La narrativa romántica surgió en Europa a finales del siglo XVIII y se caracterizó por utilizar la imaginación, subjetividad, libertad de pensamiento y expresión, e idealización de la naturaleza. En Latinoamérica, los primeros escritores imitaron las novelas europeas, teniendo mucho éxito las novelas históricas de Walter Scott. En Venezuela, los principales poetas románticos fueron José Antonio Maitín y Antonio Pérez Bonalde, mientras que la novela comenzó a desarrollarse a finales del siglo XIX