Los wixaritari de la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán acordaron en su asamblea rechazar tajantemente cualquier actividad minera en su territorio. Han detectado que empresas mineras envían empleados encubiertos a su territorio para obtener información sobre los recursos minerales sin su consentimiento. La comunidad aprobó sanciones para cualquier miembro o institución que facilite estas incursiones mineras no autorizadas. Buscan proteger sus tierras ancestrales y su cultura de las amenazas de la industria minera.
La lettera di pedro Sanchez che annuncia una "pausa"
México el pueblo wixarika no sera complice de las mineras
1. México: El pueblo wixárika no será cómplice de las
mineras
Enviado por ewituri el Lun, 09/17/2012 -
(Por Gloria Muñoz Ramírez. Fotografía: Prometeo Lucero)
Desinformémonos, Mesa del Tirador, Jalisco. 17 de septiembre.- El
acuerdo principal de la comunidad wixárika de San Sebastián
Teponahuaxtlán es contundente: el rechazo tajante “a cualquier tipo
de actividad minera, sea cual sea la modalidad o etapa de la misma”.
Encubiertos bajo cualquier identidad se internan en la sierra huichola,
actúan como delincuentes, sin decir exactamente sus intenciones, y
se dedican a recabar información, casi casa por casa, sobre los
minerales que hay en el territorio de la comunidad wixárika de San
Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños, perteneciente a los
municipios de Mezquitic y Bolaños, en la mera frontera entre Jalisco y
Nayarit.
Así llegan los empleados de las empresas mineras que pretenden
instalarse en estos parajes. Son ellos el primer eslabón del trabajo
sucio para empezar a marcar el terreno. El engaño o la compra de
información abierta es su método para que los pobladores ancestrales
de estas tierras les ofrezcan muestras y les indiquen rutas de
exploración.
Es por esto que en su asamblea trimestral, los mil 636 wixaritari
concentrados en la localidad de Mesa del Tirador, acordaron
“sancionar a miembros de la comunidad que promuevan o faciliten
dichas incursiones mineras; conforme al propio sistema normativo y
formas tradicionales de toma de decisiones”.
La amenaza minera es tan grave que la asamblea decidió que “en
caso de reincidencia de estos actos”, los comuneros serás despojados
2. de sus derechos agrarios de forma definitiva, es decir, se les retirará
el predio que poseen.
El acuerdo principal es contundente: “La asamblea general de
comuneros rechaza tajantemente cualquier tipo de actividad minera,
se cual sea la modalidad o etapa de la misma”. Y a partir de este
punto se desglosan los demás acuerdos.
La asamblea se realiza los días 7, 8 y 9 de septiembre y hasta aquí
llegan pobladores de las 36 localidades que conforman San Sebastián
Teponahuaxtlán. Se destaca la presencia de cientos de jóvenes que
llegan en grupo o con sus familias y se instalan en los lugares
destinados por los anfitriones.
Se trata de una reunión como las que se sostienen cada tres meses
para tratar desde asuntos financieros hasta conflictos agrarios. En
esta ocasión los puntos nodales son la amenaza de las mineras y la
presentación del Estatuto Comunal, que justo servirá para normar los
principios que habrán de regir para salvaguardar su cultura.
Desde Mesa del Tirador, uno de los pueblos de la comunidad Waut+a
(conocida en castellano como San Sebastián Teponahuaxtlán), se
vislumbran las 28 mil hectáreas que estos pueblos recuperaron entre
el 2001 y 2005, y que conforman las más de 240 mil que Pedro de
Haro, autoridad moral de los huicholes, logró que se les reconocieran
como tierras comunales en 1954.
Pues estaban invadidas por los mestizos de Huajimic y de Puente de
Comatlán. Aún con el reconocimiento permanecieron invadidas hasta
que en los setenta don Trinidad Carrillo se fue a buscar a wixarikas
3. que desde la revolución se habían ido a vivir a las orillas del río
Santiago. Los convenció de regresar a ocupar sus tierras y fundaron
entonces Mesa del Tirador.
Ahora, tan solo sobre el territorio recuperado de San Sebastián,
pesan tres concesiones mineras para explotación de oro, plata y
manganeso, por lo que, para defender sus tierras y su cultura, la
asamblea decidió:
“Que es obligación de los comuneros, comisarías tradicionales,
autoridades tradicionales y agrarias, vigilar y hacer del conocimiento
al órgano de representación comunal de cualquier indicio o anomalía
detectada referente a la minería”. “Se trata de que en esta asamblea
se vean los problemas rezagados en nuestra comunidad.
Todos tenemos la libertad de hablar, con las mismas obligaciones y
los mismos derechos, pues la asamblea es de todos, no sólo de las
autoridades, y es la oportunidad de sacar nuestras inconformidades”,
dice uno de los oradores en el inicio de una de las tantas reuniones
con las que se organizan estos pueblos para sacar sus acuerdos,
señala al inicio el comisario Octaviano Díaz.
La asamblea dictamina también sanciones para los que vienen de
afuera, como señala uno de los comuneros, pues “son ellos los que
traen la división a la comunidad”.
Por eso, acordaron sancionar a cualquier organización civil o
institución gubernamental “que promueva o facilite dichas incursiones
mineras; conforme al propio sistema normativo y formas
tradicionales de toma de decisiones, así mismo será desconocido de
manera definitiva por la comunidad”.
“Me preocupa que algunos wixárika sean cómplices de las mineras.
No podemos permitirlo”, dice otro de los comuneros, al tiempo que
relata que un empresario intentó comprarlo ofreciéndole la bicoca de
200 pesos por las muestras de minerales que le entregara, o para
servirle de guía. “Pero yo lo rechacé y lo turné a la autoridad”,
señala.
No todos los ofrecimientos son tan magros. Trascendió que una
empresa canadiense ofreció 30 millones de pesos a la asamblea y 10
millones más al comisariado de bienes comunales por permitir la
exploración del territorio y el establecimiento de minas.
4. El derecho a ser consultados es el principal argumento en su defensa,
pues, advierten, es una “obligación inamovible de todas las
autoridades mexicanas, consultar de manera libre previa e informada,
y en su caso la obtención del consentimiento de las comunidades,
sobre el uso y/o explotación de cualquier recurso natural dentro de
los territorios comunales”.
http://desinformemonos.org/2012/09/el-pueblo-wixarika-no-sera-complice-de-las-mineras/•