Este documento discute los desafíos de superar el enfoque asistencialista en el trabajo social y propone un enfoque basado en el empoderamiento comunitario. Señala que el asistencialismo promueve la dependencia y pasividad en lugar de desarrollar las capacidades de las comunidades. Propone en cambio que las comunidades sean protagonistas de su propio desarrollo a través de la problematización participativa, la priorización de problemas y el fortalecimiento de recursos propios. Concluye que este enfoque representa un des
1. Buscando caminos para superar el asistencialismo: una experiencia desde el
trabajo rural
Paola Cáceres, Socióloga Área Desarrollo Sustentable
Fundación CRATE
No le regales un pez, enséñale a pescar. —Mahatma Gandhi
Este aforismo hindú alude a un punto no menos conflictivo en nuestro quehacer de
profesionales -de diversas áreas- que día a día interactuamos con los sectores a los cuales
se les denomina como “vulnerables”. Es así como tras décadas de intervenciones sociales se
han promovido una serie de políticas basadas en un enfoque asistencialista, que
fundamentalmente tiene que ver con generar una serie de acciones paliativas que buscan
satisfacer necesidades momentáneas de la población, promoviendo una cultura de
dependencia y de pasividad que reproduce estructuralmente la pobreza.
Esta mirada instalada tanto en instituciones gubernamentales como en los propios sectores
carenciados, se expresa en conductas que fundamentalmente externalizan la resolución de
las problemáticas o dificultades, es un otro externo el que por obligación debe
proporcionar efectiva y oportunamente la solución.
Ante este contexto, cabe preguntarnos cómo vamos – desde nuestro trabajo- ir aportando
gradualmente hacia la superación de esta mirada, sin perder de vista que son múltiples los
elementos que intervienen en los cambios: subjetivos, históricos, sociales, que sin lugar a
dudas nos sitúa ante un escenario complejo. Entendemos que las transformaciones deseadas
no suceden de forma inmediata, sino que son parte de extensos procesos que se inician
desde acciones conscientes y claras que vayan aportando a una nueva manera de hacer las
cosas.
Es así como, desde nuestra experiencia en Proyectos de agricultura sustentable dirigido
hacia población rural, se ha trabajado con un enfoque basado en el concepto de
sustentabilidad y de empoderamiento comunitario, que parte desde una perspectiva
diametralmente opuesta al clásico asistencialismo. Desde este enfoque y las metodologías
utilizadas podemos abstraer ciertos conceptos claves que pueden aplicarse en otras
intervenciones, otorgando así el protagonismo a las comunidades y sus miembros,
considerando a estos como participantes de un proceso y no como clientes; estos son:
Problematizando participativamente las situaciones que buscan un cambio
Priorización de las problemáticas.
Potenciando el recursos propios ( materiales, e inmateriales a nivel familiar y a nivel
comunitario)
Recuperando y valorizando prácticas culturales tradicionales que tienden al trabajo
comunitario y solidario.
Otorgando capacidades de negociación de las demandas ante la red externa para con
ellas obtener cambios que beneficien a la comunidad.
2. Desde este concepto de desarrollo, se parte desde los propios actores sociales que generan
desde su realidad, rutas de posibles soluciones a sus problemáticas, no como simples
sujetos de asistencia, sino como protagonistas de su propio desarrollo.
Sin lugar a dudas, lo anterior se presenta como un desafío que es necesario integrar a
nuestro trabajo que nos implica reexaminar las acciones que diariamente realizamos y de
esta forma contribuir a no seguir reproduciendo prácticas asistencialistas, que inhiben el
desarrollo de las capacidades endógenas de los sectores vulnerables.