimiento futuro, ampliando así la posibilidad de que la persona pueda
desarrollar su potencial y contribuir como miembro de la sociedad. (p. 117-122)
La continuidad y la interacción, en palabras de Dewey, cuando se unen de
manera activa, recíprocamente, dan la medida de la significación y valor de una
experiencia.
Dewey analiza su teoría de la experiencia a la luz de los problemas prácticos de
la educación, tales como el debate que surge acerca de qué tanta libertad y qué tanta
disciplina usar; mostrando que su teoría de la experiencia (la continuidad y la
interacción) pueden ser una guía útil para ayudar a resolver estas cuestiones. Además de
los aportes anteriores, el pensamiento de Dewey reconoce al maestro como eje del
proceso educativo por su madurez y experiencia. Pero, quizás uno de los mayores
aportes de Dewey a la educación es su constante reflexión y análisis crítico de las
teorías existentes sobre educación y de sus propios planteamientos.
En este sentido, el reto para los educadores es que reevalúen sus propias
prácticas educativas a través de una reflexión permanente, con el propósito de
transformar la producción de experiencias educativas que partan de las experiencias que
trae cada uno de los estudiantes, dando la posibilidad de que la pedagogía se torne una
experimentación constante. Esta experimentación pedagógica permitirá observar cómo
ocurren los cambios en el carácter o actitudes de los estudiantes, además de determinar
el tipo de experiencias que tienen lugar en los ámbitos educativos, en este caso la
escuela (siempre en construcción). Si la experiencia educativa es la apropiada le
permitirá al estudiante crecer físicamente, moral e intelectualmente, porque incitará al
estudiante a la búsqueda de saberes, a la toma de decisiones y a la generación de deseos
y propósitos que conduzcan a abordar de manera exitosa los obstáculos que surjan
dentro y fuera de los espacios educativos. Es decir, esta experiencia tendrá efectos en el
tiempo puesto que el estudiante podrá dirigir el desarrollo de futuras experiencias en los
diferentes contextos en los que interactúa, adaptándose a nuevas situaciones con base en
las experiencias del pasado.
Bibliografía
Dewey, J. (2004). Experiencia y educación. España-Madrid: Editorial Biblioteca
Nueva, S. L.