2. Puedes moverte gracias a cómo trabajan juntos
tus músculos y articulaciones. Gracias a ellos
puedes caminar, correr y saltar.
3. Unos músculos tiran de tus huesos y mueven partes
de tu cuerpo como los brazos y piernas. Otros, como
los de la cara, tiran de tu piel para hacer que
sonrías o frunzas el ceño.