1. Primera Lectura: de las Lamentaciones (2,2.10-14.18-19):
Salmo Responsorial: Sal 73
R/.No olvides sin remedio la vida de tus pobres
Evangelio: san Mateo (8,5-17)
Dichosos los que no han
visto y han creído
Fiesta de Santo Tomás. La bendición
de la fe es también para nosotros, los
que estamos a más de dos mil años de
distancia de los apóstoles.
Autor: P José Rodrigo Escorza | Fuente: Catholic.net
2. Primera lectura
Lectura de la carta a los Efesios (2,19-22):
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois
ciudadanos de los santos y miembros de la
familia de Dios.
Estáis edificados sobre el cimiento de los
apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es
la piedra angular.
Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va
levantando hasta formar un templo consagrado al
Señor. Por él también vosotros os vais integrando
en la construcción, para ser morada de Dios, por
el Espíritu.
¡Es palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor !
3. Salmo 116
R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio
Alabadal Señor, todas las naciones,
aclamadlo todos los pueblos. R/.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.
4. Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,24-29):
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos
cuando vino Jesús.
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos,
si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en
su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con
ellos.
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu
mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que
crean sin haber visto.»
¡Es palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
5. Oración
Señor Jesús, cuánto me parezco a Tomás. Quiero respuestas
inmediatas a mis peticiones. Quiero experimentar tu presencia en la
oración, sin ponerme humildemente en tu presencia, sin guardar el
silencio, interior y exterior, sin estar atento ni ser dócil a tus
inspiraciones. Mi pobre actitud quiere cambiar, con tu gracia, lo
puedo lograr.
Petición
¡Señor mío y Dios mío! Aumenta mi fe.
6. Meditación
Él, está vinculada a la fe de la Iglesia: no somos creyentes aislados,
sino que, mediante el Bautismo, somos miembros de esta gran
familia, y es la fe profesada por la Iglesia la que asegura nuestra fe
personal.
El Credo que proclamamos cada domingo en la Eucaristía nos
protege precisamente del peligro de creer en un Dios que no es el
que Jesús nos ha revelado: En aquel momento Jesús exclama:
"¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber
visto".
Pensaba en el camino de la Iglesia, fundada sobre la fe de los
testigos oculares: los Apóstoles. Comprendemos ahora que nuestra
fe personal en Cristo, nacida del diálogo con "Cada creyente es
como un eslabón en la gran cadena de los creyentes.
Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe
yo contribuyo a sostener la fe de los otros".
Agradezcamos siempre al Señor el don de la Iglesia; ella nos hace
progresar con seguridad en la fe, que nos da la verdadera
vida. (Benedicto XVI, Mensaje para la XXVI Jornada Mundial de la
Juventud, 2011.)
7. Reflexión
"Dichosos aquellos que crean sin haber visto". Parece mentira
que uno de los elegidos del Señor, no crea la palabra de los
apóstoles, sino que al contrario busque creer solamente por los
signos sensibles.
Tomás parece una persona de nuestro tiempo porque
solamente cree aquello que le presenten los sentidos.
Los sentidos son muy buenos, porque nos ayudan a aprender
más cosas, a saborear, oler, contemplar, sentir..., pero en el
campo de la vida espiritual, estos nos estorban, como le
sucedió a Santo Tomás, que no quería creer hasta no ver ni
tocar.
Aquí es donde viene la bendición de Dios para aquellos que
sin ver crean. La bendición de la fe es también para nosotros,
los que estamos a dos mil años de distancia de los apóstoles.
Para nosotros vendrán las bendiciones de Dios, si creemos en
todo lo que Él nos ha prometido. Pidámosle que aumente
nuestra fe, para que seamos dignos de recibir tales
bendiciones.
8. Propósito
Ser testigo de la esperanza cristiana en mi
familia, en mi grupo de amigos, trabajo o lugar
de estudio.
Diálogo con Cristo
Señor, como a Tomás me pides una fe viva. Una actitud
activa, un corazón abierto, una vida mantenida siempre
en pie de lucha, perseverante y fiel, aun en medio de las
dificultades. Aquí estoy Señor, cuenta conmigo para
colaborar en la nueva evangelización.