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La apatía: El pecado que a mucha
gente no le importa
Apocalipsis 3:14-19
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el
testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o
caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de
mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de
ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te
aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas
rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descrubra la
vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Yo reprendo y castigó a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete”.
El pecado que a mucha gente no le importa… es el pecado de la
apatía. La palabra apatía es una transposición directa de la palabra
griega “apathea“, una palabra usada comúnmente por Aristóteles que
significa “sin sentimiento”.Los estoicos la usaban para expresar lo que
ellos consideraban el estado más apropiado en el cual estar, libertad
de cualquier tipo de emoción.Si Ud. busca en cualquier diccionario los
sinónimos de esta palabra se encontrará con algunos significadosbien
sorprendentes de lo que esta palabra significa; esta palabra envuelve
cosas tales como “indiferencia, frialdad, falta de interés, desatención,
falta de sentimiento, sin emoción, indiferente, impasible, frío”. Estas
son palabras de las cuales la Escritura tiene mucho que decir. La
Escritura define este asunto de la apatía cuando dice que “el amor de
muchos se enfriará” Mateo 24:12. “No nos cansemos, pues, de hacer
bien” Gálatas 6:9, “para que vuestro ánimo no se canse hasta
desmayar” Hebreos 12:3, y, por supuesto, el pasaje que se ha dado,
“por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente”.
CAUSAS
¿Cuál es la causa de la apatía? ¿Qué causa que cristianos lleguen a
ser apáticos, sin sentimientos, sin emoción, indiferentes, fríos? ¿Qué
es lo que causa esto? Se pueden encontrar al menos cuatro
explicaciones en la Escritura a la cual ya nos referiremos que nos dan
las causas de este pecado.
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1. La Cizaña
En Mateo 13, vv. 24-30; tenemos la parábola de la cizaña. Y algunos
creyentes llegan a ser apáticos por la cizaña que influencia
negativamente al cuerpo de Cristo. Se debe recordar que en la
parábola se cuenta de un buen hombre que sembró el trigo, y el
enemigo, de quien Cristo dijo que era el diablo, vino y sembró la
cizaña. Y al nacer el trigo, también nació la cizaña. Y fue difícil
distinguir entre el trigo y la cizaña. Cuando alguno de los obreros trató
de ir a sacar la cizaña, el Señor dijo: “No lo hagan, porque podrían
también arrancar el trigo al tratar de sacar la cizaña.
En el día del juicio, los ángeles separarán el trigo de la cizaña”. No hay
duda que la cizaña está teniendo una gran influencia en el cuerpo de
Cristo hoy día; aquellos que no han nacido de nuevo, que no son “tan”
pecadores, personas de las cuales no se pensaría que fuesen
pecadores, que hasta se han unido a una iglesia local y profesan ser
salvos, pero no tienen una vida cristiana real.
Alguna cizaña pudiera estar leyendo este artículo, alguien quien
realmente no tiene una vida cristiana pero aun así pudiera estar
profesando ser cristiano, y a quien otros pueden catalogar hasta como
cristiano y como no tiene verdadera vitalidad o vida espiritual, su
actitud está empezando a influenciar al verdadero hijo de Dios.
2. La Maldad
Otra causa de la apatía es la gran maldad que hay hoy en día. En
Mateo 24:12 dice, “por haberse multiplicado la maldad, el amor de
muchos se enfriará”. Oh, qué importa; por qué preocuparse por eso;
sólo mira como marchan las cosas en otros lugares. La gran maldad
que se ve hoy día puede causar que algunas personas lleguen a ser
apáticas e indiferentes y decir, “¿vale la pena tratar de buscar a Dios y
las cosas de la Biblia, si, mira como va el mundo”?
3. La Pérdida de Visión
La pérdida de visión en cuanto a nuestra recompensa puede también
causar la apatía. En Gálatas 6:9 dice: “No nos cansemos, pues, de
hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. El
v. 10 prosigue diciendo, “Así que, según tengamos oportunidad,
hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”. No
se debe perder el enfoque de la recompensa que vendrá. Si nuestra
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visión de esa recompensa se desvanece, podemos llegar a ser
apáticos, indiferentes y fríos al hecho de siempre proyectar un
testimonio fervoroso por el Señor Jesucristo.
4. La Presunción
Y por supuesto, aquí en Apoc. 3 se encuentra la causa de la
presunción, o la de creerse sabio en su propia opinión, diciendo “yo
estoy bien”, esto puede producir apatía.
Por supuesto, pueden haber problemas físicos. Alguien puede estar
tan cansado físicamente y la apatía puede llegar a su vida. Alguna
enfermedad pudiera ser la causa de la apatía o aun alguna deficiencia
dentro de nuestro sistema. Pero en la mayoría de los casos, la causa
de la apatía se debe a alguno de los problemas espirituales que ya se
han mencionado.
MANIFESTACIONES DE LA APATÍA
¿Cuáles son algunas áreas en las cuales se muestra la apatía?
1. Hacia la Escritura
Encontramos una tremenda apatía hacia la Escritura. Personalmente,
creo que ese es el problemaprincipal. En Hebreos 5:11,el escritornos
dice: “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar,
por cuanto os habéis hecho tardos para oír”. El problema no era que
esta gente estaba privada de la Escritura, sino que había perdido el
interés de escuchar. Había una apatía hacia la Palabra de Dios.
Alguien puede estar escuchando la Palabra de Dios semana tras
semana, estar donde es enseñada y predicada y aún así tener apatía
hacia la misma. Así como una persona se puede encontrar en una
multitud y decir: “me encuentro tan solo”. En Hebreos 5 se encuentran
tres áreas de apatía hacia las Escrituras:
Primero, la pérdida de responder positivamente a la Escritura. En el v.
12 dice, “habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche”.
Ellos habían llegado a este punto por no haberle hecho caso a la
Palabra; y Ud. pudiera llegar a ser apático hacia la Palabra al no
respondera ella cuando ésta es predicada o enseñada. En Hechos 28
el apóstol Pablo habla de una multitud religiosa de personas que
tenían acceso a la enseñanza de la Palabra de Dios; aquí el apóstol
hizo una declaración que el Señor Jesucristo había hecho en Mateo
13. Esta declaración de nuestro Señor también había citado de Isaías
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6 cuando dijo: “De oído oiréis y no entenderéis; y viendo veréis, y no
percibiréis; porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con
los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos han cerrado, para que no
vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se
conviertan, y yo los sane”. Cuando se pierde la sensibilidad a la
palabra, el corazón se pone duro.
Hay algo peor que ser cabezadura, eso es ser corazónduro, no tener
un corazón tierno a la Palabra de Dios. Un corazón duro produce
apatía.
En segundo lugar, encontramos en Hebreos 5 que la falta de ejercitar
o poner en práctica lo que oímos produce apatía. En el v. 14 dice que
el que tiene los sentidos ejercitados puede discernir entre el bien y el
mal. Es posible hasta en el aspecto físico que una persona coma tanto
y tanto que después de un tiempo esté hastiado que no la quiera. Eso
mismo puede suceder en el aspecto espiritual. La escuchamos, la
estudiamos y la hablamos, pero no la ponemos por obra y después de
un tiempo la comida de la Palabra de Dios va perdiendo su atracción.
Y esa falta de acción puede resultar en vagancia. En Hebreos 6:12, el
escritordice, “a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de
aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”.
Y en tercer lugar, la apatía hacia la Escritura produce una falta de reto.
El escrito dice en Hebreos 6:11, “Por tanto, dejando ya los rudimentos
de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección (madurez); no
echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas,
de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de
manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno”. Una
pérdida de reto: ésta es la razón por la cual mucha gente se está
yendo al movimiento carismático, porque están oyendo algo que no
han escuchado y les está retando a que consideren algo nuevo.
Yo viajo 26 semanas al año para tener campañas evangelísticas y de
avivamiento. Como resultado de mis viajes, tengo la oportunidad de
comer en muchos restaurantes y Ud. sabe que hay tres cosas que
pueden alejar al cliente de un restaurante. Número uno, puede ser el
precio. Ud. sale de ahí y dice: “Hombre, no vuelvo más a este lugar,
los precios son muy altos”. Número dos, el servicio ofrecido, ya sea
que sea deficiente o que no sea muy limpio. Y número tres, la comida
en sí. Personalmente creo que estos mismos factores pueden alejar a
las personas de los ministerios. Dicen, “bueno, salieron porque no
estaban dispuestos a pagar el precio. No les gustaron las normas y
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convicciones que tenemos”. Esto pudiera ser cierto en muchos casos
pero no siempre es así. A veces es porque el servicio es deficiente, el
trato y la actitud dejan mucho que desear; o simplemente la comida en
sí está mala. El restaurante no está dispuesto a inspeccionar la
comida y el servicio que es presentado, y rápidamente dice: “bueno,
ellos no estaban dispuestos a pagar el precio”. Como resultado,
mucha gente está llegando a ser apática a la Palabra de Dios porque
año tras año están en “los rudimentos de la doctrina de Cristo” sin
ningún tipo de nuevo reto.
2. Hacia la Santificación
La segunda área de apatía es una apatía hacia la santificación, apatía
hacia la santidad, lo cual está resultando en que mucha gente exprese
disgusto hacia la separación, hacia las buenas normas. En I Juan 3:2-
3 dice:
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo
que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo
aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como
él es puro”.
Si llegamos a ser apáticos hacia la santificación, entonces estaremos
desenfocados en nuestra posición actual, en nuestra apariencia.
Somos hijos de Dios. La realeza debe presentarse como realeza. Yo
no podría entender como una persona que asistió a una escuela de
modelaje y después tratara de dar la apariencia como si no tuviera
buenos modales.Así mismo,no puedo entender a personas que van a
una iglesia de “modelaje espiritual” y después tratan de dar la
impresión que nunca han asistido a una iglesia así y tratan de actuar
como el mundo.
Esto es tener una apatía hacia la santidad, hacia la santificación,
porque no se tiene el enfoque correcto de nuestra posición como hijos
de Dios. “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él (de verle), se
purifica a sí mismo”. Todo aquel que tiene un buen enfoque está
preocupado porla santidad, porque espera al Señor y no quiere que le
encuentre vestido con andrajos espirituales.
3. Hacia el Servicio
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Y la tercera área de apatía, es la apatía hacia el servicio cristiano. En I
Cor. 16:15 el apóstol Pablo habla de la familia de Estéfanas que “se
han dedicado al servicio de los santos”.Y entonces en el v. 17-18 dice
que “me regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de
Acaico, pues ellos han suplido vuestra ausencia. Porque confortaron
mi espírituy el vuestro; reconoced,pues, a tales personas”.La palabra
“dedicado” en el v. 15 tiene la idea de que se habían hecho adictos a
tal tarea. Un adicto es uno que cree que va a morir si no se suple o
hace a lo que es adicto. Por el otro lado, una persona nunca dice:
“bueno, de aquí en adelante voy a ser un drogadicto”. Nadie dice: “de
aquí en adelante voy a ser un adicto al alcohol o a otra cosa”. Una
persona comúnmente no hace esto, pero estos hermanos, sí, se
propusieron dedicarse al servicio de los santos.
Note que esta iglesia en Laodicea no estaba sin hacer nada. El Señor
dijo: “Yo conozco tus obras”. No necesariamente que no hicieran algo,
sino lo que estaban haciendo no estaba progresando. No había
verdadero poder en lo que esta iglesia estaba haciendo.
¿Ha oído del candidato a misionero cojo que aplicó a cierta misión
hace un tiempo? Mientras la junta de la misión lo examinaba le
preguntaron: “¿por qué tú, cojo, tienes tanto deseo de ir al campo
misionero?” Él les dijo: “Porque no veo muchos con dos piernas
interesados en ir”.
4. Hacia el Ganar Almas
Y entonces, también hay apatía hacia el ganar almas. Pasajes tales
como Judas 22 y 23 que dice:“A algunos que dudan, convencedlos. A
otros salvad, arrebatándolos del fuego”. Hay una apatía hacia el ganar
almas. Hay una indiferencia y falta de preocupación por las almas
perdidas.
En cierta ocasión, el gran predicador Percy Crawford, un hombre a
quien Dios le dio un gran ministerio especialmente con los jóvenes, iba
hacia la ciudad de Filadelfia y llegó a un punto donde no podía seguir
más porque el tráfico estaba parado. En su curiosidad, se bajó del
auto y fue a ver qué sucedía más adelante. Pronto se dio cuenta que
había ocurrido un accidente y un hombre se encontraba entre los
escombros sin poder salir. Percy Crawford inmediatamente sacó su
Nuevo Testamento y le preguntó si conocía al Señor Jesucristo como
su Salvador personal. El camionero dijo: “No, señor, no lo conozco”. El
Sr. Crawford dijo: “Yo puedo ayudarle al respecto”.Y pronto él empezó
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a explicarle el plan de la salvación. Un poco más tarde llegó un oficial
de la policía y al darse cuenta de lo que estaba pasando le dijo al Sr.
Crawford que tenía que moverse de ahí. El Sr. Crawford lo hizo y
pronto llegó un doctor que diagnosticó que el camionero no tenía
mucho tiempo de vida y que lo único que se podía hacer era tratar de
cumplir sus últimos deseos. El oficial de policía le dijo al camionero lo
que el doctor le había dicho y le preguntó si había algo en lo que le
podía ayudar. El camionero le contestó que había estado allí un
hombre que podía ayudar. Percy Crawford oyó lo que este hombre
pedíay rápidamente fue a ayudarlo. Le presentó el plan de salvación y
le dijo que orara con él la oración del pecador.
Cuando terminaron de orar, el Sr. Crawford le preguntó si había hecho
la oración también; a lo que el camionero le contestó: “¡oh, gracias,
predicador, gracias predicador”. Y con un agradecimiento al Sr.
Crawford y una sonrisa en su rostro, ese camionero de 24 años de
edad fue a encontrar al Señor ya no como su Juez, sino como su
Salvador. ¿Qué hubiese pasado si Percy Crawford hubiese sido
apático a aquella alma perdida aquel día?
RESPUESTA AL PROBLEMA
En Apocalipsis 3:18y 19 se nos da la respuesta a este problema de la
apatía. El Señor dice: “Por tanto, yo te aconsejo” y le da dos
soluciones. Podemos solucionar la apatía ya sea cambiando
voluntariamente o recibiendo el castigo de Dios. Podemos solucionar
la apatía dominando al viejo hombre a través del arrepentimiento y
dándole aliento al nuevo hombre a través de la fe perfecta la cual es
representada en el oro refinado en fuego (v. 18) y las vestiduras
blancas (v. 18) y el ungimiento de los ojos con colirio para ver (v. 18) o
por el otro lado, podemos continuar rechazando el cambio, y el Señor
nos corregirá fuertemente.La Biblia dice: “Pero por cuanto eres tibio, y
no fío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Apoc. 3:16).