Luis Eduardo Aute es un cantautor filipino-español de 69 años que ha expresado su arte a través de la música, la poesía, la pintura y el cine desde la década de 1960. Aute cree que su misión no es trascender en el tiempo sino registrar el momento real que se escapa a través de sus canciones. Aunque las generaciones y tendencias cambian, él compone lo que siente y cree sin desesperarse por ser relevante para públicos nuevos. Lo que importa para Aute es tener historias que contar a través de
2. ¿Qué siente
el señor Aute?
Trascender en el tiempo no es la ansiedad del artista. Su cruda misión
es registrar el tiempo real que se escapa entre notas y algunas copas.
Luis Eduardo Aute no conoce el método para que sus canciones tengan
relevancia en generaciones que caducan y reviven con el trabajo de los
autores. Ante la exigencia de los públicos por escuchar nuevas voces que
sintonicen con su realidad, él no se desespera y compone lo que siente y
lo que cree: “Intento ser coherente con lo que escribo y que esa canción no
sea gratuita, que sea un poema que descargue mis ganas de sobrevivir y
estar de acuerdo conmigo mismo”. Con su voz relaja los ánimos de quienes
pretenden intervenir en la celosa privacidad.
Para el entorno actual, el cantautor filipino-español intenta que su
talento no sea un éxito comercial. Ha expresado su arte como director de
cine, poeta, pintor y músico desde los años sesenta. “Si dibujo, si tomo
fotos o si estoy con una guitarra, lo que experimento es darle forma a algo
que quiero contar”. Unas veces lo consigue por medio de las imágenes,
otras con las palabras o con la música. Su necesidad de dar cuerpo a la
enigmática idea se cristaliza cuando su trabajo tiene nombre: “Necesito
reflexionar y descargar sentimientos para no ir al psicoanalista”.
En su reciente visita al Ecuador para el homenaje artístico a
Guayasamín, Todas las voces, todas, el cantor de 69 años dijo que no le
atemorizan las transformaciones generacionales, lo que le importa es tener
siempre pizcas que narrar: “Los cambios son como un martillo que hay
que utilizar para relatar”. El peligro para Luis Eduardo Aute es quedarse
sin recursos para hablar. Sin embargo, no se callará hasta que pueda…
— por cristhian vera
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