Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
23 febrero martes 2021
1. “Oren así: «Padre, que estás en el cielo». «Padre»: esa hermosa palabra para decir.
Podemos quedarnos todo el tiempo de la oración solo con esa palabra: «Padre». Y
sentir que tenemos un padre: no un padre autoritario o un padrastro. No: un padre.
El cristiano se dirige a Dios llamándolo por encima de todo «Padre». […] Rezar. La
oración cambia la realidad, no la olvidemos. O cambia las cosas o cambia nuestros
corazones, pero siempre cambia.” (Papa Francisco)
Uno de los elementos fundamentales de la cuaresma es la oración.
Es un tiempo para orar.
Es un tiempo para hablar a Dios y hablar con Dios.
Es un tiemplo para “hablar de Dios”,
pero sobre todo “para hablar con Dios”.
Porque la cuaresma es un tiempo de “encuentro con Dios”.
Y a travésde Dios es “un encuentro conlos hermanos”.
Jesús fue testigo de muchas oracionesde su pueblo.
Oraciones que consistía en repetir palabras,
en decirle palabras a Dios.
Jesús, en su enseñanza a los suyos,
quiso “enseñarles un nuevo modo de oración”.
No una oraciónde “muchas palabras”.
Sino una oraciónde “mucho corazón”,
de “mucha confianza”, de “mucha relaciónpersonal”.
Una oraciónque fue “fuese encuentro”,
“experienciade Dios”, “experienciade amistad y de amor”.
Y les enseñó el “Padre nuestro”.
Esa que fue también la primera oraciónque aprendimos nosotros,
de bocade nuestrospadres”.
La verdaderaoraciónno consiste en decirle a Dios muchas palabras.
La verdaderaoraciónno es pasarle a Dios una lista
de nuestras necesidades, que él yalas conoce de sobra.
Santa Teresacuando comienza a hablar
de la oraciónlo expresamuy bien:
“Comenzamos a hablar de cosas de
amistad”.
Porque orar es “comunicarnos”.
Porque orar es “manifestarnos”.
Porque orar es “encontrarnos”.
Por eso, la oraciónmás que “palabras es un encuentro” de amistad,
es un encuentro de amigos,
es un encuentro de amor.
Orar es encontrarnoscon“el amigo”.
Orar, para Jesús es encontrarnoscon Dios.
Orar, para Jesús es encontrarnoscon nuestro Padre.
Es el encuentro del hijo con el padre.
Y es el encuentro del Padre con el hijo.
No leyéndole nuestrasnecesidades,
sino hablándole de corazóna corazón.
No es la lengua que ora, sino el corazón.
No son las palabras de la bocasino las palabras del corazón.
Son “palabras de amistad”.
Son palabras de “hijos”.
Son palabras “al Padre”.
Por eso Jesús comienza: “Padre nuestro”.
En ello lo está diciendo todo.
Experienciade la paternidad de Dios.
Experienciade filiaciónnuestra.
Experienciade fraternidad.
El resto de las que llamamos peticiones,
no son sino expresionesde esa paternidad,
y de esa filiacióny de esa fraternidad.
Repito aquí las palabras del Papa Francisco:
“Oren así: «Padre, que estás en el cielo».
«Padre»: esa hermosa palabra para decir.
Podemosquedarnos todo el tiempo de la oraciónsolo conesa palabra:
«Padre».
Y sentir que tenemos un padre:
no un padre autoritario o un padrastro.
No: un padre. El cristiano se dirige a Dios
llamándolo por encima de todo «Padre».
Rezar. La oracióncambia la realidad, no la olvidemos.
2. O cambia las cosas o cambia nuestros corazones,
pero siempre cambia”.
Orar no es decir las “palabras del Padre nuestro”.
Orar es “sumergirnosen esa experienciade la paternidad de Dios”.
Orar es “sumergirnosen esa experienciade nuestra filiación”.
En esa “experienciade sentir a Dios como padre”.
En esa “experienciade sentirnos a nosotroscomo hijos”.
En esa “experienciade sentirnos entre hermanos
y de sentirlo a todoscomo hijos y hermanos”.
Por eso, no se trata de llegar hasta el final.
“Al Amén”, que Jesús tampoco lo dijo.
Se lo hemos añadido nosotros.
Si nuestra experiencianoshace quedar en “Padre nuestro”,
no hay problema. Dejemos que nuestro corazónrepose ahí,
gozando, disfrutando
El resto lo pondrá Dios.
Lo importante es si salimos de la oración:
“impregnados de paternidad”: Esa será buena oración.
“impregnados de filiación”: Esa será buena oración.
“impregnados de fraternidad”: Esa será buena oración.
Esa fue la experienciade Jesús.
Y esa debiera ser la experienciade cada uno de nosotros.
¿Hacemos la experienciade orar así hoy?
¡Ojalá nos quedemos en las dos primeras palabras!
Hoy analizamos el "Padrenuestro". Es la oración de Jesús mismo, y, por tanto,
se trata de una oración trinitaria: con Cristo, mediante el Espíritu Santo,
oramos al Padre. Consta de una invocación inicial y siete peticiones. Las tres
primeras se articulan en torno al "Tú" y se refieren a la causa misma de Dios
en la tierra; las cuatro restantes giran en torno al "nosotros" y tratan de
nuestras esperanzas, necesidades y dificultades.
Los dos tipos de peticiones se pueden comparar con la relación entre las dos
tablas del "Decálogo", que en el fondo son explicaciones de las dos partes del
mandamiento principal: el amor a Dios y el amor al prójimo. También el
"Padrenuestro" afirma, en primer lugar, la primacía de Dios, de la que deriva la
preocupación por el modo recto de ser hombre.
—Antes de nada, he de salir de mí mismo y abrirme a Dios. Por eso, el
"Padrenuestro" comienza con Dios y, a partir de El, me lleva por los caminos
del "ser hombre".
Primera lectura:Isaías 55,10-11
Así dice el Señor:
10 “Como la lluvia yla nieve caen delcielo, ysólovuelven allí despuésde haber empapado la tierra,
de haberla fecundado yhecho germinar para que dé simiente al que siembra ypanal que come,
11 así será la palabra que sale de mi boca:novolverá a mí de vacío". Sino que cumplirá mi voluntad
y llevará a cabomi encargo.
*•• Is 55 concluye la serie de oráculos del Segundo Isaías (ce. 40-55) yrecoge ensíntesis los temas
que contiene, comoel perdón, la vuelta a la patria, la participaciónde la naturaleza en la salvación,
el poder de la Palabra de Dios. Esta última es mediadora entre Dios yel hombre; permite
encontrarloensu "cercanía" (v. 6) yno sentirlo ausente ensuaparente "lejanía", porque "sus
caminos noson nuestros caminos" (v. 9), como recordabanlos versículos inmediatamente
precedentes. La Palabra noes letra muerta;es una realidad viva, enviada delcielopara revelar y
llevar a cabola salvación. Es, pues, "eficaz ', capaz de lograr sufinalidad, comola lluvia yla nieve
que rieganyfecundanla tierra. ¿Puede darse una imagenmás alentadora para unpueblo
desterrado, al que se le ha anunciadocon certeza el retorno a la patria, pero que experimenta la
propia fragilidadpara mantener viva la esperanza? Lo profetizadoencuentra enCristosu
cumplimiento. Él es la Palabra omnipotente hecha carne, enviada por el Padre de los cielos para que
nuestra tierra dé su fruto. Él es el Verboeterno venido a la tierra, muerto encruz yresucitado, para
abrirnos a nosotros, hijos rebeldes, el caminoinesperadodel retornoa la morada de Dios, suPadre
y nuestro Padre.
3. Evangelio:Mateo6,7-15
Dijo Jesús:
7 Y al orar, noos perdáis enpalabras comohacenlos paganos, creyendo que Dios los va a escuchar
por hablar mucho.
8 No seáiscomo ellos, pues ya sabe vuestro Padre lo que necesitáis antes de que vosotros se lo
pidáis.
10 Vosotros orad así:Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga tu
reino;hágase tu voluntad en la tierra comoenel cielo;
11 danos hayel panque necesitamos;
12 perdónanos nuestras ofensas, comotambién nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
13 no nos dejes caer en tentación;ylíbranos del mal.
14 Porque si vosotros perdonáisa los demássus culpas, tambiénos perdonará a vosotros vuestro
Padre celestial.
15 Pero si noperdonáisa los demás, tampoco vuestroPadre perdonará vuestras culpas.
Jesús enseña un modelo de oración, el Padrenuestro, donde se comienza
adorando al Padre y pidiéndole lo principal, que es la venida de su Reino y el
cumplimiento de su voluntad. Sólo después le suplicamos por nuestras
necesidades; pero en la súplica del Padrenuestro, esas necesidades se
reducen a lo esencial, a lo indispensable, al pan de cada día. Además, hay
que destacar que luego del Padrenuestro, donde pedimos ser perdonados así
como nosotros perdonamos a los demás, se resalta esta necesidad de
perdonar a otros para poder suplicar el perdón de Dios.
Pero lo más importante es que Jesús nos invita a decir “Padre”; y eso significa
que nos invita a unirnos a él en su relación con el Padre. También el Espíritu
Santo, cuando habita en nuestros corazones, nos invita a clamar “Padre”. De
esta manera, se nos invita a expresar el anhelo más profundo de nuestro
corazón necesitado, porque nosotros estamos hechos para ir al Padre. Por el
bautismo, esa inclinación se convierte en la atracción de Jesús hacia su Padre
amado, porque pasamos a ser “hijos en el Hijo”. Por eso San Ignacio de
Antioquía, cuando lo llevaban para ser comido por los leones, sentía en su
interior un profundo gozo, que él expresaba diciendo: “Hay dentro de mí un
manantial que clama y grita: ¡Ven al Padre!”.
Oración:
“Señor, dame la gracia de ser simple en mi diálogo contigo, de suplicarte
como un niño, dejando todo en tus manos con plena confianza. Pero
concédeme que además de pedirte sea capaz de santificar tu nombre sobre
todo en la misericordia y el perdón”.
El buen amigo quiere lo mejor para su amigo. Jesús nos ha dicho que somos
sus amigos. Y ha puesto la esencia de su amistad en no tener secretos con
nosotros: “Sois mis amigos porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he
dado a conocer” (Jn. 15,15). Y uno de los secretos más preciosos que nos ha
revelado ha sido “su modo de orar”. Sabemos que los judíos, en tiempo de
Jesús, no podían pronunciar, por respeto, el nombre propio de Dios: YAVÉ.
Sólo el Sumo Sacerdote, una vez al año, en el día de la Expiación (el YOM
KIPPUR) en voz baja y entre una nube de incienso decía “Yavé”. Y viene
Jesús y se dirige a Dios no llamándole Yavé, sino Abbá-Papá. Jesús habla
con Dios con el encanto, el cariño y la confianza que un niño habla con su
papá. Esto es algo tan grande y asombroso que cambia radicalmente nuestra
relación con Dios. Se acabó la religión de la lejanía y el miedo. Ha estallado la
religión del cariño, la ternura, la sencillez y la abrasadora cercanía de Dios.
Dios es mi Papá. ¿No es como para volverse loco de emoción?
Palabra del Papa
Nuestra oración es muy a menudo, una petición de ayuda en momentos de
necesidad. Y esto es normal para el hombre porque necesitamos ayuda,
necesitamos de los demás, necesitamos de Dios. Así es que para nosotros es
normal pedirle algo a Dios, buscar su ayuda; y debemos tener en cuenta que
4. la oración que el Señor nos enseñó: el «Padre nuestro» es una oración de
petición, y con esta oración el Señor nos enseña la importancia de nuestra
oración, limpia y purifica nuestros deseos, y de este modo limpia y purifica
nuestro corazón. Así es que, si de por sí es algo normal que en la oración
pidamos alguna cosa, no debería ser siempre así. Hay también ocasión para
dar gracias, y si estamos atentos, veremos que recibimos de Dios tantas
cosas buenas: es tan bueno con nosotros que conviene, es necesario darle
gracias. Y esta debe ser también una oración de alabanza: si nuestro corazón
está abierto, a pesar de todos los problemas, apreciamos también la belleza
de su creación, la bondad que nos muestra en su creación. (Benedicto XVI, 20
de junio de 2012).
4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)
5.-Propósito: Rezar hoy la oración del Padre Nuestro como si fuera la
primera vez que lo hago.
6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra y ahora yo le
respondo con mi oración
Hoy, Señor, quiero acabar mi oración dándote inmensas gracias por habernos
enseñado a orar. Gracias porque nos has dado, como un inmenso regalo, tu
propia oración. Te pido que rece esta maravillosa oración sin prisas, sin rutina,
sabiendo y saboreando cada una de las palabras y que, de vez en cuando, me
pase como a Santa Teresa que, CUANDO REZABA EL Padre Nuestro, en la
primera palabra “se atascaba” y no podía seguir.
** En la versiónmateana, la oracióndel Padre nuestro, insertada enel "Discursode la montaña", va
precedida por una especie de catequesis sobre el modode orar. Mientras los paganos piensan que
hayque multiplicar las palabras para atraer la atención de la divinidadydoblegarla a los propios
fines (v. 7), Jesús revela que Dios es Padre, siempre presente para cada uno de sus hijos, que conoce
biensus necesidadesreales(v. 8).
No sirvenpor esolargos discursos, sinomás bienredescubrirse comohijos.
Jesús,que osadirigirse al Altísimollamándolo abba, "padre", quiere también introducir a los
hombres enesa intimidad yprofunda comunión. Por esta razónconfía a sus discípulos el Pater, la
oración por excelencia del cristiano. Ciertamente tiene una forma típicamente hebrea:siete
peticionesdivididas endos grupos que recuerdanlasdos tablasde la Lev. Las tres primeras
peticionesse refierena Dios ya sudesigniosalvífico;las otrasdirigensu atencióna lasverdaderas
necesidades del hombre.
El nombre -es decir, la misma persona de Dios-ya es santo, pero quiere que se reconozca comotal,
esto es, santificado por todos mediante una vida de adoración, alabanza yconformación conél.
El Reinode Dios ya está presente, pero para que llegue a suplenitud es precisoque cada uno acepte
el señoríode Dios enla propiavida. La voluntadde Dios se cumple ciertamente enel cieloyen la
tierra, perose pide que cada unose adhiera a esta voluntadconamor, comoJesús. Se pide a
continuaciónal Padre que nos provea lo necesariohoy, día tras día:siempre somos hijos pobresque
todo lo recibimos de él. El alimentoque nos ofrece no sacia únicamente el hambre corporal; es
el "pan"de la vida futura, el mismo Jesús, Panvivo (cf. Jn6). Tenemos necesidaddel perdónde Dios
para entrar enel Reino, pero nopodemos pedir que nos perdone si negamos el perdón a nuestros
hermanos. El v. 13 ("No nos dejescaer enla tentación") hayque entenderloasí:"Haz que no
entremos en la tentación", "Haz que, frente a lasgrandes pruebasde la vida, la fe nodude de tu
bondadde Padre yno reniegue, cediendo a las insidias deldiablo". La última peticiónde la oración
pide ser librados delMaligno, causae instigador de todomal. Como conclusión, los vv. 14s vuelven y
subrayan la necesidaddel perdón recíproco enunciadoenel v. 12:no podemos llamar a Dios
"Padre" si no vivimos entre nosotros comohermanos, si noqueremos conformar nuestrorostro al
suyo, que es infinita misericordia.
MEDITATIO
Orar es hoy, para muchos cristianos, una empresa difícil. Hayquienla escamotea aduciendoque no
sirve o que "trabajar es orar";hayquienes la arrinconanexcusándose por no encontrar tiempopara
orar, yhayquienes reconocenla dificultad real pero nooranporque no saben qué decir. Tampoco
faltan, entre los más devotos, los que "usanmuchaspalabras como los paganos", pidiendosólo
cosas buenas en apariencia. Para todos estos, Jesús desplaza la clave delproblema:no se trata de
orar para satisfacer determinadas necesidades, sinopara descubrir que Dios es Padre yllama a
todos los hombres a la comunión de amor con él yen él. Por consiguiente, orar no es una cuestión
de decir cosas, sinouna cuestión de amor, que puede expresarse conpalabras, pero tambiénen
silencio, yque progresivamente va acaparandotoda la vida convirtiéndolaenuna sola e incesante
oración.
La Palabra eficaz que envía Dios a la tierra vuelve a Él después de haber cumplido su designio;se ha
hecho carne, es Jesús:cualquier palabra suya encierra un poder extraordinario. Es él quiennos
dice: "Vosotros orad así:'Padre nuestro'". Pidamos, pues, a Cristoque nos enseñe a repetir la
oración consumismo corazón, para que crezca en nosotros, día tras día, el amor filial yconfiado
5. con nuestroPadre celestial ycon la oración crezca la caridad, que se traduce en perdónconlos
hermanos.
Entonces nuestra tierra fecundada con la Palabra producirá frutos de vida nueva, dará pande
misericordiapara saciar el hambre de toda la humanidad.
ORATIO
Oh Dios, que enJesús, tu Hijoamado, nos concedes el privilegiode poder llamarte "Padre", perdona
si nuestro corazónno salta de júbilo cada vez que nos atrevemos a pronunciar tu dulcísimonombre.
Perdona las veces que nos dirigimos a ti distraídamente, comosi fuese la cosamás obvia, mientras
millones de hombres vivenatenazados por la angustia y el sinsentidosencillamente porque ninguno
les ha dicho nunca que tú les amas con ternura de padre yde madre.
Concédenos a nosotros la pureza de corazónque permita a los rectos ya los "pequeños" quedarse
atónitos yasombrados conel sólo recuerdo de tu nombre. No permitas que desperdiciemos
tontamente el dontangrande de poder invocarte seguros de que nos escuchas porque somos tuyos
y tú eres nuestro Padre.
CONTEMPLATIO
"Padre nuestro, que estás enlos cielos": ésta es la frasede los íntimos de Dios comounhijosobre el
pecho de su padre. "Santificado sea tu nombre": es decir, que sea glorificadoentre nosotros
mediante el testimonio ante los hombres, que dirán:éstos sonverdaderos siervos de Dios. "Venga
tu reino": el Reino de Dios es el EspírituSanto:oramos para que loenvíe a nosotros. "Hágase
tu Voluntadenla tierra comoenel cielo": la voluntadde Dios es la salvaciónde todaslas almas. Lo
que ya es realidadenlaspotenciasdel cielo, lopedimos que se realice ennosotros aquíenla
tierra. "Nuestro pan del mañana" es la heredad de Dios. Oramos para que nos dé unanticipoya hoy,
es decir, para que sintamos sudulzura enel tiempopresente, avivandoennosotros una sed
ardiente (Evagrio Pontico, Catene sui Vangeli, documenti copti, cit. en O. Clément, Alie fonti con i
Padri, Roma 1987, 196).
ACTIO
Repite confrecuencia yvive hoy la Palabra: "¡Abba, Padre! Nose haga comoyo quiero, sinocomo
quieres tú" (Me 14,36).
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
"Líbranos del mal..." El mundo yace enel mal, ymal noes sóloel caos, ausencia de ser:manifiesta
una inteligencia perversaque, a fuerza de honores sistemáticamente absurdos, quiere hacernos
dudar de Dios ysu bondad. En realidad, se trata node la simple "privación delbien", sinodel
Maligno, del Malvado;nola materia, ni el cuerpo,sinola mássublime inteligencia encerrada ensu
propia luz... Es necesarioafirmar que Dios noha creado el mal, ymenos aún lopermite. "El rostro
de Dios gotea sangre enla sombra", decía LéonBloy. Dios siente el mal ensu propiorostro, como
Jesús recibió las bofetadas teniendo los ojos vendados. El gri tode Jobno deja de clamar, yRaquel
sigue llorando a sus hijos. Pero la respuesta a Jobestá ahí:es la cruz. Es Dios crucificadosobre todo
el mal delmundo, perocapaz de hacer estallar enlastinieblasuna inmensafuerza de resurrección.
Pascua es la transfiguraciónenel abismo.
Y "líbranos del mal" a nosotros, que nos avergonzamos de ser cristianos o, por el contrario, hacemos
del cristianismo, de nuestra confesión, unestandarte de superioridadyde desprecio. Y "líbranos del
mal" a nosotros, que hablamos de la deificaciónycon frecuencia somos poco humanos. Y "líbranos
del mal" a nosotros, que nos apresuramos a hablar de amor yni siquiera sabemos respetarnos
mutuamente. Y "líbrame del mal" a mí, hombre de angustia ytormento, tana menudodividido, tan
poco seguro de existir, hombre que se atreve a hablar -junto a la Iglesia:es mi única excusa del
Reinoyde su gozo (O. Clément, // Padre nostro, enO. Clément yB. Stanaaert, Pregare ¡I Padre
nostro, Magnano1 988, 116-119, passim).
SAN POLICARPO. Nació en Esmirna (Turquía) el año69. Discípulo del apóstol san Juanyúltimo
testigode la época apostólica, fue nombrado por los mismos Apóstoles obispode Esmirna, dio
hospedaje a su amigoIgnaciode Antioquía, quien luegole escribió una carta hoyfamosa,tuvo como
discípuloa sanIreneo. Escribió una carta a la Iglesia de Filipos, que había sido fundada por el apóstol
Pablo. Hizoun viaje a Roma el año154 para tratar con el papa Anicetola cuestión de la fiesta de la
Pascua. Sellóconsusangre el testimoniode sufe enCristo, condenado a morir enla hoguera enel
anfiteatro de Esmirna el año155, bajolos emperadores Marco Antoninoy LucioAurelio. Al
procónsul romano que lo invitaba a maldecir de Cristo, respondióPolicarpo:«86 años hace que le
sirvo yningúndañohe recibido de Él, ¿cómo puedo maldecir a mi rey, el que me ha salvado?... Yo
soycristiano».- Oración: Dios de todas las criaturas, que te has dignadoagregar a san Policarpo, tu
obispo, al númerode los mártires, concédenos, por suintercesión, participar conél enla pasiónde
Cristo, yresucitar a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestroSeñor. Amén.