El comercio justo garantiza condiciones de producción y comerciales dignas para los productores, permitiéndoles convertirse en actores de su propio desarrollo. Defiende a grupos de artesanos y campesinos en desventaja promoviendo condiciones laborales dignas, equidad de género, respeto al medio ambiente y transparencia para beneficiar las necesidades de las comunidades productoras y consumidores. Rechaza la discriminación, explotación infantil, trabajo forzado y violación de derechos humanos.