El documento habla sobre el Colegio Nazaret en Alicante y su labor educativa. Nazaret ofrece formación y oportunidades a niños en situaciones difíciles para que puedan desarrollarse y tener éxito en el futuro. Los antiguos alumnos reconocen el arduo trabajo de Nazaret y su compromiso con los estudiantes.
2. Para los antiguos alumnos del Colegio Inmacula-
da, Nazaret no es sólo nuestro colegio hermano
de la Compañía de Jesús en Alicante, sino que es
mucho más. Nazaret es un modelo de superación,
de trabajo bien hecho y de logro de metas mar-
cadas.
Somos muchos los antiguos alumnos que hemos
tenido la oportunidad de conocer Nazaret de
Por Nazaret pasan muchos niños y niñas, han ido
crecido, los vemos convertirse en hombres y muje-
res. Poco a poco forjan su futuro, forman sus fami-
lias. Con orgullo vienen preguntando por sus edu-
cadores, presentan a sus hijos, cuentan cómo les
va, el trabajo, los problemas, sus logros... cada uno
cuenta “su película”.
A esa “película” humana, es a la que hace men-
ción el logo del calendario de este año, NAZARET
OTRA PELÍCULA. Esto es Nazaret. Un proyecto que
quiere cambiar la película, que no sea tan prede-
cible su argumento. En Nazaret en el momento
que la claqueta se cierra con su chasquido y el
director grita acción, se rueda otra película. Esta
vez con la intención de saltarse un guión previsi-
ble, hacerlo distinto, generar expectación por el
resultado. Un guión que se salte las condiciones
adversas en que viven los actores, capaz de dar
color a las infancias precarias, empeñado en
recuperar futuros robados. El film se sucede, con
escenas de vida, que nos muestran los cambios de
registro. Unas veces los actores viven momentos
dramáticos, transmiten su padecer. Los problemas
y conflictos cotidianos que se vuelven insalvables.
Y padeces con ellos. Otras devienen momentos
distendidos, de risas, divertidos. Eres testigo de los
esfuerzos de los protagonistas por superarse. Y ríes
con ellos. La película nos trae instantes de todo.
Después de un mal comienzo que no augura
nada bueno, viene un desarrollo que acaba
enganchando, mantiene la atención y concen-
tración, el argumento seduce y encandila. Vislum-
bras posibilidades, alternativas, todos nos hace-
mos protagonistas y vamos reescribiendo otros
posibles finales para esta película. Y llega el desen-
lace, luminoso, cargado de esperanza, se abre
una ventana de posibilidades.
Esta es la película que día a día se filma en Naza-
ret, con finales abiertos, luchando para que los
momentos felices se impongan. Siempre apostan-
do por rodar otra película.
Leoncio Calvo Gómez
Director General
NAZARET OTRA PELÍCULA
Vicepresidència i Conselleria
d’Igualtat i Polítiques Inclusives
Ayto. San Vicente
del Raspeig
AYUNTAMIENTO
DE ALICANTE
NAZARET
SECTORES QUE FORMAN NAZARET
50 profesionales
CENTRO DE VIDA
6 PISOS TUTELADOS
¿A QUIÉNES
ATENDEMOS?
Niños y niñas
de 6 a 18 años
¿A CUANTOS
ATENDEMOS?
38
43 profesionales
CENTRO DE DÍA
ESCUELA C.A.E.S.
6 profesionales
PROGRAMA DE FAMILIA
3 profesionales
PROGRAMA INSERCIÓN
LABORAL Y
PROSPECCIÓN DE
EMPRESAS ”AL CARRER”
¿A QUIÉNES
ATENDEMOS?
Niños y niñas
de 6 a 18 años
¿A QUIÉNES
ATENDEMOS?
Familias, madres
jóvenes y niñ@s
PROGRAMA DE
EMANCIPACIÓN
PROGRAMA DE JUVENTUD
EN MEDIO ABIERTO
¿A QUIÉNES
ATENDEMOS?
Jóvenes de 16
a 24 años
¿A CUANTOS
ATENDEMOS?
180
¿A CUANTOS ATENDEMOS?
Cerca de 200 familias
y más de 350 menores
¿A CUANTOS
ATENDEMOS?
70 jóvenes
¿A QUIÉNES
ATENDEMOS?
Jóvenes extutelados
¿A CUANTOS
ATENDEMOS?
20
Consellería de
Igualdad y Políticas
Inclusivas
Consellería de
Educación
Consellería de
Igualdad y Políticas
Inclusivas
Consellería de
Igualdad y Políticas
Inclusivas
Ayto. de Alicante
Ayto. de San Vicente
del Raspeig
Consellería de
Igualdad y Políticas
Inclusivas
Fondo Social Europeo
Ayto. de Alicante
2 profesionales
cerca y de enriquecernos con todo lo que hemos
conocido de la institución. Las personas que forman
parte de su día a día son auténticos profesionales
que hacen de su trabajo una forma de vida que va
mucho más allá de un horario laboral y unas tareas
asignadas. Resulta imposible no involucrarse en la
vida de los chavales a los que dedican su tiempo y
no tener un compromiso con ellos que está muy
lejos de ser el habitual en el ámbito educativo.
3. Nazaret ha ido evolucionando y adaptándose a
los cambios que el entorno ha ido imponiendo. Así,
sus alumnos cuentan con los medios necesarios
para obtener una formación actual y adaptada a
las exigencias de hoy en día. Con un esfuerzo
mayor que muchos otros centros y la colaboración
desinteresada de diversas organizaciones y de
personas anónimas, la institución de Nazaret logra
sacar adelante a muchos chicos y chicas cuyo
punto de partida es verdaderamente complica-
do.
Los antiguos alumnos del Colegio Inmaculada
somos testigos de la lucha y la dedicación de
Nazaret para dar a sus alumnos una formación
adecuada y ofrecerles la posibilidad de insertarse
en un mercado laboral que, de otro modo, les
resultaría inaccesible. Los chavales reciben de
Nazaret las herramientas necesarias para poder
volar y desarrollarse por sí mismos. Nazaret les da
esa oportunidad que, en otras circunstancias, no
tendrían. A pesar de las dificultades que aparecen
en el camino, son muchos los que logran el objeti-
vo con éxito.
Su labor debe ser un ejemplo para la Sociedad y,
sin duda, lo es para nuestro colectivo. Es un ejem-
plo de buen hacer con medios escasos, de disci-
plina y de una inmensa dedicación. Un proyecto
para el que debería haber un mayor reconoci-
miento a todos los niveles. Desde la Asociación de
Antiguos Alumnos Jesuitas de Alicante tratamos
de dar la mayor visibilidad posible a la labor de
Nazaret, difundiendo sus iniciativas con los medios
a nuestro alcance y colaborando juntos en varias
de ellas. Porque Nazaret merece la pena y así
queremos hacerlo saber.
Natalia Martínez Caro
SOMOS DE LA RESISTENCIA
En Nazaret siempre suce-
den cosas extraordinarias
a pesar de que, al igual
que le ocurría a quienes
habitaban la ciudad
israelí hace más de 2000
años, en la mayoría de
las ocasiones no nos
demos cuenta de lo que
realmente está pasando
a nuestro alrededor. Y es
que, a veces, nada
como tomar distancia
para tener una mejor
vista de lo que nos rodea.
Hace unos meses estuve hablando en la clase de mi
hija de 7 años sobre mi labor como educador en una
actividad en la que papás y mamás contábamos en
qué trabajábamos, actividad dicho sea de paso,
que terminé repitiendo en 4 de los 7 centros educati-
vos de Aspe. Esto, que parece tan obvio, me enfrentó
a un bonito ejercicio de reflexión, algo que por otra
parte nos vemos obligados a hacer de manera casi
inconsciente cuando al hablar de tu trabajo la gente
te dice; “entonces, tú te dedicas a cuidar niños
¿no?”. Pues bien, algo que fascinaba a los niños al
oírlo casi tanto como a mí al decirlo era cuando les
contaba que yo trabajaba en un “CENTRO DE VIDA”.
Y esa es una de las cosas extraordinarias que, por las
urgencias, tensiones y dificultades de toda índole en
nuestro día a día, terminamos por no valorar. Los
niños preguntaban con cara de asombro; “En un
Centro de Vida???”… y es ahí cuando empiezas a
darte cuenta de que se trata de un centro de vida
para nuestr@s chic@s...y para ti mismo.
Durante mi primera etapa en Nazaret (2002-2007),
aprendí a verme como educador, fueron unos años de
aprender, leer, estudiar, pensar y reflexionar. No
dudaba en formarme en algo que, puesto que parecía
que iba a ser mi profesión, tocaba tomarse muy en
serio. Sin embargo, en marzo de 2007 me ofrecen
formar parte de la lista electoral del PP en Aspe y las
reticencias iniciales dan paso a una actitud más partici-
pativa para llegar a plantearme el reto de aprovechar
la oportunidad para desarrollar desde la gestión públi-
ca aquello que yo había ido construyendo en mi
cabeza durante los últimos años y cuya responsabili-
dad recaía directamente en mi labor de educador del
Centro de Vida de Nazaret. Así, en Junio de 2007 inicio
una vertiginosa experiencia política como Concejal de
Bienestar Social, Educación Formación y Empleo en la
que desde el primer día y, cual ”Pepito Grillo”, el Sergio
“educador” cuestiona, modula y condiciona todas y
cada una de las decisiones políticas de D. Sergio Puerto
Manchón, Concejal de “Atención a la persona” como
me “autonombré” y como rezaba mi tarjeta de visita.
Pero la política es como es y uno aprende rápido que,
gracias a Dios, en ella estamos de paso, por lo que tras
casi 5 años intensísimos me tocaba regresar a Naza-
ret, me tocaba volver a ser educador de primera
ocupación y aunque la política iba a seguir presente
en mi vida, me tocaba pasar de la acción y la primera
línea a comandar la esforzada, infravalorada, difícil
pero pedagógica labor de oposición. Mi situación
cambiaba, pero lo que ya nunca se movería sería mi
concepto de política entendida básicamente como
vocación de servicio público, como herramienta para
mejorar la vida de los que nos rodean, algo de lo que,
a pesar de los tiempos y de la inevitable sensación de
estar luchando contra molinos de viento, no pienso
dimitir. Al fin y al cabo y como dicen León Benavente
en su canción “Ánimo Valiente”, somos de la “resisten-
cia”. Esa resistencia que supone formar parte de
Nazaret, aprender que las dificultades pueden tanto
diluirse como acrecentarse y que en esas ocasiones
es cuando nuestra participación es más importante,
esa resistencia que supone aprender a mirar la vida
con los ojos del que tienes enfrente antes que con los
tuyos propios y que te permite decir “a pesar de todo,
aquí estoy para lo que te haga falta”.
En mayo me presenté a las elecciones con un lema
que procuraba resumir todo eso; “cuenta conmi-
go”…Al final no contaron tanto como esperaba (risas)
pero tras dos meses me ofrecieron, como hace 12 años,
saltar a la política provincial como asesor en La Diputa-
ción, ofrecimiento que no podía dejar pasar si de
verdad quiero seguir formando parte de esa “resisten-
cia” desde la que tenemos la posibilidad de cambiar
las cosas desde dentro.
Por todo esto y por mucho más. Gracias Nazaret!! Y
ya sabes, “Cuenta Conmigo”.
Sergio Puerto Manchón
4. equipo de voluntarias de ASF y de Tempe. Que por
cierto ¿Qué les decimos que hagan?¡Si no hay nada
que hacer! Que se vengan a almorzar y ya está ¡En
un par de mañanas terminao!
9. Terminación inexplicable del proyecto. Un par de
jornadas de trabajo y de una cuadrilla de salvamento
contratada después… ¡¡TACHÁN!! La Casita está lista.
10. Condecoraciones y premios a los no participan-
tes. Esta fase, a decir verdad, no se ha cumplido. Tal
vez alguna que otra persona advenediza en la inau-
guración, pero poco más.
Entiéndase, por favor, como una broma, aunque
como bien se sabe, el humor siempre tiene algo de
verdad. El trabajo hecho en La Casita se ha realizado
con muchísimo esfuerzo, encaje de bolillos de agen-
das personales, con mucha paciencia por todas las
partes, dolores de cabeza y de brazos y no con un
¡tachán! inexplicable y mágico.
Eso sí, a fecha de hoy, que nadie se considere adve-
nedizo o advenediza. La Casita está al servicio de
esta comunidad de Nazaret, de este barrio de San
Agustín y de la ciudad de Alicante, o sea que si se te
ocurre alguna propuesta para realizar sólo tienes que
decirlo. O aunque sea venir a conocer el espacio. O
aunque sea a disfrutar de nuestro “espacio verde”
por antonomasia, los #Jamtricos, un micrófono abier-
to sin micrófono donde cabe toda aquella que
quiera compartir su arte, sea de la forma que sea,
que, festivos e imprevistos mediante, suelen ser el
primer domingo de mes a media tarde.
Ya sabes, LA CASITA, un espacio abierto el encuentro
¿Nos encontramos?
Alfonso Copé
UN ESPACIO DE ENCUENTRO EN TORNO A LA
MÚSICA Y SUS POSIBILIDADES DE MEJORA SOCIAL
material ¡Esto está hecho!
2. Desorientación. Ya sabemos qué hay que hacer
¿Quién lo hace? ¿De cuánto tiempo disponemos
realmente?¿La Casita, eso qué es? ¿Nazaret? Me
suena de algo…¿Y a mí quién me dice lo que tengo
que hacer?¿En un mes? Esto no da tiempo ni en
broma. Se descubren otras vocaciones cantautoriles
no compatibles con la albañilería y surgen serias
dudas de que lo sean con la vida. El suelo del patio
está peor de lo que se pensaba. Por no hablar del
techo ¡Si es una rotura con tejas! Madre mía, si aquí
tenemos como para tirarlo todo y empezar de nuevo
¿Y qué hacemos con la uralita? ¿¿¿¡¡¡¡¡URALITA!!!!???
¡¡¡¡Eso mata!!!…. mañana no puedo venir¿Y estos del
campo de trabajo qué le decimos que hagan?
¿Campo de trabajo? ¿Eso qué es?
3. Relajamiento incontrolado. Pues yo “pa ir pa ná”
me quedo en mi casa. No, en serio, es que tengo
mucho lío. Olvido absoluto del amor por la albañilería
y el bricolaje y una cierta querencia por actitudes
más propias del IMSERSO. ¿Y los de mantenimiento
de Nazaret no pueden venir más? Es que ya ha
empezado el cole y con cole y pisos tienen bastante.
Bueno, pues lo hacemos a raticos. ¿Quién puede
venir en lo que queda de lustro media mañana?...-
Cri-cri, cri-cri...
4. Desconcierto general. “Oye Alfonso, ¿Cómo lleváis
lo de La Casita?” Pánico generalizado. Si es que al
final nadie va a querer hacer nada con nosotras. Es
que no se puede ser tan jipi ¿Por dónde vamos? A
saber. ¿Lo último que hicimos qué fue? ¿Que hicimos
de qué?¿Tú quién eres? ¿Yo quién soy? ¿Quienes
somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
5. Búsqueda implacable de culpables. Claro es que si
decimos que vamos a venir y al final no viene nadie
más que fulano y mengano. ¿Pero y Nazaret? ¿Y los
de Arquitectura sin Fronteras?
6. Sálvese quien pueda. Yo más no puedo hacer. No
me da la vida. ¿Pero no íbamos a hacerlo en un
mes? ¿Eso quién lo dijo? Si yo al final no voy a usar La
Casita… Ale, pues quien pueda que venga.
7. Castigo ejemplar a los inocentes. La culpa es de los
chavales. Lo estamos haciendo por ellos y no vienen a
currar. ¡Se te quitan las ganas de hacer nada con ellos!
- “Este… yo creo que el trabajo Infantil está prohibido
desde hace tiempo.”
- “Todo es revisable…”
8. Recuperación del optimismo perdido. Venga va, si
no queda tanto. Con cambiar los cimientos, cambiar
todo el tejado, hacer las dos salas insonorizadas,
poner el suelo del patio, cambiar toda la instalación
eléctrica y recubrir de pladur todas las casas del
vecindario, hacer un pacto con Satán sin que se
enteren los Jesuítas para que nos ayude a terminar
las obras, la cosa ya estaría… Y además viene un
Eso es La Casita.
Aquí podría terminar la historia, pero sería injusto no
contar los cómos, los quiénes y los porqués. Y de eso
va este texto.
Como todo proyecto, tiene sus fases. En contra de lo
habitual, que es empezar con una fase de optimismo
generalizado, lo nuestro, el proyecto de La Casita,
empieza con un varapalo de los buenos e hicimos de
nuestra necesidad virtud. De prolegómeno, la gene-
rosidad de Nazaret, que dejaba usar a la Asociación
de cantautores y cantautoras de Alicante una habi-
tación para diversos proyectos (taller de composi-
ción de rap y grabación con chavales y chavalas de
los pisos, local de ensayo para Puentegramas y diver-
sos proyectos musicales con un marcado compo-
nente social, local de reunión para la propia Asocia-
ción, proyectos musicales con y/o para el cole...)
Hasta aquí todo bien. Un convenio de colaboración,
por aquí, un par de conversaciones eutimizantes por
allá lo hicieron posible
Peeero.... Tras una "visita inesperada" a La Casita
donde personas enemigas de lo ajeno, por no utilizar
otros adjetivos más propios para algunos miembros
de la clase política, en la que hicieron un butrón y se
apropiaron de todo el material de la asociación que
cabía por dicho agujero, valorado en varias nóminas
del salario mínimo interprofesional, nos vinimos arriba
y decidimos ocupar, con permiso de Nazaret, of
course, toda La Casita y convertirla en lo que preten-
de ser: un lugar de encuentro en torno a lo musical y
sus posibilidades de hacer nuestro entorno más habi-
table, más humano, menos malo, como diría aquel.
Y ahora sí, cumplimos con todas las fases de un
proyecto tal y como manda la tradición:
1. Optimismo general. Todas las partes están de
acuerdo en que es una genial idea transformar La
Casita en lo que hoy es. Se renuevan convenios, toda
la asociación de cantautores y cantautoras parece
tener vocación por la albañilería y “eso en un mese-
cico lo tenemos teminao”. Como de arquitectura
tenemos menos vocación contactamos con Arqui-
tectura sin fronteras (A.S.F.) que nos echan una mano
en el proyecto arquitectónico, permisos legales, los
cálculos de material y esas cosicas “sin importancia”.
Nazaret por su parte pone a disposición el equipo de
mantenimiento, en la medida de lo posible, y su
5. Se nos fue para el cielo Concepción Fernández,
Concha como la llamábamos, una de las “históri-
cas” de Nazaret. Sirvan estas líneas de homenaje y
de recuerdo agradecido.
El P. Fontova y sus muchachos se trasladaron el 16
de septiembre de 1968, desde la primera ubicación
de Nazaret en la calle Colombia, al nuevo edificio
del barrio de San Blas. Era como un segundo
momento fundacional, tras la primera década de
los “Traperos de Nazaret” en la calle Colombia. Se
necesitaban mujeres de corazón como “mamás de
chalet” y para otros menesteres de la casa. Una de
ellas fue Concha, una joven viuda, que llamó a las
puertas de Nazaret acompañada por sus dos hijos
Evaristo y Bartolomé, de ocho y seis años de edad,
en busca de trabajo. El P. Fontova la recibió para
trabajar como cocinera y le asignó como vivienda
un espacio reducido junto a la cocina y el comedor
de los chicos. Allí se instaló Concha con sus hijos y su
hermana Loli, que empezó a trabajar en la portería
y enfermería. Aquel pequeño recinto puede califi-
carse sin exageración ninguna, como “lugar sagra-
do” para los que vivíamos en Nazaret. La puerta
estaba siempre abierta y en ella encontrábamos
todos acogida: chicos, trabajadores y jesuitas. Fue
un espacio familiar en donde podíamos tomar un
café, reírnos comentando alguna anécdota o
desahogar nuestros problemas. Concha nos
acogía siempre con aquella sencillez que emana-
ba de su persona; la perpetua sonrisa en su rostro, la
palabra oportuna en los labios para desdramatizar
situaciones, su enorme realismo y sentido del humor
nos situaban con frecuencia y nos ayudaban a vivir
el día a día con mejor ánimo. Era una presencia
realmente luminosa.
No era nada fácil dar de comer a doscientos
chicos internos, al grupo de trabajadores que se
incrementó en aquel momento, y a la comunidad
de jesuitas. Eran tiempos de escasez y no había
ninguna subvención oficial. El Hermano Mariano se
multiplicaba para conseguir alimentos, regalados
en ocasiones por comercios o empresas, fiados las
más de las veces o comprados a muy bajo precio.
Mariano, que había sido cocinero durante muchos
años, y que lo era muy bueno, y Concha formaron
un tandem perfecto y hacían auténticos milagros
para dar de comer a toda aquella tropa. La morta-
dela, presentada en las formas más inimaginables
(cruda, a la plancha, rebozada…) era un ingre-
diente básico, hasta el punto de que los mucha-
chos bautizaron al monumento con piezas de
hierro, entre ellas unas ruedas dentadas, que había
a la entrada de Nazaret, como el “monumento a la
mortadela”
Todos los que vivimos en Nazaret en aquella época
recordamos a Concha al punto de la mañana,
preparando el desayuno para los mayores que
salían a estudiar fuera. A partir de aquel momento
CONCHA
se veía su pequeña figura incansable entre los
fogones, preparando la exigua comida, ingenián-
doselas para hacer maravillas con las escasas vian-
das. De la mañana a la noche, hasta que todo
quedaba recogido, Concha se afanaba en la
cocina, sin prisas, sin perder los nervios, con el
mismo ánimo templado y alegre. Nunca se la oía la
menor queja, ni la menor crítica a nadie, siempre
echaba todo a la mejor parte.
Su mera presencia y su trabajo abnegado eran en
sí mismos educativos. Era una de esas figuras que,
sin pretenderlo, transmitían todo un estilo educativo
basado en los mejores valores de Nazaret: la convi-
vencia familiar, el trabajo, la preocupación por los
pequeños, la fortaleza ante las dificultades, el
amor. Si por algo se distinguía Concha era por esa
capacidad de amar a todos; creo que todos
podíamos decir que nos sentíamos queridos por
ella. Los chicos lo percibían y se dirigían a ella como
“Señora Concha”, porque veían en ella la autori-
dad natural que se deriva de una persona auténti-
ca.
Todo lo dicho nacía de una fe profunda y sencilla.
No era una mujer de muchas devociones, pero su
fe iluminaba toda su vida y su quehacer. Sin duda
que encontró en la recia fe del P. Fontova, en su
confianza ciega en la Providencia, un referente
para afianzar su fe en el Dios Providente que hacía
milagros para poder tener lo suficiente en el día a
día. Concha era una de las “santas de la puerta de
al lado” de las que habla el Papa Francisco.
Nazaret fue evolucionando. De la primera semilla
de los pequeños grupos en las casitas de la Aldea
Infantil, se pasó a estructurar todo Nazaret en
grupos más reducidos y aumentó el número de
educadores. Fue entonces, después de muchos
años de dedicación a la cocina, cuando se pensó
en que Concha podría ser muy bien educadora de
un grupo de niños y niñas. Algo que ella siempre
había soñado, sin manifestar abiertamente su
deseo. La veta de educadora que llevaba dentro,
y que había irradiado a su alrededor sin ser ella
consciente, afloró y ejerció su papel de educadora
con su estilo sencillo, pero profundamente humano,
pues tenía la principal virtud del verdadero educa-
dor: el amor incondicional a sus chicos.
Concha, la Señora Concha, fue una de esas perso-
nas que hubo en los primeros tiempos de Nazaret
que, sin tener un rol educativo directo, como lo fue
en su primera época, educaban con su mera
presencia por los valores que vivía y la autenticidad
que transmitían.
En nombre de cuantos convivimos con ella y de
todos los que han seguido y siguen en Nazaret, te
hacemos llegar nuestro agradecimiento, que
recibirás con tu eterna sonrisa desde el cielo.
Gracias, Concha.
Jesús Royo sj
6. NORBERTO GÓMEZ MERINO
Este último año nos ha dejado también un antiguo
alumno, Norberto Gómez Merino. Son muchos los
antiguos alumnos que ya han fallecido y que
tendrán un lugar preferente ante el Señor. Si trae-
mos hoy a colación a Norberto es porque él ha sido
una figura de referencia para muchos chicos que
han pasado por Nazaret.
Fueron cuatro hermanos Gómez Merino los que
estuvieron en Nazaret; por este orden: Luis, Norber-
to, María Jesús e Ismael. Formaban parte del grupo
de “Los Asturianos” que envió la Junta de Menores
de Asturias a Nazaret, gracias a un convenio hecho
con el P. Fontova. El grupo de los Asturianos era un
grupo singular, con una identidad enormemente
marcada. Es natural, si tenemos en cuenta el
enorme cambio que tenían que sufrir al pasar de las
verdes tierras de Asturias, al secarral de Alicante. Un
cambio no sólo geográfico, sino cultural, familiar, de
convivencia, que afectaba profundamente al
conjunto de su persona, como no podía ser de otra
manera. Formaban una auténtica piña, a la vez que
hacían un notable esfuerzo de adaptación, hasta el
punto de que varios de ellos cambiaron los verdes
prados de Asturias, para fijar su vida para siempre
en tierras alicantinas. Los asturianos supieron mante-
ner su identidad, al tiempo que la mayor parte de
ellos llegaron a ser auténticos “nazarenos”. Siempre
recordaré cuando llegaba el primer día de vaca-
ciones y el grupo de asturianos se apiñaba en porte-
ría, a la espera de la llegada del autobús de la
Junta. Ester, la asistenta social, irrumpía con su
andar decidido en la portería, enfilaba al despacho
del P. Fontova para intercambiar información, y a su
salida era un revuelo de chicos y maletas que se
agolpaban para subir en el autobús. A su marcha,
todos sentíamos que un pedazo del corazón de
Nazaret se había ido y quedábamos a la espera de
su vuelta, cuando eran recibidos entre aclamacio-
nes: “han llegado los asturianos”
De este grupo formaba parte Norbertín, como
llamábamos a aquel chaval fino de cuerpo y de
espíritu, listo, con ojos vivos, de enorme sensibilidad y
que suplía su debilidad física con una agudeza que
se manifestaba en sus juicios y en sus críticas, que
hacían que fuera respetado por sus compañeros.
Norberto llegó a ser un auténtico “nazareno”. Supo
adaptarse a los usos y costumbres de Nazaret, con
naturalidad, como uno más. Sabía hacer amigos y
entretejer lazos, cualidad que siempre perduraría en
él, hasta su muerte. Quería a Nazaret, adoraba al P.
Fontova y nos quería a los educadores, aunque
siempre mostrara su faceta crítica con nosotros. No
se le veía nunca jugando a fútbol o haciendo
deporte, pero eso no impedía que llegara a tener
auténtica autoridad entre sus compañeros. Su
fuerte era el estudio, los libros, las aficiones culturales
y su palabra fácil, que podía ser acerada en algún
momento. Cantaba muy bien y formaba dúo con el
hermano López, al que le unía también un gran
aprecio. Norberto creció como nazareno, vivió
como nazareno y murió como nazareno. Por eso fue
un auténtico trauma para él tener que abandonar
la que había sido su casa durante tantos años,
llegada la edad de tener que dejar Nazaret,
cuando no se ofrecía otra alternativa y era ley de
obligado cumplimiento. Fue una herida que no
acabó de cerrársele del todo.
Jesús Royo sj
Hasta el curso pasado los jesuitas habíamos estado
presentes en dos comunidades en la ciudad de
Alicante. Una de ellas estuvo muchos años en el
mismo edificio de Nazaret y los últimos años estaba
localizada en unos pisos cercanos a Nazaret. La
otra comunidad ha estado siempre en una de las
alas del Colegio Inmaculada.
La reducción del número de jesuitas hizo que el
Provincial uniera las dos comunidades en una sola.
Desde septiembre de 2018 todos los jesuitas de
Alicante vivimos en un espacio amplio del Colegio
Inmaculada y, desde aquí, seguimos cercanos a
todas las obras que acompañamos en esta ciudad.
A principios del mes de septiembre DE 2019, Pedro
García Vera sj. que ha estado en Alicante muchos
años, con diversas responsabilidades, fue destina-
do a la ciudad de Oviedo a una nueva tarea y le
ha sustituido como superior Luzio Aguirre sj., que ya
llevaba un tiempo en esa comunidad de la Inma-
culada. Otro jesuita, Oscar Fuentes, que había
estado trabajando con los alumnos pequeños del
colegio ha sido destinado a un año de estudios, lo
que llamamos la “tercera probación”. Sin embar-
go, hemos tenido la suerte de recibir a un nuevo
jesuita Higinio Pi sj. cuyo trabajo fundamental es en
Nazaret y que es el coordinador de la Red Mimbre
COMUNIDAD DE JESUÍTAS
(servicio jesuita para la infancia y la juventud) de
toda España.
También en la organización más amplia, lo que
llamamos plataformas apostólicas (PA), se están
produciendo reagrupaciones que intentan ayudar
a trabajar de manera más coordinada y eficaz. De
una PAL que formábamos Alicante, Elche y Murcia,
pasamos a una PA, un poco mayor, que abarcará
toda la Comunidad Valenciana, Palma de Mallor-
ca y Murcia.
Ojalá estos cambios nos ayuden a llevar adelante
esta apasionante tarea de ir construyendo, poco a
poco, el Reino de Dios. Hagamos nuestro mundo un
poco mejor para todos, pero sobre todo para los
que más sufren.
Ramón Correcher sj
E x c e l e n c i a e n P s i c o l o g í a d e s d e 1 9 9 9
7. UN TECHO PARA CREAR UNA VIDA
Sólo a partir de un techo se puede construir un
futuro. Sin embargo, hay jóvenes que no cuentan
con un hogar desde el que comenzar a dibujarlo.
Muchos jóvenes menores de edad, ante una situa-
ción de extrema vulnerabilidad, tienen que ser
sacados de sus familias e incluidos en los programas
de protección tutelados por el Estado. El día que
cumplen 18 años han de abandonar esa tutela y
quedan en situación de calle la mayor parte de
ellos.
Ante esta urgente necesidad se crea el proyecto
“Pisos de Emancipación Esperanza Pertusa”. Se
trata de una alianza en beneficio de los y las jóve-
nes entre el sector público, una organización de la
sociedad civil y el sector privado. Así, el Ayunta-
miento de Elche a través de su Concejalía de Igual-
dad, la Entidad Social Nazaret y la Fundación Espe-
ranza Pertusa, llevan más de un año trabajando en
este proyecto que tiene capacidad para cinco
jóvenes en riesgo de exclusión social y que ya atien-
de a un chico.
La experiencia previa de Nazaret con jóvenes en
esta misma situación es una garantía para el
proyecto. Según subraya el director de Nazaret,
Leoncio Calvo “acompañaremos a los jóvenes
creando un vínculo educativo, pero siempre siendo
consciente que el joven es el principal protagonista
de esta etapa, por lo tanto, participa de forma
activa en este proceso proponiendo el mismo sus
propios objetivos para alcanzar la plena autono-
mía”.
“Queremos apoyar a los jóvenes ayudándoles a
madurar, a que se puedan independizar, estando
a su lado en momentos críticos, intentando paliar
las carencias afectivas, formativas, materiales…
propias de este colectivo.Estas carencias les hacen
especialmente vulnerables, no sólo por lo que se les
exige, cuando apenas han empezado a madurar,
sino porque además deben resolver y superar conti-
nuamente una historia personal y familiar muy dura
en muchos casos”, considera la Presidenta de la
Fundación Esperanza Pertusa de Gioseppo, quien
financia este proyecto. “Llevábamos mucho
tiempo queriendo poner en marcha este programa
y junto al compromiso y buen hacer demostrado
por Nazaret nace un precioso proyecto muy nece-
sario para nuestra ciudad y nuestros jóvenes”.
Gema Muñoz Pérez
Fundación Esperanza Pertusa Gioseppo
PROGRAMA EMANCIPACIÓN NAZARET.
PISO GARBINET
En Junio, el Programa de Emancipación de Nazaret
comenzó una nueva etapa. Con el nuevo concierto
el equipo ha podido crecer y actualmente está
formado por tres personas una Educadora-Coordi-
nadora, una TIS, y una Trabajadora Social.
Nos sentimos tremendamente afortunadas por formar
parte de un programa que apuesta por el acompa-
ñamiento de jóvenes en la
mayoría de edad, que
promueve la autonomía, la
formación y la inserción
laboral. Vivimos con muchísi-
ma ilusión y respeto cada
uno de los retos que día a
día se nos presentan. Traba-
jamos desde la búsqueda
de potencialidades y desde
la confianza en las capaci-
dades de cada joven.
Para nosotras es una gran
motivación y responsabili-
dad poder ofrecer a los
jóvenes y a las jóvenes la
posibilidad de completar su
proceso de madurez. Es un
honor y un privilegio acom-
pañarles reforzando los
aspectos positivos de su
personalidad, ofreciéndo-
les alternativas y herramientas para la vida, desarro-
llando así su autoconfianza.
Somos testigos de este camino a través de activida-
des como la planificación de tareas domésticas,
acompañamiento en la inserción laboral, asesora-
miento administrativo y legal, apoyo en el área de la
salud, así como potenciar relaciones sociales y fami-
liares sanas y positivas. Formar parte de esta evolu-
ción hacia la vida adulta y comprobar cuánto apro-
vechan este recurso, nos llena de gratitud.
Durante muchos años hemos observado la necesi-
dad de que existiera un recurso que se ocupara del
puente entre la vida en un centro de menores y la
vida adulta. Y ahora formar parte del Programa de
Emancipación de Nazaret, convierte en realidad el
deseo de muchos y muchas. Sólo nos queda pedir
que este sueño dure mucho años.
Gema, Enri y Carol
8. ACOMPAÑAR CON PRESENCIA
individual visión de la vida, representan un funciona-
miento “normal”.
Desaprender y permitir que lo nuevo vuelva a
sorprenderte y remodele tus creencias y quehacer
es una experiencia de presencia muy satisfactoria.
He nombrado el centrarse en uno mismo como
trabajadora, pero ¿qué es el centrarse en el otro?
¿De qué manera acompañamos con presencia?
¿Qué significa la presencia en nuestro trabajo?
La presencia es un reto en estos tiempos, no digo
nada que no sepamos todos y todas. La persegui-
mos, la deseamos, cuando la encontramos nos da
mucho bienestar pero se nos escurre rápido, hace-
mos cursos para saber captarla y retenerla… vivimos
muy desconectados de ella. En el trabajo con las
mamás y los niños y niñas del programa, procuramos
aplicarnos unos códigos que simplemente con recor-
darlos e ir entrenándolos, acaban formando parte de
la metodología. Aquí van algunos:
No estoy para emitir juicios. Estoy para muchas
cosas que no tienen que ver con ello, por ejemplo:
observar y orientar hacia dónde se pueden hacer
ajustes para hacer más llevadero el día a día, más
agradable y gratificante.
Respeto la vida y las elecciones de la persona que
tengo delante por mucho que estén bien distantes
de lo que haría y decidiría yo.
El Otro es igual que yo. Desde ese planteamiento de
igualdad y consciente de que mi función es
ACOMPAÑAR y no imponer o cambiar, me abro a
escuchar y me dispongo a intentar comprender. Si
no comprendo, acepto que no lo comprendo y con
ello puedo seguir trabajando. No elegimos con
quien trabajamos, pero cada una de las personas
con quien tratamos y con quien tenemos la gran
responsabilidad de desarrollar nuestra función, es
merecedora de ese respeto y esa atención, al igual
que cada uno y cada una de nosotros hacia nues-
tras vidas y elecciones.
Lo que hacemos es de ida y vuelta. Entenderlo y
aplicarlo es otro ejercicio de presencia.
La presencia se manifiesta muchas veces en terminar
la jornada laborar cuando en lugar de poner la radio
en el coche volviendo a casa, te permites escuchar
por dentro el relato de lo ocurrido en el día, encontrar
y sentir que dentro de ti hay sorpresa, horror, agradeci-
miento… darte cuenta que ves dignidad donde
menos te la esperabas, que ves fortaleza y alegría
donde no te imaginarías que tú la podrías tener (en
situaciones tan límites como las de algunas vidas a las
que nos acercamos)… Desde esa presencia fácilmen-
te surgen las ganas de aportar y la creatividad.
“Respira...”
Esta es la expresión con la que más frecuentemente
te encuentras al aterrizar al programa de Perinata-
les y que las compañeras que llevan mucha expe-
riencia y recorrido en ello te transmiten sin descanso
y con una determinación que convence.
“Respira” traduce mucho de lo que supone acer-
carse a la vida de otra persona y de su entorno,
emocional y físico. “Respira” traduce una actitud,
con uno mismo y con la otredad.
Cuando entras a una casa hay un trabajo previo de
concentración en tu propio centro como trabajado-
ra, para sentir cómo estás antes de entrar y para
retomarlo cuando sales, para conocer cómo lo que
has visto y vivido allí dentro te afecta personalmente
y profesionalmente. El trabajo sobre una misma
como trabajadora es esencial para ser capaces de
no contaminar nuestra tarea como educadoras con
nuestra propia historia personal y al mismo tiempo es
un elemento enriquecedor a la hora de conectar la
energía que viene del otro con la propia.
Los primeros meses de trabajo en este sector son
impactantes por la cantidad de estímulos que las
personas con las que entras en contacto bombar-
dean tu Ser. Estar dispuesto a recibir es el primer
paso hacia la PRESENCIA. Como trabajadora recién
llegada a este programa, a pesar de llevar 17 años
de trabajo en los pisos tutelados, me he visto
desconcertada por lo que yo defino el “making of”
de los pisos. Es decir: el literal “cómo se hizo” de lo
que tenemos en el día a día con los menores. A
veces creemos haber visto mucho y controlar
muchos datos e incluso caemos en la trampa de
decirnos “esto ya me lo conozco...”, luego, te
encuentras un pasito más allá y descubres… que no
habías entendido nada. Comprender, sentir, partici-
par de cómo llega al mundo una criatura en el
entramado vivencial de cada una de las mamás
del programa permite tomar conciencia de por qué
más de 10 años después (o cuando un niño llegue a
un Centro como Nazaret), nos cuesta tanto conse-
guir ciertos objetivos que, desde nuestra personal e
Las profesionales del Programa de Perinatales abor-
damos el trabajo desde la perspectiva humana, de
Ser a Ser con el Otro, permitiendo que nuestra prepa-
ración académica y nuestra experiencia profesional
sean a su vez acompañantes en la tarea pero no la
dominen al punto de desnaturalizar la esencia del
encuentro, que es el intercambio.A partir de allí
vamos a centrarnos un poco más en el encargo que
tenemos de acompañar a las mamás para que sean
capaces de acompañar a sus hijos e hijas.
¿Cómo se hace? Es complejo describirlo todo en
pocos párrafos, pero hay un elemento clave en el
cual se lleva trabajando desde hace unos años con
convicción creciente: se trata de centrar la inter-
vención en el bienestar y el autoconocimiento de la
madre como tal y como mujer para que a partir de
allí pueda desarrollar su función en plenitud.
Esto es muy complicado para mujeres que llegan a la
maternidad prematuramente por estar ellas todavía
en proceso de desarrollo. Hemos podido observar
mamás incapaces de cerrar los ojos en algún taller
de relajación; algo que habla claro de la desco-
nexión que viven con ellas mismas. Por eso, nuestra
mayor y ambiciosa labor es acercarlas al autocono-
cimiento, al reconocer sus estados de ánimo, al tener
un diálogo positivo con ellas mismas, al tomar
conciencia de sus fortalezas y de sus debilidades, de
los miedos y los anhelos... Además las ayudamos
asesorándolas en todo lo que concierne el mundo de
la crianza, ayudándolas con el ejemplo práctico en
el quehacer diario con sus bebés. Apoyamos
también en las preocupaciones de tipo económico a
través de la coordinación con los Centros Sociales y
toda la red de apoyo que existe para cada circuns-
tancia (refugiadas, víctimas de violencia de
género…). Las ponemos en contacto entre ellas para
que generen una red de apoyo mutuo, las acompa-
ñamos a revisiones médicas, suyas y de los hijos e hijas
y en todo aquello que para ellas es dificultoso tanto
por falta de recursos materiales y logísticos como por
falta de recursos propios. Nuestra labor es encaminar-
las a asumir la maternidad en toda su complejidad.
La gran mayoría de ellas se muestra agradecida y
tal vez, cuando llegue el momento de cerrar el caso,
desde cierto punto de vista, se podría evaluar que
sus vidas no hayan cambiado de forma sustancial
desde nuestra llegada (aunque sí evidentemente
por la llegada de sus hijos o hijas). Sin embargo, esa
visión queda un tanto egóica y limitante, como si de
verdad tuviéramos que constatar con cálculos
matemáticos cuánto hemos logrado aportar y a
veces esas cuentas… no salen. Tendemos a pensar,
erróneamente, que nuestro trabajo en el campo de
lo social sea más o menos bueno en base a si se
cumplen o no los objetivos que plasmamos en un
papel al principio de una intervención; sin embargo
hay unas semillas que se quedan implantadas y que
no se ven reflejadas en esos informes finales. Esas
semillas responden al intercambio del que hablába-
mos al principio, a ese trabajar presentes con el otro
y al dejarnos penetrar, nosotras por ellas, ellas por
nosotras. Sabemos que eso sí ocurre a pesar de que
no se pueda ver reflejado empíricamente y que
donde queda implantado, permanece.
Estar con ellas de igual a igual es la esencia del
trabajo. Cuando una persona que recibe ayuda no
se siente inferior por recibirla, no se siente juzgada
por ser diferente a quien le está ayudando y no se
siente equivocada por estar tropezando en su vida,
como a todos y todas nos pasa alguna vez… allí se
está dejando una semilla de amor que es lo que
debe germinar en ellas para que sepan hacerla
crecer con sus hijos e hijas. Esto es lo que intentamos
hacer desde el programa de Perinatales.
Desde aquí deseo dar las gracias a mis compañeras
Itxaso Mondragón, Conchi Catalá y Lucía Rico por
enseñarme con su ejemplo a ejercer nuestra profe-
sión con amor, respeto y alegría; algo que transmi-
ten con gran generosidad todos los días.
Maria Antonietta Pomiato
Educadora de Perinatales
9. IMPORTE TOTAL DE GASTOS DE GESTIÓN RELATIVOS
AL EJERCICIO ECONÓMICO 2018/19
DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LAS FUENTES DE FINANCIACIÓN
Total de Gastos: 4.572.313,35 €
Distribución porcentual de las fuentes de financiación:
CONSELLERIA DE IGUALDAD
Y POLÍTICAS INCLUSIVAS
CONSELLERIA DE EDUCACIÓN
AMIGOS DE NAZARET
AYUNTAMIENTOS
APORTACIÓN COMPAÑÍA DE JESÚS
ALQUILERES Y OTROS
53,64%
33,725%
4,35%
4,09%
2,57%
1,63%
NAZARET
C/ Calpe s/n - 03005 ALICANTE - Tel.: 965 17 18 15 - Fax: 965 18 11 50
nazaret@nazaretalicante.es
CENTRO DE DÍA / COLEGIO C.A.E.S.
descolar@nazaretalicante.es
PROGRAMAS EN MEDIO ABIERTO
coor.familia@nazaretalicante.es
CENTRO DE VIDA
C/ Calpe s/n - 03005 ALICANTE - Tel.: 965 12 79 69 - Fax: 965 17 62 81
coordinadorcv@nazaretalicante.es
VICEPRESIDENCIA Y CONSELLERIA DE
IGUALDAD Y POLÍTICAS INCLUSIVAS
CONSELLERIA DE EDUCACIÓN
AMIGOS DE NAZARET
AYUNTAMIENTOS
APORTACIÓN COMPAÑÍA DE JESÚS
ALQUILERES Y OTROS
PARA PARTICIPAR EN LA TAREA EDUCATIVA DE NAZARET
PUEDE APORTAR SU COLABORACIÓN EN
CUALQUIERA DE LAS CUENTAS:
ES94 - 0075 - 0007 - 5406 - 00584516 / BANCO SANTANDER
ES14 - 0081 - 7310 - 6100 - 01405141 / BANCO SABADELL
O PONERSE EN CONTACTO CON NOSOTROS A TRAVÉS DE:
E-mail: secretaria@nazaretalicante.es