La desnaturalización de las proteínas ocurre cuando pierden su estructura tridimensional nativa y orden superior, reduciéndose a una cadena polipeptídica sin forma fija. Cualquier factor que modifique la interacción de la proteína con el disolvente disminuye su estabilidad y puede causar la precipitación al eliminar la envoltura acuosa, neutralizar las cargas eléctricas o romper puentes de hidrógeno. La precipitación suele ser consecuencia de la desnaturalización, cuando la proteína queda desnatural