El documento describe el casco histórico de Telde, en particular el barrio de San Francisco. Explica que el barrio se construyó en una colina empinada donde vivían artesanos y pequeños propietarios. Describe las calles estrechas y sinuosas del barrio, así como algunos edificios notables como la iglesia de San Francisco, la casa Sall y el calvarito. También menciona el poblado cercano de Cendro, con casas y cuevas habitables excavadas en roca.