2. Al interior del hogar los padres tienden a reproducir
sus propios modelos parentales de una manera
inconsciente.
A la edad de 3 años el niño desarrolla su parte
psicosocial. Dice Henry Ey “en esta etapa se forma el yo
y el comienzo de la conciencia de coexistencia”.
La influencia del padre en esta etapa del niño es muy
grande y se debe tener cuidado con la dinámica que se
genera con los hijos.
3. La interacción del padre con el hijo se hace a través de
la madre, por ser la madre el personaje esencial.
Una mujer amada, reconocida y satisfecha, tiende a
relacionarse en forma sana y equilibrada.
E caso de la ausencia del padre en esta etapa puede
causar daños graves en el hijo si la madre no logra
mantener una relación estable con su hijo que impida
el surgimiento de sentimientos de inseguridad.
4. Marca el ingreso del niño en el orden simbólico; se
constituye en autoridad que es interiorizada por él y
marca el principio de la conciencia moral. Ellos
favorece la estructuración de su personalidad y su
relación con el mundo.
5. Padre alcahueta: crea otro tipo de conflictos en el niño
que lo conducen a la desadaptación y a una captación
inadecuada de la realidad.
Padre violento: crea inhibiciones, actitudes defensivas,
frustraciones, temores o angustias que el impiden su
normal desarrollo y despiertan su agresividad.
6. Cuando el niño supera el complejo de Edípico, con la
ayuda del padre que rompe el vinculo entre hijo y
madre, se sitúa en otra dimensión que le permite
proyectar su vida afectiva y le hace capas del encuentro
con los demás.
Esta separación propina al niño autonomía,
independencia y una afectividad mas estructurada.