liturgia

2. PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los
apóstoles 9, 26-31

3. Les contó cómo había visto al Señor
en el camino

4. SALMO RESPONSORIAL Sal 21
El Señor es mi alabanza en la gran asamblea

5. SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol
san Juan 3, 18-24

6. Éste es su mandamiento:
que creamos y que amemos

7. ALELUYA
Permaneced en mí, y yo en vosotros -dice el Señor-
el que permanece en mí da fruto abundante

8. EVANGELIO San Juan 15, 1-8

9. El que permanece en mí y yo en él,
ése da fruto abundante

10. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

11. «Yo soy la verdadera vid,
y mi Padre es el
labrador.

12. A todo sarmiento mío que no da fruto lo
arranca, y a todo el que da fruto lo
poda, para que dé más fruto.

13. Vosotros ya estáis limpios por las
palabras que os he hablado;
permaneced en mí, y yo en vosotros.

14. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí,
si no permanece en la vid, así tampoco
vosotros, si no permanecéis en mí.

15. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece
en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí
no podéis hacer nada.

16. Al que no permanece en
mí lo tiran fuera, como el
sarmiento, y se seca; luego
los recogen y los echan al
fuego, y arden.

17. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pediréis lo que deseéis, y se realizará.

18. Con esto recibe gloria mi
Padre, con que deis fruto
abundante; así seréis
discípulos míos.»

19. Palabra de Dios

21. “PERMANECER EN ÉL”
constituye el
núcleo del
mensaje de este
domingo

22. ¿Qué he hecho, qué hago
y qué debo hacer para
permanecer con Jesús?

23. ¿Cómo estamos unidos a Jesús?
“Quien cumple sus mandamientos
permanece en Dios y Dios en él.”
San Juan nos dice:
En esto consiste la unión entre
Dios y nosotros: en que hacemos
lo que Él desea y cumplimos su
voluntad.

24. La vida de fe consiste en una
comunicación vital con Cristo . . .

25. la cual se
inicia en el
bautismo,

26. se fortalece con la oración
y los sacramentos

27. y llega a su culmen en la Eucaristía,

28. anticipo del banquete eterno del
cielo en que estaremos unidos
a Él para siempre.

29. DAR FRUTO:
La finalidad de esta unión vital con
Él es producir frutos abundantes

30. Cada uno de nosotros está llamado a
dar frutos como miembro de la Iglesia,
en la familia, como niño o joven,
como profesional, como ciudadano.

31. El sarmiento no tiene vida propia;
necesita la savia, es decir, el
Espíritu comunicado por Jesús.
Sin El “nada podemos hacer”

32. LA PODA:
“al que produce lo poda
para que dé más fruto”

33. Debemos estar
dispuestos a
experiencias de
purificación para
arrancar de
nosotros todo
aquello que nos
impide fructificar.
Son cortes que
pueden doler,
pero cortes
liberadores.

34. Vamos a dejarnos podar
por las tijeras de Dios
que son
su Palabra
el sacramento del perdón

35. No debemos temer las manos
de quien hace la poda,
pues sólo Él sabe lo que
verdaderamente conviene
a cada uno de sus hijos

36. A veces nos cuesta ver la mano de
Dios en esas “podas”
y no nos damos cuentay no nos damos cuenta
que son para nuestro bien.que son para nuestro bien.
Sirven paraSirven para
sacarnossacarnos
fortalecidosfortalecidos

37. Pero, ¿en qué consiste
el fruto que Jesús
espera de quienes
estamos unidos a Él?

38. El fruto de permanecer con Jesús
es el amor

39. FRUTOS DE AMOR:
amar no sólo de palabra, sino de verdad
y con obras