Este documento resume algunos conceptos clave del filósofo argentino Rodolfo Kusch sobre las diferencias entre los modos de vida de los campesinos y los mercaderes. Kusch veía estas dos formas de vida como opuestas tensiones que coexisten en América. Mientras los campesinos viven en armonía con la naturaleza y en comunidad, los mercaderes buscan dominar la naturaleza y ven al prójimo como un objetivo. Kusch argumenta que América es el resultado de esta tensión entre estas dos formas de ser.
Breve comentario sobre algunos conceptos en la obra de rodolfo kusch
1. Breve comentario sobre algunos conceptos en la Obra de Rodolfo Kusch
El presente texto tiene finalidades pedagógicas y ha sido elaborado a tal fin. Para mayores
referencias, dirigirse a los textos mencionados en las referencias bibliográficas.
Diego A. Moreiras. Junio 2011
Campesinos Mercaderes
Estar siendo: movimiento interno, espera. Ser alguien: movimiento externo, ir en
Aquí y ahora busca del mundo.
Tiempo circular (de la cosecha, del retorno, Tiempo lineal (siempre para adelante, sin
de la historia común, compartida) mirar atrás – La Historia con mayúscula)
Uso de las piedras Culto a las piedras
Amenaza del Hedor Seducción de la Pulcritud
Naturaleza – Dios y el Diablo al mismo Ciudad – Dioses menores llamados
tiempo, como las dos caras de lo divino técnicos
Lo inútil y lo inferior (del atraso y lo Lo útil y lo superior (del progreso y sin
demoníaco-divino) divinidades)
Compartir Comprar/vender
Célula de la sociedad: comunidad Célula de la sociedad: individuo
Mundo de sujetos en armonía con el medio Mundo de objetos a disposición
(cosificación)
Prójimo próximo Prójimo lejano
Espera, paciencia – Ciclo Velocidad, apuro, vertiginosidad –
Linealidad
(…) Los conceptos de estar, ser, tiempo circular y otros, propios del
pensamiento de Kusch, provienen tal y como él hace evidente de las ruinas
vivas entre las cuales vivió hasta su muerte. No sabemos en realidad qué fue
primero: su estancia en el norte de nuestro país, o su explicación teórica de lo
que allí (así como en otros sitios de nuestro país) se vive y se respira
2. cotidianamente. Han quedado sus escritos y su manera de entender la vida de
algunos habitantes de nuestro país.
Por todo esto, su antropología filosófica americana, se erige como un
discurso “raro”. Los espacios académicos se tornan impermeables a su
influencia y esto dificulta su lectura (…)
De lo que se trata, es de mercaderes y campesinos…
Rodolfo Kusch es un filósofo argentino, muerto en 1979 en la ciudad de
Buenos Aires.
En los 50, participó activamente en los debates acerca de la identidad
nacional y sobre la irrupción de los sectores populares en la vida política
argentina. Cuenta con, al menos, ocho libros antropológico – filosóficos, entre
los cuales mencionaremos “América profunda”, de 1962; “Geocultura del
hombre americano”, 1976 y “Esbozo de una antropología filosófica americana”,
1978.
En “América Profunda” Kusch plantea dos modos de situarse en América,
representados por dos presiones en tensión: la seducción de la pulcritud,
estructurada sobre criterios de lo útil y lo superior (la seducción del progreso) y
la amenaza del hedor, estructurada sobre criterios de lo inútil e inferior (del
atraso y lo demoníaco) (Huergo, 2001). La manifestación de estas presiones no
es en un todo o nada; muy por el contrario, Kusch plantea que como oposición,
están siempre ambas presentes y que América es la expresión de esa tensión.
La amenaza del hedor es una experiencia basada en el compartir, en la vida
de la cosecha, en la distribución de su producto. Su tiempo es circular, en tanto
siempre retorna como la cosecha. La base de la existencia está sentada en una
profunda armonía con el medio: la naturaleza, que es igual a Dios y al Diablo al
mismo tiempo, en constante disputa, dispone la espera y permite el encuentro.
El hombre, occidental y no occidental, se encuentra inmerso en esta totalidad
que lo envuelve. Kusch la denomina mandala y es justamente una totalidad en
constante búsqueda del equilibrio, generado por la conciliación de los opuestos.
El prójimo esta próximo, como miembro de la comunidad. La célula social
no es el individuo, sino justamente esta comunidad, que propicia el movimiento
3. interno, paralelo a la espera, de compromiso con el medio social y natural. Es el
estar siendo, o estar nomás.
La figura clave de este lado de la tensión es la del campesino. El que está
aquí y ahora, que respeta la armonía de la naturaleza y que es parte de un
estado inmutable y eterno, de una gran Historia: una sola Gran Historia,
continua, no lineal, que es constantemente recordada.
El mercader es el opuesto en esta tensión.
Ser alguien es su deseo, y para ello, el dominio del medio resulta
fundamental. Su movimiento primero es externo: para dominar la naturaleza y
evitar / matar al prójimo, no próximo, a quien se le teme.
En el mundo del mercader, Dios no existe, solo hay dioses menores que
reciben el nombre de técnicos. El diablo tampoco puede existir, porque el afán
de ser es afán de control total, donde no cabe una figura que desequilibre o que
atente contra este total dominio.
Se vive en un constante estado transitorio, mutable, efímero, en el cual se
refunda la historia constantemente y donde predomina la desmemoria. Es el
deseo por ser, ser alguien.
Siguiendo a Kusch, podemos hablar, en el mundo del mercader, de un “culto
a las piedras”, que implica la objetividad de un culto a lo exterior, es la base de
una experiencia basada en la agresión, la libre competencia, la compra – venta.
Por otro lado, cabe reflexionar acerca de la presencia y utilidades de las piedras.
En muchos lugares de nuestro país, por ejemplo, son aquello que está siempre
allí, sobre lo que el pensamiento no se detiene, pero que funda muchas de las
actividades cotidianas del hombre. Para mencionar sólo un ejemplo, en estos
lugares aún hoy las viviendas son hechas con piedras y derivados de la tierra,
tal y como se observa en la película Un crisantemo estalla en Cincoesquinas, de
Daniel Burman. Por eso, frente al “culto a las piedras” del mercader, cabe
pensar en un “uso de las piedras”, más acorde con el campesino.
América es un escenario de disputas, -ya lo decíamos antes- de
coexistencias. En ningún momento el caos, la muerte o el diablo pueden ser
extirpados totalmente, ese es el mensaje del campesino. Y ese es el principio de
disputa / negociación de éste con el mercader. Kusch dirá que el estar, termina
4. fagocitando al ser, y puede tener que ver con esto mismo: la muerte es siempre
el final, para unos y otros. Lo interesante es cómo cada uno llega hasta ese
momento, y cómo lo enfrenta.
Referencias Bibliográficas
HUERGO, Jorge. (2002) Comunicación y Cultura desde la tensión entre el “ser
alguien” y el “mero estar”, en Tram(p)as de la Comunicación y la Cultura. Nro. 1.
Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata.
KUSCH, Rodolfo. (1986) América Profunda. Editorial Bonum. Buenos Aires.
(2000) Obras Completas. Tomo III. Editorial Fundación Ross.
Rosario, Argentina.