Comentarios al video "La Sinfonía Inacabada de Einstein
1. COMENTARIOS AL VIDEO "LA
SINFONIA INACABADA DE EINSTEIN"
Roberto Zamora H.
Al abordar los planteamientos contenidos en los videos relativos a la “Sinfonía Inacabada
de Einstein”, debo aclarar que para formular mis observaciones y consideraciones asumo la
visión de un docente hermeneuta que pretende lograr, más allá de la comprensión de las
teorías del “científico más famoso del mundo”, el sentido de los valores que orientaron a
este gran hombre de ciencia a lo largo de su fructífera vida.
En principio, debo referirme a la perseverancia mostrada por Einstein - valor
imprescindible para un científico- , quien dedicó más de treinta años de su vida a su última
teoría, ya que consideraba que solo debía desistir al encontrar respuesta a sus interrogantes,
todo ello a pesar de las dificultades y críticas públicas de que fuera objeto.
Igualmente, la humildad como valor fundamental de su obra, se evidenció en diferentes
hechos, pues luego de producir sus escritos “sobre la electrodinámica de los cuerpos en
movimiento”, que culminaron en la Teoría Especial de la Relatividad y a pesar de no recibir
oferta de empleo de ninguna universidad y ser catalogado como una “reliquia” por la
siempre castradora comunidad de científicos, debió ganarse la vida honradamente
trabajando en una oficina de patentes de invención, sin abandonar su tarea de búsqueda
constante, al dedicar su tiempo libre a escribir artículos científicos.
Asimismo, una vez obtenido el Premio Nobel por su trabajo “La Naturaleza de la Luz”, en
la que cuestionaba la concepción existente de una luz compuesta por “ondas suaves y
continuas” argumentando que en realidad se trataba de partículas individuales y diminutas a
las que llamó “partícula cuántica de luz” y que representó el fundamento de la naciente
física cuántica; debió encarar una titánica lucha con científicos de la talla de Neils Borg y
Werner Heisenberg, al negarse a admitir que fuera imposible hacer predicciones sobre la
posición de una partícula y que en consecuencia, tanto la luz como todas las otras cosas
estarían rodeadas de incertidumbre y sujetas a una ciencia basada en probabilidades.
2. Así, a pesar de que sus trabajos formaron las bases de la física cuántica, se opuso a sus
postulados científicos alegando que “a un nivel fundamental, la física no puede ser
probabilística” y por ello se negó rotundamente a “rendirse ante las probabilidades”.
De allí que, la controversia se centraba en que por una parte Einstein, siguiendo a Isaac
Newton, pretendía que las leyes de la creación permitían realizar predicciones exactas y por
lo tanto defendía la existencia de un mundo sencillo y determinado; mientras que por la
otra, los defensores de la física cuántica manifestaban que en virtud de la imprevisibilidad,
debíamos conformarnos con una ciencia basada en la probabilidad.
No obstante, a mi juicio, a pesar de que a priori puedan identificarse las ideas de Einstein
como deterministas y sujetas a leyes invariables, propias de la ciencia clásica, orientada por
principios del positivismo, en ellas subyacía una concepción compleja de la realidad pues
Einstein percibía una necesaria conexión “entre la física fundamental del universo, la
elegancia, la belleza e incluso la espiritualidad”.
Por otra parte, destacan nuevamente del comportamiento de Einstein eminentes valores,
verbigracia la honestidad y la humildad. En efecto, cuando desarrolló su último trabajo,
denominado “Teoría del Todo”, Einstein tenía como propósito, explicar la imprevisibilidad
de la mecánica cuántica, con fundamento en la combinación de las teorías de la gravedad y
del electromagnetismo. Sin embargo, debido a que lejos de alcanzar su objetivo, su nueva
obra se debatía con la teoría de la relatividad general, admitió, haciendo gala de honestidad
que había errado en el enfoque y asumió con toda humildad las duras críticas y
humillaciones públicas.
Finalmente, debo destacar como producto de la experiencia derivada de la observación de
la obra audiovisual “Sinfonía inacabada de Einstein” un aprendizaje significativo en el
sentido de valorar que la diferencia en la actitud del sujeto investigador está determinada
más que por un elevado grado de inteligencia, por una virtud que sin duda acompañó a
Einstein durante toda su vida: “la curiosidad”.