1. Cuarzo rosado
En castellano, el nombre de cuarzo rosa designa a dos variedades del cuarzo que tienen
el mismo color, pero cuyo aspecto, aplicaciones y sobre todo origen del color es distinto.
Dado que no tienen nombre diferenciado en castellano (aunque se han propuesto
nombres separados en inglés y en alemán), se pueden diferenciar por su característica
más evidente: una de ellas aparece siempre como cristales de tamaño muy pequeño,
mientras que la otra aparece siempre como masas cristalinas, nunca como cristales
definidos. Su dureza es la 7.
El cuarzo rosa es la más común de estas dos variedades. Se encuentra
generalmente formando el núcleo de pegmatitas zonadas, junto con cuarzo
lechoso, formado a temperaturas elevadas, en condiciones neumatolíticas. El
color es rosa, más o menos intenso, y nunca es completamente transparente.
Incluso lo mejores ejemplares presentan un aspecto opalino o nebuloso. Esto es
debido a que la causa del color es la presencia de inclusiones capilares
extremadamente finas (entre 0,1 y 0,5 micras) de color rosa, formadas por
exolución, de dumortierita o de un mineral muy semejante, que podría llegar a
considerarse una especie nueva si se pudiera estudiar con suficiente detalle. El
color del cuarzo rosa masivo es bastante estable, aunque se pierde por
calentamiento a temperaturas del orden de los 500ºC, al oxidarse las trazas de
hierro ferroso presentes en el mineral capilar. Generalmente el cuarzo rosa
masivo presenta muchas fracturas internas, el color no suele ser homogéneo, y
son frecuentes las bandas de color blanco dentro de la masa rosa.
El cuarzo rosa se utiliza ampliamente como piedra decorativa para fabricar
pequeñas figuras, cajas, rodados, pisapapeles, etc. Ocasionalmente se encuentra
material lo suficientemente libre de defectos como para que se pueda tallar en
forma de piedras facetadas. También, raramente, se pueden obtener cabujones
tallados con efecto de asterismo. En algún caso, el de peor calidad se ha
utilizado para construir fuentes o decoraciones urbanas, como la fuente situada
en el Parque de San Antón, en Plasencia (Cáceres), España.