Historia Antigua: los Etruscos

1. Ficha de Historia del Arte Prof. Fernando de los Ángeles
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Los Etruscos
Los etruscos fueron creadores de la más
sobresaliente civilización italiana anterior al
surgimiento de Roma. Lamentablemente,
muchos aspectos de la vida de estos
pueblos todavía son mal conocidos; el
principal obstáculo deriva del hecho que, hasta
el presente el significado de su escritura no
pudo desentrañarse por completo.
Se sabe que entre los Siglos -IX y -VII los
etruscos ya poblaban los territorios
comprendidos entre el mar Tirreno y los ríos
Arno y Tiber. Con respecto a sus orígenes, no
existe certeza alguna. se formularon tres
teorías: para algunos, proceden del Norte, de los territorios situados más allá de los
Alpes; para otros, entre ellos Herodoto, del Asía Menor; y según una tercera teoría
eran poblaciones establecidas en la península desde épocas muy remotas. De estas
tres teorías, la que tiene más aceptación es la del origen oriental.
Lo cierto es que en el siglo -VII ya habían alcanzado considerable poderío y se
habían extendido hacia el Norte, apoderándose de la llanura del Po, y hacia el Sur,
estableciendo su dominio sobre el Lacio y la Campania. Por su tendencia
expansionista y a causa de sus actividades comerciales, llegaron a rivalizar con las
ciudades griegas e hicieron alianzas con los cartagineses para combatirlas.
Después de dos siglos de prosperidad, a partir del S. -V comienza la decadencia: su
comercio sufre tropiezos, el Lacio se emancipa, la flota es derrotada por los griegos
y los montañeses invaden Campania. En el siglo -IV los galos les arrebatan la llanura
del Po, en tanto las decisiones internas y las rivalidades entre las ciudades aceleran
la decadencia. En el S. -III se apodera de toda Etruria.
La vida de los Etruscos
Los etruscos fueron buenos agricultores: practicaron métodos perfeccionados de
cultivo de vid, olivo y trigo y, mediante la construcción de diques y canales,
efectuaron importantes trabajos de desagües para desecar los terrenos pantanosos.

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Dueños de importantes minas de hierro y cobre
dentro de sus propios territorios o de los
territorios vecinos (isla de Elba), extrajeron el
mineral y poseyeron una excelente técnica
metalúrgica. También como alfareros y
tejedores fueron buenos artesanos.
Las actividades comerciales, muchas veces
mezcladas con verdaderos actos de piratería,
tuvieron una gran importancia dentro de la vida de este pueblo. Los etruscos
exportaban principalmente bronce, cobre, hierro y cereales, e importaban objetos
preciosos y cerámica fina de procedencia griega o fenicia. Conocieron el uso de la
moneda a partir del siglo -V (antes usaban simples lingotes de bronce) y ejercieron
el control de las rutas comerciales del ámbar y del estaño, que atravesaban la
península procedentes del norte.
Las Ciudades
Los etruscos estuvieron organizados en ciudades, del tipo de la ciudad-estado
griega, que incluían no solamente la zona urbana, sino también la campaña
circunvecina. Cada una era independiente, pero se
cree que legaron a organizar una confederación de
doce ciudades, acerca de la cual no se posee
noticias muy claras. Tarquinia, Populonia,
Volterra, Veyes, Ceres, Vulci, Clusium, y
Vetulonia, fueron las principales. De todas ellas
con excepción de sus necrópolis, muy estudiadas
por los arqueólogos, no se conservan restos
suficientes como para una buena reconstrucción. Se sabe que tuvieron muy en
cuenta las características del terreno y las necesidades de la defensa.
Con los datos confusos que se poseen, resulta sumamente difícil precisar cómo se
gobernaban estas ciudades. Según parece, su régimen de gobierno fue monárquico;
tuvieron en sus primeras épocas un rey (posiblemente denominado lucumon), que
era al mismo tiempo jefe militar, jefe religioso y juez supremo. Posteriormente, la
autoridad del rey habría pasado gradualmente a un conjunto de magistrados,
miembros de la aristocracia, que adquirían cada vez mayor poder.

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Las grandes diferencias existentes entre las tumbas halladas indican, así mismo,
una importante división social: por un lado, la nobleza, rica propietaria de tierras,
y por el otro, el resto de la sociedad, en una situación de marcada inferioridad. En
cuanto a la situación de la mujer, se cree que no estuvo relegada al exclusivo
ámbito del hogar, como la griega; las esculturas y las pinturas la muestran
participando de la vida social con igual dignidad que el hombre.
Religión
No se tiene una noción clara acerca de las ideas religiosas de los etruscos. La
insuficiencia de las informaciones se hace sentir mucho más cuando se trata de
fenómenos de captación tan difícil como son los que pertenecen a la vida espiritual
del hombre.
De acuerdo con lo que nos dicen las inscripciones etruscas, los monumentos
funerarios y los relatos de escritores griegos y latinos, una de las características
más salientes de esta religión radica en la sumisión completa del hombre a la
voluntad de fuerzas superiores, cuyos designios son misteriosos.
Su preocupación frente a los fenómenos de la naturaleza consistía, ante todo, en
tratar de interpretarlos, buscando en cada uno de ellos advertencias de los dioses.
Para conocer la voluntad divina, recurrían a diversos medios; entre ellos, preferían
el estudio del vuelo de las aves, la observación del rayo y la lectura e
interpretación de signos en las vísceras de animales sacrificados (especialmente el
hígado). En este caso son visibles las semejanzas con la religión de los babilonios.
El estudio de los presagios contenidos en todos los objetos y fenómenos,
correspondía a personas especializadas llamadas arúspices. También ellos fijaban
los actos del culto, oraciones, sacrificios y fórmulas rituales que se debían cumplir
en forma muy precisa para obtener cierto favor de los dioses.
Las ideas acerca de lo que sucede después de la muerte experimentaron cambios.
Durante la primera época se pensó que el difunto llevaba una nueva existencia en
la tumba, y con tal objeto se lo rodeaba de los elementos indispensables.
Posteriormente, quizá coincidiendo con el periodo de decadencia de Etruria,
tuvieron una posición más pesimista, creyendo que el alma los muertos viajaba al
reino de las sombras, donde llevaría una existencia de dolores y terrores,
atormentada por demonios monstruosos.
. BIBLIOGRAFÍA
-Traversoni, Alfredo; Historia de Roma, Ed. Kapelusz, 1965