1) El documento habla sobre la alegría que Jesús trae al mundo y la necesidad de los cristianos de anunciar el evangelio a través de sus palabras y obras. 2) Alienta a tener paciencia y mirar a los demás con los ojos misericordiosos de Jesús. 3) Recuerda que siempre hay oportunidad para recuperar la comunión con Dios y entre nosotros.
1. Aportes - 1
Convencidos de que Jesús es el enviado
del Padre, ¿qué significa creer sino correr a
su encuentro para llenarnos de su Espíritu
y, empezando por casa, reavivar todos los
ambientes humanos con la vida nueva que él
viene a darnos? Quizá estas parecen lindas
palabras, pero ante un mundo donde reina
el individualismo y la injusticia, no podemos
quedarnos callados o lamentando… no sea
que el Señor nos reproche a nosotros que no
lo hayamos anunciado al mundo.
A veces también nos sentimos impotentes
y no sabemos qué hacer.Primero, reconozca-
mos que necesitamos estar en continua con-
versión, pero a la vez que tenemos la gracia
de Dios que nos acompaña en las buenas
obras. Segundo, miremos al prójimo con los
ojos misericordiosos de Jesús, que no vino a
condenar sino a perdonar.Tercero, iluminados
por su Espíritu, veamos cómo llegar mejor al
hermano, sin autosuficiencia, con el corazón
en la mano, animándolo a transitar caminos
de verdad, justicia y caridad, sin olvidar que
las palabras mueven, pero el buen ejemplo
arrastra.
En este domingo llamado “de gaudete”,
recuperamos la esperanza que lleva a la
alegría. Isaías nos da la clave: “volverán los
rescatados por el Señor; y entrarán en Sión
con gritos de júbilo, coronados de una ale-
gría perpetua: los acompañarán el gozo y la
alegría, la tristeza y los gemidos se alejarán”
(Is 35,10). Es un volver a la Casa de Dios y a
la Ciudad Santa luego del destierro. En esto
vemos que siempre hay una oportunidad
para recuperar la comunión con Dios y entre
nosotros, porque esa armonía es la que hoy
¿Eres el que había de venir o
debemos esperar a otro?
Is 35, 1-6a. 10; Sal 145; Sant 5, 7-10;
Mt 11, 2-11
Juan en el prólogo de su evangelio enseña:
“La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no
la recibieron” (Jn 1,´5) y, a renglón seguido,
declara que el Bautista vino como testigo,
para dar testimonio de la luz, para que todos
creyeran por medio de él (cf.Jn 1, 7).Herodes
encarcela a Juan por anunciar al Quien es la
luz de la verdad, el verdadero Cordero de Dios
que viene a quitar los pecados del mundo.
Sucede que no siempre es bien recibido el
anuncio de la verdad de Dios, aunque hoy
a los cristianos quizá no nos aprisionen en
mazmorras ni corten la cabeza, sino que hay
otra forma de negar el evangelio y es cerrar los
ojos a la luz y los oídos a la verdad por miedo
a convertirse, a perder la triste felicidad de
que dan las fantasías mundanas… aunque se
sigue festejando Navidad, pero con un extraño
espíritu navideño de quienes niegan a Jesús.
El Bautista proclama que Jesús es el Me-
sías, el verdadero Cordero de Dios que viene a
quitar el pecado del mundo violento, corrupto y
mentiroso. Juan no ha temido echarle en cara
al mismo Herodes los pecados que cometía,
al vivir en flagrante adulterio con su cuñada.
Este fue un reproche atrevido que Juan pagó
siendo encarcelado y tirado al fondo del cala-
bozo. Por eso envía a sus discípulos para que
comprueben cómo se cumplen en Jesús los
anuncios de Isaías: los ciegos ven, los sordos
oyen, los inválidos caminan, los leprosos se
curan, los muertos resucitan y se anuncia a
todos la Buena Noticia. (Continúa en la p. 4).
Aportes para la homilía
Aportes
Celebración
3º domingo de Adviento 11 de diciembre de 2016
Ciclo A. Color: Morado Año XX - Nº 1172
Aportes
Celebración
para la
Homilía y guión para la Santa Misa
3Adv-A-16-1172.indd 1 02/08/2016 14:32:24
2. Aportes - 2
1) Introducción
Hermanos:Continuamos preparán-
donos para recibir la Navidad revi-
viendo las esperanzas del pueblo
hebreo, con la alegría del aliento
que da la palabra de Dios por medio de
sus profetas. Hoy, las palabras de Jesús
resuenan en la Iglesia estimulándonos
a esperar activamente la salvación pro-
metida a los que perseveran hasta el fin.
Cantemos…
2) Saludo de bienvenida
¡Alegría!, eso nos trae el Señor.
Perseveremos con fe y caridad
hasta el fin, y alcanzaremos la
salvación. Jesús lo prometió y nos lo
recuerda en esta nueva Navidad.
Que el amor salvador del Hijo de Dios,
hecho hombre en María virgen y ma-
dre, esté siempre con todos ustedes
3) Acto penitencial
La lejanía de Dios y sus conse-
cuencias traen tristezas en nues-
tro mundo, pero el perdón y la
misericordia nos abrazan al Señor en la
alegría de los hijos de Dios, y nos hacen
hermanos en un único Señor.
* La alegría del Señor es ver un
pueblo unido;por nuestras faltas de
comunión eclesial y familiar: Señor,
ten piedad.
* La alegría del Señor es escuchar
su Palabra; por cerrar los oídos al
evangelio: Cristo, ten piedad.
* La alegría del Señor es la comunión
con él y entre nosotros; por romper
la fraternidad con las injusticias y
la unión con él con el materialismo.
Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga mise-
ricordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna. Amén.
4) Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Is 35, 1-6a. 10):
Desterrado a Babilonia, el pueblo
elegido es reanimado por las pro-
fecías de Isaías que, en nombre
de Dios, promete liberación y salvación.
Salmo responsorial (Sal 145):El Sal-
mo 145 reafirma los anuncios de Isaías
asegurando que el Señor es fiel a sus
promesas a lo largo de mil generaciones.
Respondamos diciendo: R. Señor, ven a
salvarnos.
Segunda lectura (Sant 5, 7-10): El
apóstol Santiago nos exhorta a la pacien-
cia animosa ante la venida del Señor que,
por otra parte, jamás nos abandona.
Lectura del Evangelio (Mt 11, 2-11):
Los discípulos de Juan el Bautista se
desorientan porque fue encarcelado
por Herodes. Por eso van a preguntar a
Jesús si es él el prometido o habría que
esperar a otro.
5) Oraciones de los fieles
Jesús no sólo es un gran profeta
sino sobre todo la Palabra viviente
y definitiva de Dios a los hombres.
Pidámosle que su evangelio se haga vida
en nosotros, de modo que todos comprue-
ben que Jesús es el camino, la verdad y
la vida verdadera.
Digamos:
Señor, concédenos tu alegría.
4 Jesús es anunciado por Juan
bautista, profeta lleno de valentía;
que la Iglesia anuncie sin miedo el
Guión para la Santa Misa
3Adv-A-16-1172.indd 2 02/08/2016 14:32:24
3. Aportes - 3
evangelio de la vida, la verdad y la
justicia. Oremos…
4 Jesús inaugura el Reino de Dios, que
es la alegría de la unión con Dios y
la fraternidad entre los hombres; que
podamos superar las grietas que nos
separan como país. Oremos…
4 Jesús viene a fortalecernos en la fe y
la paciencia ante los acontecimientos
contradictorios de la historia; que invo-
cando su misericordia superemos todo
lo que nos aflige. Oremos...
4 Jesús que viene en medio nuestro
es motivo de alegría; que esta alegría
se manifieste en la solidaridad social,
el respeto en el hogar y el testimonio
cristiano. Oremos…
4 Jesús nos confirma como sus testigos;
que anunciemos el evangelio como
sus discípulos misioneros de palabra
y buenas obras, en el servicio fraterno.
Oremos…
Señor Jesús, está cercana la
alegría de la Navidad. Que, me-
ditando el misterio del pesebre,
nos convirtamos en mensajeros de
cuanto viniste a enseñarnos. Tú, que
vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
6) Presentación de las ofrendas
Jesús preside nuestra asamblea.
Presentemos el pan y el vino,
ofrendas que representan la veni-
da del Reino, para que todos los
compartan como el Cuerpo y Sangre del
Señor, anuncio que ya está gestándose
entre nosotros.
Cantemos…
7) Comunión
Jesús está tan cerca que hasta lo
podemos tocar y aún más, él quiere
que comamos su Cuerpo y beba-
mos su Sangre anticipo del Reino.
Hasta que sea la vida grande y maravillosa
de nuestra vida.Vayamos a comulgar.
Cantemos…
8) Bendición final y despedida
Motivación: En esta tercera se-
mana de Adviento preparémonos
con todo entusiasmo y seriedad
para que Navidad sea, para nuestra
familia y toda la comunidad, un nuevo y
más dinámico punto de partida en la vida
cristiana.
Bendición:Y que la bendición de Dios
todopoderoso Padre, Hijo y @ Espíritu
Santo descienda sobre todos ustedes y
los proteja durante la semana.
Despedida: Con alegría construya-
mos el reino de Dios. ¡Vayamos en paz!
Corona de Adviento
Para celebrar en el hogar, la parroquia,
la oficina, la escuela…
TERCERA VELA:
Recibir al Señor que nos trae
alegría
Guía: La alegría es una luz para el alma
y para quienes están a nuestro lado. Esa
alegría es la esperanza que trae Jesús
al nacer entre nosotros.Al encender esta
vela recuperemos la alegría en la casa,
en la escuela, en nuestro lugar de trabajo.
Oración: Tu próximo nacimiento, Señor,
nos da la alegría de aquellos que regre-
san a su propia casa.Contigo somos una
familia nueva, una Iglesia y una sociedad
de hermano: por eso no permitas que
la tristeza nos agobie. Que se alejen
de nosotros los males que nos traen
desolación: el hambre, la drogadicción,
el alcoholismo, la desocupación, el anal-
fabetismo, el alejamiento de Dios. Ven
a alegrarnos con tu presencia, porque
vives y reinas eternamente.
Padre nuestro, Avemaría, Gloria.
3Adv-A-16-1172.indd 3 02/08/2016 14:32:24
4. Aportes - 4
(Viene de la p. 1).
necesitamos vivir en la Iglesia y en el país,
ante críticas y desprecios mutuos.
La carta de Santiago, por su parte, nos
invita a tener paciencia ante las arbitrarieda-
des del mundo presente. Nos pide desarrollar
la virtud de la paciencia. Así esperamos la
llegada del Señor, que más allá de una fecha,
o en una segunda venida, llega en el silencio
del dolor de los hermanos, en la tristeza de
quien no tiene trabajo, en la soledad de quien
es excluido. Tengamos paciencia y fortaleza
para no dejarnos vencer por la impotencia ni
la indiferencia.
¡Señor Jesús!, luz del mundo, que vives
entre nosotros dándonos tu misma vida divina
y llénanos de alegría para esperar con un
corazón nuevo tu próxima llegada.
Que tengamos, así, la valentía de anunciar
al mundo la buena noticia y denunciar los
antivalores del evangelio que nos llevan por
los caminos inhumanos de la violencia, la
corrupción y el temor. Que entendamos que
“es Navidad” cuando asumimos ser como tú
nos quieres, luz del mundo y sal de la tierra,
tus testigos, sembradores de tu evangelio y
Aportes para la Celebración es un subsidio litúrgico preparado por el equipo de redacción de El Domingo, periódico religioso de
la editorial SAN PABLO, propiedad de SOCIEDAD DE SAN PABLO (PAULINOS). Riobamba 230, C1025ABF Buenos Aires,Argentina.
Teléfono: (011) 5555-2416/17/21/24. Fax: (011) 5555-2439. E-mail: director.eldomingo@sanpablo.com.ar - www.sanpablo.com.ar -
Impreso por G. S. Gráfica s.r.l., Cnel. Charlone 958, B1868DZF Piñeyro,Avellaneda (Bs.As.),Argentina.
En el Uruguay:
San Pablo: Colonia 1591 (11200) Montevideo, tel.: 24018332, cels.: 094943071/095728681, Mail: libreria@san-pablo.com.uy
testigos del amor tanto en lo íntimo del hogar
como entre hombres y pueblos, en el ámbito
de la justicia y la vida política, la economía o la
docencia, las ciencias y las artes, los medios
de comunicación, y no pocas veces también
en nuestra vida eclesial.
Que tengamos paciencia y fortaleza para
ser un evangelio viviente para cuantos buscan
motivos para seguir creyendo y esperando.
Que esta próxima Navidad marque un nuevo
punto de partida en nuestro compromiso mi-
sionero, conscientes de que nos llamaste a la
fe y la vida cristiana para hacernos discípulos
misioneros. Tú, que reinas junto al Padre por
los siglos de los siglos. Amén.
MENSAJE DEL SANTO PADRE
Jesús es nuestra alegría
El corazón del hombre desea la alegría. Todos deseamos la alegría, cada familia, cada
pueblo aspira a la felicidad. ¿Pero cuál es la alegría que el cristiano está llamado a vivir y
testimoniar? Es la que viene de la cercanía de Dios, de su presencia en nuestra vida. Desde
que Jesús entró en la historia, con su nacimiento en Belén, la humanidad recibió un brote
del reino de Dios, como un terreno que recibe la semilla, promesa de la cosecha futura. ¡Ya
no es necesario buscar en otro sitio! Jesús vino a traer la alegría a todos y para siempre.
No se trata de una alegría que sólo se puede esperar o postergar para el momento que
llegue el paraíso: aquí en la tierra estamos tristes pero en el paraíso estaremos alegres.
¡No! No es esta, sino una alegría que ya es real y posible de experimentar ahora, porque
Jesús mismo es nuestra alegría, y con Jesús la alegría está en casa, como dice ese cartel
que tienen ustedes: con Jesús la alegría está en casa.
Papa Francisco (Ángelus, 14/12/2014).
La Virgen da hoy a luz al Eterno
y la tierra ofrece una gruta al Inaccesible.
Los ángeles y los pastores le alaban
y los magos avanzan con la estrella.
Porque tú has nacido para nosotros,
Niño pequeño, ¡Dios eterno!
(Kontakion, de Romanos el Melódico)
3Adv-A-16-1172.indd 4 02/08/2016 14:32:25