Ya no se trata de convencer a otro, de reducir sus opiniones al mínimo, de alimentar a nuestro ego; solo se trata de conocer las normas de convivencia y de la nueva comunicación que se desprende de los principios filosóficos de Humberto Maturana y del padre de la ontología del lenguaje, Rafael Echeverría. La Ontología del Lenguaje como hemos dicho en anteriores ocasiones, se trata del ser, se trata de podernos observar a nosotros mismos, y transitar un mundo nuevo lleno de aprendizajes que nos conducen a una vida más plena, humana, y social. Se trata también acerca del poder transformador de la palabra, ya que esta es acción, y es a través de su uso que podemos transformar al mundo, y en esa acción, transformarnos a nosotros mismos.