El documento describe el yo integral como la reunión de las partes física, psíquica y social del ser humano. Explica que el yo físico se refiere al cuerpo, el yo psíquico incluye las emociones, la mente y el espíritu, y el yo social implica las relaciones con los demás. Concluye que es importante mantener un equilibrio entre estos tres aspectos, ya que si alguno falla puede causar patologías y complicaciones en la persona.
1. El yo integral
El yo integral es la reunión de todas las partes del ser, donde se tienen carga de
energía que se manifiestan en las actividades y en el vivir diario. Está constituido
por el yo físico, el yo psíquico y el yo social.
EL YO FISICO:
Es el organismo que necesita de atención y cuidados para poder desarrollar las
capacidades y convertirlas en habilidades.
Significa también que es materia viva que tiene vida, forma, es temporal y
espacial, donde la actitud toma cuerpo y la forma de vestir constituye la apariencia
que quiere representar y está condicionada por su edad, su sexo, su estructura y
acción.
El ser físico es forma y funcionamiento de sistemas y órganos. El bienestar físico,
entonces, se torna en el origen y el fin de la mayoría de los actos humanos y es el
motivo o razón de ser de los prestadores de servicios a la salud.
EL YO PSÍQUICO:
Es la parte interna que se divide en tres: lo emotivo, la mente y el espíritu.
La parte emotiva es la que lleva al hombre a actuar según las circunstancias, sin
mayor discernimiento, gobernado por los estados de ánimo, los sentimientos, los
instintos, las tendencias y las pasiones. De ahí la importancia de controlar las
emociones para mantener un equilibrio sano en nuestra personalidad. Lo más
indicado no es reprimir las emociones, sino vivirlas controladamente.
Un aspecto importante es utilizar la mente con sus talentos para no llenarse de
etiquetas, pesimismos o depresiones, transformando los pensamientos negativos
en positivos para dar y recibir alegrías del mundo y de nuestros congéneres.
A medida que la vida transcurre el cerebro va grabando, como un cassette virgen
las experiencias positivas y negativas y, cuando se asume un comportamiento o
una actitud, se está reaccionando con todo el bagaje acumulado en nuestras
experiencias, pudiendo en ocasiones reaccionar dejándonos llevar por las
emociones y los sentimientos y pudiendo herir a los demás, si actuamos con
desatino, impulsivamente y sin mayor prevención de las consecuencias.
Las actitudes negativas son como telarañas que impiden que salga el verdadero
yo; es como un cristal que tiene manchas y que no es del todo transparente
tergiversando de esta manera la verdadera imagen que debe reflejar.
El llamado, entonces es a ser transparentes, a dar estímulos y fortalezas, a hacer
sentir bien a quienes nos rodean, a optar por un no ante la agresividad, el odio o la
injusticia.
La mente tiene el potencial para llegar a ser lo que uno quiere ser, pero, este
potencial hay que ponerlo en juego, practicarlo para que se desarrolle y nos
permita ser lo que queremos.
La mente es el puente para el espíritu que, en definitiva y en esencia es lo que
realmente somos: Espíritu. Somos espíritu de verdad, de justicia, de amor. Estos
no son dones de la divinidad, son dones del ser humano, pero que debemos
esforzarnos por hacerlos realidad en nuestras vidas. Ser espíritu es reconocer la
trascendencia del hombre y de la mujer, es lograr que lo divino se haga parte de
2. nuestra realidad física, es más que alabar a Dios o a Cristo, es ser ellos, es
considerarnos uno con todos, es reconocer en el paciente, a nuestro hermano y
más aún, es reconocernos nosotros mismos.
EL YO SOCIAL:
No vivimos solos en el mundo. Se disfruta más si nos llevamos bien con los
demás.
El yo social es indispensable para poder desarrollarnos como ser útil a nosotros
mismos y a la sociedad. Implica relacionarnos con otros,trabajar en equipo,
satisfacer las necesidades de familiares, amigos y pacientes, organizar los
pensamientos y actuar con calidad.
Es necesario es este aspecto, el social; tener buenas relaciones con toda clase de
personas, respetando su individualidad y teniendo en cuenta que todos los seres
humanos aspiran y desean ser alguien en la vida y existimos para colaborarles en
esa lucha. Que al igual que ellos nosotros también aspiramos y lo logramos con
ellos, para ellos y desde ellos.
El éxito de todo objetivo o meta lograda, esta en las relaciones con los demás.
Hoy en día casi nada se puede lograr ni hacer en aislamiento ya que todos inter-
dependemos de nuestros semejantes, de nosotros depende la relación con los
demás; la forma como nos comportamos, actuamos, pensamos, nos comunicamos
y expresamos nuestros sentimientos.
Concluimos que es muy importante mantener un equilibrio en el “yo integral” ya
que si falla algunos de estos aspectos físico , psíquico, social hay patologías y
complicaciones en el ser humano.
1. Reflexiona sobre los 3 aspectos físico, psíquico, social.
2. Por qué la importancia de mantener un equilibrio.
3. En que influyen los 3 aspectos.