1. Unamuno y la cuestión de la independencia Vasca A finales del XIX, Unamuno exhuma el mito del Bilbao insurreccional, actitud que, leyendo al propio Unamuno, resulta más romanticona que de fundamento. Unamuno -lingüista ante todo en el fondo de su alma- se siente enaltecido a escribir con motivo del sitio carlista a Bilbao. Este lexicón unamuniano no era el euskera ni el castellano, sino «la lengua hablada en el paraíso por Adán y Eva»
2. Don Miguel queda así como fundador del moderno vascuence, y Juaristi lo documenta muy bien, pero atendamos, por otra parte, al fervor y la voluntad con que don Miguel se hizo toda la vida un castellano, un español, pues conocía las deficiencias del suyo. Teorizando sobre la lengua, como sencillamente ejercitándola, Unamuno es un fascinado por el castellano, sin llegar al punto ridículo de su paisano Basterra, que ponía el Diccionario de la Lengua en un pesebre y se arrodillaba a «pastar palabras».