Para lograr un buen desempeño al atender clientes, es importante satisfacerlos de manera amable, siendo amistosos, responsables y teniendo paciencia. El servicio al cliente implica tratar a cada persona que interactúa con los clientes de una empresa de forma que se genere satisfacción. Existen ocho tipos de clientes, como los clientes polémicos, sabelotodos, minuciosos, habladores, indecisos, groseros, impulsivos o desconfiados.