La presentación contiene demasiada información en cada diapositiva con grandes cantidades de texto y listas de detalles de varios niveles. Utiliza fondos y colores recargados que dificultan la visión, así como animaciones constantes que no añaden valor. Para hacer una buena presentación, se debe incluir solo la información relevante de forma clara y concisa sin distracciones visuales ni exceso de animaciones.