Este poema de Pedro García Cabrera titulado "Un día habrá una isla" expresa su deseo de libertad en una sociedad sin represión. El autor imagina una isla que representa una sociedad ideal libre de censura, donde pueda expresarse sin límites. Usa imágenes y recursos literarios como la anáfora y metáforas para transmitir este mensaje de esperanza en un futuro con libertad tras la dictadura franquista que él vivió.
Un día habrá una isla de Pedro García Cabrera: análisis del poema sobre la libertad de expresión
1. Un día habrá una isla
Se trata de un poema titulado “Un día habrá una isla”, que se encuentra en
el libro Las islas en que vivo, publicado en 1971 y escrito por el poeta Pedro
García Cabrera, que nació en Vallehermoso (La Gomera) en 1905, aunque
vivió la mayor parte de su vida en Tenerife, donde murió en 1981, a los 76
años. Fue testigo de varios de los periodos históricos de España (Dictadura
de Primo de Rivera, República, Guerra Civil, Dictadura de Franco). Se vio
sometido a la censura que existía en España durante la Dictadura.
Dos son las constantes que marcan la obra de Pedro García Cabrera: su
condición de isleño y su compromiso social y político. En este poema
aparecen ambas: el autor hace una crítica a la represión, especialmente a la
falta de libertad de expresión (“que no sea silencio amordazado”) y muestra
su deseo de dicha libertad (que me entierren en ella”…). Para ello se imagina
una isla que representa la sociedad ideal que vive en ausencia de represión.
En cuanto a la métrica estamos ante una silva, Pedro García Cabrera
combina versos endecasílabos y heptasílabos sin seguir una estructura fija,
es decir, a gusto del autor. Tampoco la rima sigue un criterio fijo, solo se
encuentran algunas asonancias (“isla”, “orillas”…).
Pedro García Cabrera usa un lenguaje sencillo, incluso hace uso de
expresiones coloquiales (“se se tragan el tiempo en carne viva”, “el corazón y
el rumbo en las tormentas”). En esto vemos un rasgo propio de la poesía
social, ya que los autores se preocupan más por el contenido que por las
formas. Sin embargo, a pesar de su aparente sencillez, abundan los recursos
literarios que se combinan en armonía con los coloquialismos. Ante todo,
hemos de señalar que todo el poema supone una alegoría, puesto que la
metáfora con la que el autor se refiere a esa sociedad idílica que espera en
un futuro (“ Un día habrá una isla”) se corresponde y relaciona con el resto
de imágenes del poema (“los que pisen sus orillas”, “la alegría del mar”…).
Pedro García Cabrera utiliza la anáfora (“un día habrá una isla”), utilizada,
además en dos momentos claves del poema, el principio y el final,
intentando así recalcar la idea de libertad de expresión. También se
encuentran paralelismos (“aquellos que no cesan…”, “aquellos que no
pierden…”) que pretenden intensificar el dolor de la sociedad. Además el
poeta hace uso de antítesis (“cuando mis palabras se liberen del combate en
2. que muero y en que vivo…”) para expresar rechazo a una sociedad que vive
sin libertad.
Así mismo, Pedro García Cabrera recalca que está integrado en la sociedad y
que no persigue solo un ideal (“solo no estoy. Están conmigo siempre
horizonte y manos de esperanza…”, “Los que lloran de rabia y se tragan el
tiempo en carne viva”), idea que nos remite a la mayor parte de los poetas
sociales.
Georgette Roselló Santana