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Mar de los sargazos
1. INSTITUTO TECNOLÓGICODE BOCA DEL RIO
0Capítulo1
SISTEMAS DETRANSPORTES
Mar de los sargazos
MendiolaVazquezGustavo
26-2-2015
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE BOCA DEL RIO
2. Mar de los sargazos
En la parte noroccidental del Atlántico
existe un extraño mar de aguas
tranquilas, no limitado por tierra
alguna. Esta masa ovalada de agua,
que ocupa una superficie equivalente a
dos tercios de la extensión de los
EE.UU., gira entorno a las islas
Bermudas, cuyas magníficas playas
son la única tierra que bañan las aguas
del mar de los Sargazos. El mar de los
Sargazos se encuentra rodeado por
importantes corrientes oceánicas: la
corriente del Golfo por el norte, y
las corrientes que circulan hacia el
oeste a lo largo del trópico de Cáncer,
por el sur. Este acorralamiento da como resultado un sistema de aguas superficiales
relativamente cálidas que gira lentamente, en el sentido de las agujas del reloj, sobre
las aguas profundas del océano, mucho más frías y densas. Esta estratificación del agua
por densidades, provocada por la diferencia de temperatura, tiene importantes
consecuencias ecológicas. En las aguas superficiales, donde llega la luz, abunda
el plancton vegetal, que consume sales como los fosfatos y nitratos. Debido a la
diferencia de densidad, el agua de la superficie apenas se mezcla con el agua fría y rica
en minerales de las capas inferiores, que podría reponer las sales consumidas. Por esta
razón, en las regiones superiores del mar de los Sargazos apenas existe vida animal, y
carecería de interés biológico si no fuera por el alga que le da el nombre, el sargazo, que
forma grandes campos, rebosantes de organismos marinos. Parece que fueron
los navegantes portugueses quienes pusieron el nombre al alga y al mar. El sargazo es
un alga que forma grandes conjuntos enmarañados, que se mantienen a flote por medio
de vejigas llenas de gas, y se extienden hasta el horizonte. Con frecuencia, los barcos
portugueses se veían frenados por las algas, e incluso llegaban a quedar atascados en
ellas, lo que daba a las tripulaciones tiempo de sobra para estudiar la planta. Como
procedían de un país donde abundan las vides, los conjuntos de vejigas de gas les
parecieron racimos de uvas de una variedad denominada salgazo. Así fue como el mar
de los Sargazos adquirió su nombre. El sargazo desciende de un tipo de algas que suelen
crecer adheridas a las rocas cercanas a la costa, pero se ha adaptado por completo a la
vida pelágica, y ahora flota en las capas superiores del océano. Dos factores le permiten
permanecer en alta mar y reproducirse: las corrientes lentas que circulan alrededor del
mar de los Sargazos mantienen dentro de éste la mayor parte de las algas; y además el
sargazo se reproduce por fragmentación, lo mismo que algunas enredaderas: cada
pequeño fragmento que se desprende puede dar lugar a una planta completa. Estas
extensas praderas de algas pueden parecer horribles, pero en realidad constituyen la
base de un ecosistema cerrado, que depende de la productividad primaria de estas
plantas. Hay toda una serie de organismos sedentarios que viven adheridos a la
superficie rugosa de las algas: algas más pequeñas, celentéreos hidroideos como una
especie de coral blando, gusanos tubícolas que filtran el agua en busca de partículas de
alimento, colonias de briozoos y otros muchos.
3. El pez de los sargazos:
Pero el más curioso de todos estos especialistas es, sin
duda, el pez de los sargazos, una especie de pejesapo
cuyo nombre científico, Histrio histrio, significa "actor".
Y, en efecto, se trata de un consumado ilusionista que
finge ser una fronde de sargazo. Su cuerpo
transformado en "brazos" cortos y flexibles, con
"manos" de 10 dedos en sus extremos; los radios que
forman los "dedos" se agarran a las algas con mucha
fuerza. El pez de los sargazos no nada para acechar a sus presas, sino que trepa muy
despacio por entre las algas, como si fuera un perezoso desplazándose por las copas de
los árboles de la selva amazónica. Para atraer a sus presas, que son peces alúteros y
algunos invertebrados grandes, el pez de los sargazos utiliza un cebo flexible -un radio
modificado de la aleta dorsal- que mueve sugestivamente delante de su enorme boca.
Los incautos que confunden el cebo con un bocado de comida son rápidamente engullidos
por el astuto cazador, que abre la boca y se los traga de golpe.