El documento trata sobre la importancia del deporte para los niños. En primer lugar, destaca que el deporte de equipo les da a los niños la oportunidad de jugar en compañía y sentirse parte de un todo. Más que ganar, es importante aprender a jugar juntos, sentirse necesario para el equipo, aprender a entrenarse con constancia, saber seguir las reglas y pasarlo bien jugando. El objetivo final es que los niños tomen gusto por la actividad deportiva y continúen practicándola a lo largo de su vida.
2. Algo sobre el juego ...
Debemos procurar desarrollar un concepto del juego y deporte donde el principio de la
victoria a cualquier costo no sea el norteador principal.
Tenemos que intentar que nuestros alumnos entiendan el competir como una posibilidad
para superarse y evaluase, y que la situación de competencia sea vivida como una
confrontación con nosotros mismos o con los otros y no contra los otros.
El ambiente de libertad y espontaneidad que existe en el juego, el no tener reglas
prefijadas, la posibilidad de creación, exploración y expresión, le brindan la oportunidad
a quien juega, sea niño o adulto, de liberarse de una convicción falsa, al darse cuenta
con admiración y alegría, que las cosas y las relaciones humanas no tienen que ser así
como son.
Lo humano y lo inhumano dependen del hombre, y es inhumano quien desprecia la
dimensión lúdica de la vida.
Una educación física orientada hacia el hombre debe retomar al deporte como ámbito de
manifestación lúdica, debe recuperar y revalorizar todas las manifestaciones lúdico-
deportivas
3. Algo sobre la formación motriz ...
La formación motriz general como forma de despegue educacional, considera la
necesidad de una estimulación racionalmente dirigida en función de la iniciativa, la
espontaneidad, la autonomía, en un clima de respeto y de libertad responsable.
Facilitar un adecuado crecimiento, maduración y aprendizaje, construir una base rica y
amplia, de uso presente y futuro y permitir la transferencia para la formación motriz
específica, como forma de enfrentar el deporte con mayores alternativas de éxito y con
una amplia disponibilidad de recursos, aplicables a todos los ámbitos motrices de la
vida.
Sin la construcción de las habilidades motoras básicas, le será al niño y al adolescente
muy difícil construir habilidades motoras más complejas, como las del ámbito deportivo.
El aprendizaje motor es múltiple, ya que afecta al individuo íntegramente en todo su ser,
sentir, pensar y actuar, y es un proceso dinámico, porque el camino que se recorre no
es lineal, implica crisis, paralización, retrocesos, avances y saltos cualitativos.
La "formación motriz" no es sólo el entrenar a los niños para la competición, sino una
acción dirigida al desarrollo y control de las capacidades motrices del niño, por lo tanto
no se puede reducir solo a la adquisición de unos automatismos por necesarios que
estos puedan parecer.
4. El tiempo es muy mal consejero en pedagogía, incluso en pedagogía deportiva; no
siempre "perder el tiempo" en aprendizajes que parecen alejados del objetivo
señalado, es realmente perderlo, sino ganarlo.
El mejor deportista no es aquél que ha adquirido mejores automatismos sino aquel que
es capaz de romperlos en un momento dado y obtener éxito en ello, para lo cual
evidentemente, hace falta disponer de los recursos adecuados y esto es tarea de
enseñanza y aprendizaje.
Una práctica educativo-deportiva correctamente encauzada no sólo tiene la función de
preparar al niño para su posible futura carrera deportiva, sino que aporta elementos
fundamentales para el desarrollo y estabilización intelectual y psíquica, constituyendo
una base destinada a permanecer, y ser aplicada toda la vida.
5. LA IMPORTANCIA DEL DEPORTE PARA LOS NIÑOS Y NIÑAS
Está claro que el deporte de equipo los da a los más pequeños la oportunidad de jugar
en compañía, de sentirse parte de uno todo que debe estar bien avenido y cohesionado
por poder obtener resultados positivos al marcador, aunque los resultados del marcador
del campo no deberían ser aquello más importante para los niños deportistas sino el
mismo hecho de jugar. Porque cuando nos referimos al deporte infantil debería quedar
claro que más importante que ganar es:
Aprender a jugar juntos, experimentando directamente que lo que hace cada uno
repercute directamente en el que hacen y harán los compañeros, y viceversa: el
sentimiento de pertinencia a un grupo.
Sentirse necesario para el equipo y sentir como necesarios a todos los otros, ya estén
en el terreno de juego o esperando como suplentes: la valoración personal.
Aprender a entrenarse, a realizar unas actividades -físicas o no- que parece que no
tengan que ver con jugar partidos, pero que son fundamentales por a poder jugar: la
planificación y la constancia.
Saber que hay unas reglas, más o menos arbitrarias, que son las que conforman y
enmarcan aquella actividad y la convierten en deporte: las normas en la vida.
Pasárselo bien jugando y entrenando, pero también hablante del partido y del
entrenamiento, pensando y expresando como se han sentido jugando, ganando o
perdiendo...: la reflexión personal y la comunicación.
Tomarle gusto a la actividad deportiva para que continúe practicando a lo largo de su
vida, sea en equipo o individualmente: la educación física.