1. COMERCIO ELECTRÓNICO
También conocido como e-commerce (electronic commerce en inglés),
consiste en la compra y venta de productos o de servicios a través de medios
electrónicos, tales como Internet y otras redes informáticas.
Originalmente el término se aplicaba a la realización de transacciones mediante
medios electrónicos tales como el Intercambio electrónico de datos, sin embargo con
la llegada de Internet, a mediados de los años 90 comenzó a referirse principalmente a
la venta de bienes y servicios a través de Internet, usando como forma de pago
medios electrónicos, tales como las tarjetas de crédito.
La mayor parte del comercio electrónico consiste en la compra y venta de
productos o servicios entre personas y empresas, sin embargo un porcentaje
considerable del comercio electrónico consiste en la adquisición de artículos virtuales
(software y derivados en su mayoría), tales como el acceso a contenido "premium" de
un sitio web.
VENTAJAS
1. Ahorro en costes de instalaciones y su mantenimiento. No tendrás que pagar
los dependientes de comercio, alquiler de locales y todos los gastos derivados, etc.
2. Se reducen los costos de procesamiento de pedidos, ya que los pedidos de los
clientes se procesarán de forma automática, quedando registrados directamente en
tu base de datos los pedidos hechos en la página Web.
3. Podrás llegar a potenciales clientes a nivel global, aumentando así las
oportunidades de venta.
4. Tu negocio estará operativo y abierto al cliente las 24 horas del día, los 365
días del año.
5. Podrás recibir el pago más rápido de las transacciones en línea.
6. Posibilidad de atraer a los clientes que normalmente no conocen tu negocio
porque no lo han visto en la calle.
7. Mejorarás tus ofertas con los datos recogidos por el seguimiento de las
compras de los clientes.
8. Uso de tu tienda ’online’ como un catálogo que podrán tener disponible todos
los clientes.
2. INCONVENIENTES
1. Una inadecuada gestión de la publicidad, de la página web, del Blog, de
las redes sociales… puede concluir en ausencia de resultados. La Red no es
estática, los consumidores eligen con libertad y, sobre todo, facilidad, comodidad y
rapidez, aquello que les interesa. La empresa debe incorporar su actividad en
Internet, el aumento de la visibilidad de su marca, entre sus obligaciones diarias
para conseguir que los internautas lleguen a ella. Es necesario mantener
permanente actualizada la página con contenidos de interés y verdaderos, y utilizar
técnicas de posicionamiento en buscadores para lograr los resultados deseados
2. De la misma manera que el número de potenciales clientes aumenta para la
empresa también aumenta para la competencia. Es decir, la competitividad se
multiplica y el mercado decide a gran velocidad quién se mantiene y quién es
olvidado. El reciclaje en la oferta de servicios y productos es mucho mayor
exigiendo a la empresa un esfuerzo extra en investigación, desarrollo y, sobre
todo, innovación.
3. Desconfianza del cliente ante la forma de pago y ante la calidad del
producto y/o servicio. La desconfianza del usuario es una barrera que se ha de
romper ofreciendo entornos seguros para realizar las transacciones (utilizar
sistemas de pago conocidos y entornos bancarios de prestigio ayuda) y garantías
sobre el producto ofrecido. El usuario antes de realizar una compra quiere
información que le genere confianza. Debe poder conocer todos los detalles de la
transacción antes de confirmar el pedido y tener siempre la posibilidad de
cancelarlo en el proceso. Si se pretende encerrar al usuario en una pantalla para
que finalice el pago lo más seguro es que este se desconecte y no quiera volver a
esa página. La garantía de mayor confianza para los internautas son las opiniones
de otros internautas que ya han probado el servicio o el producto (la reputación en
la Red). Ofrecer un producto de calidad, entregar en plazo, posibilitar la devolución
en caso de insatisfacción, y tener un eficaz servicio postventa para dudas y
problemas aumenta considerablemente dicha reputación
4. Una inadecuada gestión de la distribución puede elevar considerablemente
los costes. Los importes económicos muy pequeños y muy elevados pueden
suponer un problema. Los importes muy pequeños pueden ser rechazados por el
cliente al conocer los gastos asociados de transporte. Es necesario ofrecer una
amplia gama de productos, incluidos complementarios o accesorios, para que al
comprador le resulte rentable. Muchas empresas recurren a la opción de no stock
para retener las ventas hasta alcanzar un número suficiente que permita cubrir los
gastos de transporte. Las ventas con importe muy elevado también pueden ser un
problema si no se ofrece financiación.