El documento describe la relación entre José, María y Jesús. Explica que José y María contrajeron un verdadero matrimonio y que José recibió gracia divina para cumplir su misión como esposo de María y padre nutricio de Jesús. También destaca las virtudes de José y su importancia como modelo a seguir.
1. SAN JOSÉ, 1SAN JOSÉ, 1
El Magisterio sostiene que la Virgen y San José
contrajeron un verdadero matrimonio. Los
Padres, al referirse a este matrimonio, ponen de
relieve la providencia y sabiduría divinas al
disponer que Jesucristo naciera virginalmente
de una Madre desposada.
San José recibió una plenitud de gracia proporcionada a la preemi-
nencia de su misión para la cual fue elegido eternamente por la
Trinidad. En efecto, la misión de San José supera el orden mismo
de la gracia y linda con el orden hipostático, constituido por el
misterio mismo de la Encarnación.
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2. SAN JOSÉ, 2SAN JOSÉ, 2
Juan XXIII, en 1962, lo proclamó “ilustre descendiente de David,
luz de los Patriarcas, esposo de la Madre de Dios, guardián de su
virginidad, padre nutricio del Hijo de Dios, vigilante defensor de
Cristo, Jefe de la Sagrada Familia; fue justísimo, castísimo, pru-
dentísimo, fortísimo, muy obediente, fidelísimo, espejo de pa-
ciencia, amante de la pobreza, modelo de
trabajadores, honor de la vida doméstica,
guardián de las vírgenes, sostén de las
familias, consolación de los desafortuna-
dos, esperanza de los enfermos, patrono
de los moribundos, terror de los demonios,
protector de la Iglesia Santa. Nadie es tan
grande después de la Virgen María”.
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3. SAN JOSÉ, 3SAN JOSÉ, 3
Parece que, después de la Anunciación, la Virgen
guardó para sí el gran misterio que había aconte-
cido en Ella, la Encarnación del Verbo.
La duda de José no era sobre la inocencia de
María, sino sobre su propio papel en el futuro
de aquel misterio.
El ángel no sólo le confirma que lo sucedido en su Esposa es obra
divina; además le comunica que él tiene también una misión en el
misterio de la Encarnación: poner el nombre a Jesús, lo cual signi-
fica, en el modo de hablar bíblico, que iba a ser el padre de Jesús
según la ley.
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4. SAN JOSÉ, 4SAN JOSÉ, 4
“¿Cómo era padre José? Tanto más profundamente padre, cuanto
más casta fue su paternidad. A José no sólo se le debe el nombre
de padre, sino que se le debe más que a otro alguno” (San Agustín,
Sermón 51, 20).
Fiesta litúrgica de San José: Sixto IV (1476). La
eleva a mayor categoría Inocencio VIII (1486).
La declara obligatoria para todo el orbe Gregorio
XV (1621). Proclama a San José como “patrono
de la Iglesia universal” Pío IX (1871),
Juan Pablo II le ha dedicado una Exhortación
Apostólica, Redemptoris custos (1989).
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5. SAN JOSÉ, 5SAN JOSÉ, 5
“Trato de llegar a la Trinidad del Cielo por esa
otra trinidad de la tierra: Jesús, María y José.
Están como más asequibles. Jesús, que es per-
fectus Deus y perfectus Homo. María, que es
una mujer, la más pura criatura, la más grande:
más que Ella, sólo Dios. Y José, que está in-
mediato a María: limpio, varonil, prudente,
entero” (San Josemaría).
“San José, que no te puedo separar de Jesús y de María. San José,
por el que he tenido siempre devoción pero comprendo que debo
amarte cada día más y proclamarlo a los cuatro vientos (...). San
José, nuestro Padre y Señor, intercede por nosotros” (Ídem).
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6. SAN JOSÉ, 5SAN JOSÉ, 5
“Trato de llegar a la Trinidad del Cielo por esa
otra trinidad de la tierra: Jesús, María y José.
Están como más asequibles. Jesús, que es per-
fectus Deus y perfectus Homo. María, que es
una mujer, la más pura criatura, la más grande:
más que Ella, sólo Dios. Y José, que está in-
mediato a María: limpio, varonil, prudente,
entero” (San Josemaría).
“San José, que no te puedo separar de Jesús y de María. San José,
por el que he tenido siempre devoción pero comprendo que debo
amarte cada día más y proclamarlo a los cuatro vientos (...). San
José, nuestro Padre y Señor, intercede por nosotros” (Ídem).
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