1. I. ¿Qué entendemos por Fe y qué
entendemos por política?
II. ¿De dónde nace el conflicto?
III: Ética política, no teología política
IV. La política en el personalismo
comunitario.
V. Magisterio de Juan Pablo II, Benedicto XVI
y Papa Francisco
VI. Conclusiones
3. Deus Caritas est (n.1):
“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o
una gran idea, sino por el encuentro con un
acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo
horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
Benedicto XVI
4. Catecismo de la Iglesia Católica n. 166 La fe es un acto personal: la respuesta libre del
hombre a la iniciativa de Dios que se revela. Pero la fe no es un acto aislado. Nadie puede
creer solo, como nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha
dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro. Nuestro
amor a Jesús y a los hombres nos impulsa a hablar a otros de nuestra fe. Cada creyente es
como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por
la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros.
5. “La fe, de hecho, no es un presupuesto que
hay que dar por descontado, sino un don de
Dios que debe ser alimentado y fortalecido”.
Lumen fidei
6. Plató n
Ciudad:
Estáprimero que todo, esta determinada por cuestiones
é ticas- políticas, es decir las virtudes, siendo que las
partes de la ciudad está determinadas desde el
n
nacimiento por la naturaleza.
7. Aristóteles
Hombre: ser racional y animal político.
Como primer naturaleza es un ser racional, como segunda naturaleza es un ser
político o animal político. Para que se cumpla su naturaleza de ser racional y para que
alcance su fin, se da en la ciudad el lenguaje, que se desarrolla estando en contacto
con otros hombres, y a la vez lo distingue de los animales.
8. Aristóteles
El orden político debe permitir que las personas desarrollen sus propias capacidades
para cultivar la virtud, en cuanto al talento que cada uno posee, y llegar así a la
felicidad.
Los mejores políticos deben tener tiempos de ocio para poder desarrollar de buena
medida sus virtudes, ya que constituirá los gobernantes.
n
9. Política “es el arte de conseguir, ejercer y mantener el poder”. (Maquiavelo Nicolás; “El
Príncipe”).
13. San Agustín en la Ciudad de Dios
«
Los sucesores… Al olvidar é stos la visió n apocalíptica de la Jerusalé n celeste
redujeron la Ciudad de Dios a la Iglesia, que en la auté ntica perspectiva
agustiniana era só lo la parte “peregrina”, que obra en el tiempo reclutando
ciudadanos para la eternidad. Por otro, se afirmó cada vez má la tendencia a
s
confundir la ciudad terrenal de Agustín –ciudad mística de la perdició n– con la
ciudad temporal y política. Desde este momento el problema de las dos
ciudades se convierte en el problema de los dos poderes, el espiritual de los
papas y el temporal de los Estados o de los príncipes» Gilson.
14. Joaquín de Fiore
- Mileniarismo
- Hegemonía cultural y política de la Iglesia
17. "La revolución cristiana es que Dios es anterior al poder.
Dios nos "primerea". El uso político de la fe se llama
teología política".
18. “Quien pretende defender a Dios recurriendo a la
violencia, ya por ese mero hecho se enfrenta a É l.”
Joseph Ratzinger
19. “no es la confrontación y del conflicto la que
construye la convivencia sino la cultura del
encuentro, la cultura del diálogo” Papa Francisco
20. "El dios de los paganos es el Poder. El Dios de los paganos
es el Dios vencedor". Massimo Borghesi
21. "El abuso del poder, es la forma más eficaz de negar a Dios.
El que abusa del poder, abusa de Dios". Massimo Borghesi
22. "La fe como pretexto, la fe como ideología. La fe como
voluntad de poder. Es secularización, mundanización de la
fe. La teología política necesita un enemigo, de combatir, de
sangre. Dios es el Dios de la guerra. Teomaniqueísmo, no es
teología cristiana”.
23. “El dios de la teología política está ganando cada
vez más peso en tiempos de crisis como el actual.
Debemos rechazar esta herejía”. Massimo
Borghesi
24. "Tenemos que ser sensibles y denunciar al poder
que abusa del nombre de Dios, rechazar al dios de
los ejércitos, de la economía y de la opresión"
25. "Por eso Ratzinger escribe: El cristianismo conoce
una ética política, pero ninguna teología política".
26. "El poder económico, cultural, comunicativo y
político para evangelizar, supone traicionar a la
misión de la Iglesia. Las comunidades que anhelan
ocupar posiciones de poder para ayudar así a la
Iglesia, en realidad la adulteran, ocultan el rostro
salvador del crucificado y la alegría que nace de la
sencillez de quien acoge al Espíritu. El Ser absoluto
se reveló como Amor absoluto en el anonadamiento y
la Cruz. Por consiguiente, debe renunciarse a los
medios de poder mundanos, a la identidad entre
influencia
socioeconómica
y
evangelización.
Influencia y poder, por sus propias reglas internas,
acaban siempre en prepotencia avasalladora o
integrismo defensivo. Sólo en la impotencia actúa el
superpoder del Amor Absoluto”. Balthasar
27. "Por eso le está vedado también al cristiano esa forma de síntesis que nosotros hemos
llamado "integrismo" y que es la mera aplicación práctica de la gnosis antes descrita:
la utilización (con olvido de Dios) de medios de poder específicamente mundanos
para una supuesta promoción del reino de Dios en la tierra. La intención puede ser
sana, pero es malsana la identidad ingenuamente sobreentendida entre el reino de
Dios y la influencia político-cultural de la Iglesia, influencia que suele equivaler
después en la práctica a la prepotencia de un grupo de mercenarios cristianos que
ansían conquistar el mundo. Pero no estamos ya en la Edad Media; las equiparaciones
simplistas de cielo y tierra pertenecen al pasado; todas las formas de
"francmasoneria" cristiana moderna resultan, a la larga, sospechosas y odiosas en
cristianos y no cristianos. El que hace esas cosas no ha entendido bien ni la
impotencia de la cruz (que él pretende remediar con el poder mundano), ni las leyes
del poder mundano (que él aplica acríticamente sin caer en la cuenta). Los seguidores
de Jesús estamos en una situación mucho más desprotegida de lo que nos gustaría.
Estamos radicalmente expuestos como cristianos ante el mundo; y por Cristo al
mundo. Nos gustaría hacer de la Iglesia un escudo contra el mundo; y de nuestra
misión en el mundo, un escudo contra la palabra y el compromiso de Cristo. Pero
Cristo desautoriza la espada secular del integrista Pedro, toma partido por los
agresores y cura la oreja de Malco.” Balthasar
28. Ideología
Construcció n teó rico prá
ctica desarrollada sobre la base de un prejuicio.
- Se basa en un aspecto de la realidad que puede ser verdadero, pero que es
tomado de algú modo unilateralmente y tendencialmente absolutizado por una
n
filosofía o proyecto político.
30. Una cultura de “Contrato Social”, donde el otro es un límite para
mi libertad.
31. En lo eterno humano está escrito que:
-
El ser vale más que el tener.
-
Quien más regala es quien más posee, y hay más alegría en regalar que en retener.
-
El dinero es necesario, pero insuficiente.
-
Somos capaces de amistad, de preocuparnos por el otro, así irrepetible para nosotros.
-
El amor es más fuerte que el odio.
-
A todos nos gusta que nos quieran y nos traten como a personas.
-
Da más fuerza sentirse amado que sentirse fuerte.
-
No somos medio o instrumento para el egoísmo ajeno, sino fines en sí.
32. La persona, realidad relacional
El encuentro: la relación es entre un yo y un tú; “la relación es un entre, un diá-logo…el yo y el tú se
constituyen a partir del ‘entre nosotros’ primordial. Dice M. Buber: “Yo llego a ser yo en el tú; al llegar a ser
yo, digo tú”. Es en este encuentro entre un yo y un tú, en esta relación, que el ser humano se personaliza, se
hace persona y nace el “nosotros” comunitario”.
El des-encuentro: es la alteración de esa relación yo-tú, es el desamor, la incomunicación o su alteración.
Sin el tú relacional de la reciprocidad no queda nada ni nadie, la persona se impersonaliza o despersonaliza.
Es la locura, el desatino, la ausencia de vida.
33. Somos un yo-tú-nosotros, es posible amar al prójimo como a uno mismo.
Aprendizaje de la comunidad.
Hacemos comunidad y aprendemos en ella reconociéndonos frágiles, débiles, interdependientes; así
crecemos todos, en unidad, haciéndonos responsables mutuamente, viviendo los valores universales
para que a nadie le falte nada, cada uno con sus dones, donde todo afecta a todos. Por eso que cada
cual conozca sus talentos, sus dones para donarlos, viviéndolos comunitaria y plenamente en el hoy.
34. La política, el arte de convivir en la comunidad y el amor de los amores.
Apuntar a los fines con medios, no sólo buenos, sino verdaderamente
proporcionados a su fin, “medios en los que actúen auténticamente esa misma
justicia que constituye la esencia del bien común y esa misma santificación de la
vida profana que se refiere a la perfección del bien común”.
35. Ya no es “Pienso, luego existo”, sino “Amo, luego existo”.
No es sólo ni antes la razón, sino el amor es primero, no el ego.
Puedo decir “amo” porque antes he sido amado, y porque he sido
amado amo. Soy amado, luego existo. “El amor es el nombre de la
persona”. “Y en nombre de ese nombre, todo lo bueno se nombra”.
36. El amor, el amor vibra en las sienes
El amor en la mente se convierte en
pensamiento y voluntad:
voluntad de Teresa de estar en
Andrés, voluntad de Andrés de estar
en Teresa.
Es extraño pero necesario alejarse
un poco del otro.
Porque el hombre no puede durar en
el otro sin fin y el hombre no basta.
¿Cómo lograrlo, Teresa, cómo
quedarse en Andrés para siempre?
¿Cómo lograrlo, Andrés, cómo
quedarse para siempre en Teresa?
¿Cómo lograrlo si el hombre no
puede durar en el otro, si el hombre
no basta?
El taller del orfebre,
Karol Wojtyla
38. “Si no encuentra espacio en nosotros la experiencia elemental de
que el otro es un bien para la plenitud de nuestro yo, y no un
obstáculo, será difícil salir de la situación en la que nos
encontramos, tanto en la política como en las relaciones humanas y
sociales”.
39. “Reconocer al otro es la
verdadera victoria para cada uno
y para todos. Los primeros que
están llamados a recorrer ese
camino, como ha sucedido en el
pasado, son precisamente los
políticos católicos, cualquiera que
sea el partido en el que militan.
Pero incluso ellos, por desgracia,
parecen estar más definidos
muchas veces por su alineación
política que por la autoconciencia
de su experiencia eclesial y por el
deseo del bien común. Sin
embargo, su experiencia de ser
«miembros los unos de los otros»
(san Pablo) permitiría una mirada
sobre el otro como parte de la
definición de sí y por tanto como
un bien”.
40. “¿De qué modo puede contribuir la vida de la Iglesia? No creo que el modo sea
intervenir en la liza política como una de las muchas partes o de las muchas
opiniones en competición. La contribución de la Iglesia es mucho más radical. Si la
consistencia de los que sirven a esta gran obra que es la política reside únicamente
en la política, no hay mucho que esperar. A falta de un punto de apoyo mejor, se
aferran a la fuerza, a la política y al poder personal y, en el caso concreto,
apuntarán al enfrentamiento como única posibilidad de supervivencia. Pero la
política no se basta a sí misma. Nunca ha resultado tan evidente como ahora”.
41. Este es el testimonio que todos los cristianos, empezando por los que están más
implicados en política, están llamados a dar: afirmar el valor del otro y el bien
común por encima de cualquier interés partidista. Julián Carrón
42. - La tentació n frente al poder dominante, como decía
Giussani, es reducir la verdad a valores sin rostro.
44. «La Iglesia, cuando habla de situaciones de pecado o denuncia como pecados
sociales determinadas situaciones o comportamientos colectivos de grupos
sociales más o menos amplios, o hasta de enteras naciones y bloques de
naciones, sabe y proclama que estos casos de pecado social son el fruto, la
acumulación y la concentración de muchos pecados personales. (...) Las
verdaderas responsabilidades son de las personas» (Reconciliatio et paenitentia
16).
45. El anuncio de la victoria de Cristo sobre el mal nos da la certeza
de que incluso las estructuras más consolidadas por el mal
pueden ser vencidas y sustituidas por «estructuras de bien».
Sollicitudo rei socialis, 39
46. "En este monumento se representa a Cristo Rey. Pero las coronas que le acompañan, una
de soberano y otra de espinas, indican que su realeza NO ES COMO MUCHOS LA
ENTENDIERON Y LA ENTIENDEN. Su reinado no consiste en el poder de sus ejércitos
para someter a los demás por la fuerza o la violencia. Se funda en un poder más grande
que gana los corazones: el amor de Dios que él ha traído al mundo con su sacrificio y la
verdad de la que ha dado testimonio. Éste es su señorío, que nadie le podrá quitar ni nadie
debe olvidar. Por eso es justo que, POR ENCIMA DE TODO, este santuario sea un lugar de
peregrinación, de oración ferviente, de conversión, de reconciliación, de búsqueda de la
verdad y acogida de la gracia". Benedicto XVI, marzo 2012, Silao Guanajuato.
47. “Creo que debemos aprender de nuevo
que «no tenemos la verdad». Del
mismo modo que nadie puede decir
«tengo hijos», pues no son una
posesión nuestra, sino que son un don,
y nos han sido dados por Dios para
una misión, así no podemos decir
«tengo la verdad», sino que la verdad
ha venido hacia nosotros y nos
impulsa. Debemos aprender a dejarnos
llevar por ella, a dejarnos conducir por
ella. Entonces brillará de nuevo: si ella
misma nos conduce y nos penetra”.
Benedicto XVI
48. Jesús es el Rey universal, como Él mismo dirá cuando se aparece a sus
Apóstoles tras la resurrección: ‘Me ha sido dado todo poder en el cielo y en
la tierra. ¿En qué consiste el ‘poder’ real de Jesús? no es el de los grandes de
este mundo; es el poder divino de dar la vida eterna, de liberar del mal, de
vencer el dominio de la muerte. Es el poder del Amor, que sabe obtener el
bien del mal, enternecer un corazón endurecido, llevar a la paz el conflicto
más duro, encender la esperanza en la oscuridad más densa. Este Reino de
la Gracia nunca se impone, respeta siempre nuestra libertad. Benedicto XVI
49. “Cristo ha venido para ‘dar testimonio de la verdad’. Ante toda conciencia se
hace necesaria una decisión: ¿A quién quiero seguir? ¿A Dios o al maligno?
¿La verdad o la mentira? Optar por Cristo no garantiza el éxito según los
criterios del mundo, mas asegura aquella paz y aquel gozo que solo Él puede
dar. Lo demuestra la experiencia, en toda época, de tantos hombres y
mujeres que en nombre de Cristo, de la verdad y de la justicia, han sabido
oponerse a la atracción de los poderes terrenos hasta demostrar con el
martirio su fidelidad”. Benedicto XVI
50. "No se ha de confundir en absoluto con ningún reino político: Mi reino no es de este
mundo, no es de aquí. Está claro que Jesús no tiene ninguna ambición política. Tras la
multiplicación de los panes, la gente, entusiasmada por el milagro, quería hacerlo rey,
para derrocar al poder romano y establecer así un nuevo reino político, que sería
considerado como el reino de Dios tan esperado. Pero Jesús sabe que el reino de Dios es
de otro tipo, no se basa en las armas y la violencia”. Benedicto XVI
51. “Es esta la razón de que un hombre de poder como Pilato se quede sorprendido ante un
hombre indefenso, frágil y humillado, como Jesús; sorprendido porque siente hablar de
un reino, de servidores. ¿Puede existir un poder que no se obtenga con medios humanos?
¿Un poder que no responda a la lógica del dominio y la fuerza? Jesús ha venido para
revelar y traer una nueva realeza, la de Dios; ha venido para dar testimonio de la verdad
de un Dios que es amor (cf. 1Jn 4,8-16) y que quiere establecer un reino de justicia, de
amor y de paz. Quien está abierto al amor, escucha este testimonio y lo acepta con fe,
para entrar en el reino de Dios” Benedicto XVI
52. “Sucede hoy con frecuencia que
los cristianos se preocupan mucho
por las consecuencias sociales,
culturales y políticas de su
compromiso, al mismo tiempo que
siguen considerando la fe como
un presupuesto obvio de la vida
común.
De
hecho,
este
presupuesto no sólo no aparece
como tal, sino que incluso con
frecuencia es negado”. Porta Fidei
2
53. "La convicción de que el ámbito de la política es el ámbito de la razón
común, que debe desarrollarse en la recíproca comprensión y que debe
comportar también la iluminación de la razón, implica la exclusión de dos
posiciones. Ante todo excluye la teologización de la política, que se
convertiría en ideologización de la fe. La política, en efecto, no se deduce de
la fe, sino de la razón”
54. "La política, en efecto, no se deduce de la fe, sino
de la razón, y la distinción entre la esfera de la
política y la esfera de la fe pertenece
precisamente a la tradición central del
cristianismo: la encontramos en la palabra de
Cristo «Dad al emperador lo que es del
emperador, a Dios lo que es de Dios». En este
sentido el Estado es un Estado laico, profano, en
sentido positivo. Pienso, por ejemplo, en las
hermosas palabras de san Bernardo de Claraval
al Papa de aquel entonces: «No pienses que tú
eres el sucesor de Constantino; no eres el sucesor
de Constantino, sino de Pedro. Tu libro
fundamental no es el Código Justiniano, sino la
Sagrada Escritura».”
"Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los de los
católicos en la política" advierte del riesgo de que "la teologización de la política se convierta en
ideologización de la fe". El texto de donde se extrae este discurso, es de la revista italiana 30
giorni de mayo de 2003.
55. “El diablo conduce al Señor en una visión a un monte alto. Le muestra todos los
reinos de la tierra y su esplendor, y le ofrece dominar sobre el mundo. ¿No es
justamente ésta la misión del Mesías? ¿No debe ser Él precisamente el rey del
mundo que reúne toda la tierra en un gran reino de paz y bienestar?
En el curso de los siglos, bajo distintas formas, ha existido esta tentación de
asegurar la fe a través del poder, y la fe ha corrido siempre el riesgo de ser
sofocada precisamente por el abrazo del poder”. Jesús de Nazaret, Benedicto
XVI
56. “La lucha por la libertad de la Iglesia, la lucha para que el reino de Jesús no
pueda ser identificado con ninguna estructura política, hay que librarla en todos
los siglos. En efecto, la fusión entre fe y poder político siempre tiene un precio: la
fe se pone al servicio del poder y debe doblegarse a sus criterios.
En la lucha contra Satanás ha vencido Jesús: frente a la divinización fraudulenta
del poder y del bienestar, frente a la promesa mentirosa de un futuro que, a
través del poder y la economía, garantiza todo a todos, Él contrapone la
naturaleza divina de Dios, Dios como auténtico bien del hombre.”. Jesús de
Nazaret, Benedicto XVI
58. Si un cristiano “se convierte en discípulo de la ideología ha perdido la fe” Papa
Francisco
59. “Estos no rezan, abandonan la fe y la transforman en ideología moralista,
casuística, sin Jesús. Y cuando un profeta o un buen cristiano le reprocha
hacen lo mismo que hicieron con Jesús: Cuando salió de allí, los escribas y
fariseos comenzaron a tratarlo de forma hostil –estos ideólogos son hostiles- y
lo hacen hablar de muchos temas, tendiéndole trampas, son insidiosos. En las
ideologías no está Jesús: su ternura, amor, mansedumbre. Y las ideologías son
rígidas, siempre. Y cuando un cristiano se convierte en discípulo de la ideología,
ha perdido la fe: ya no es más un discípulo de Jesús. El conocimiento de Jesús
se ha transformado en un conocimiento ideológico y moralista, porque cerraban
la puerta con muchas prohibiciones” Papa Francisco
60. "El anuncio del amor salvífico de Dios es previo a la obligación moral y religiosa.
Hoy parece a veces que prevalece el orden inverso" Papa Francisco
61. “El maligno es astuto, y nos hace creer que con nuestra justicia humana
podremos salvarnos y salvar al mundo” Papa Francisco
62. "Jesús no ha venido a enseñar una filosofía
o ideología, sino un camino qué recorrer
con Él" Papa Francisco.
22 de febrero 2014
"Los cristianos que piensan la fe como un
sistema de ideas, ideológico: también en el
tiempo de Jesús los había. El apóstol Juan
dice de ellos que son el anticristo, los
ideólogos de la fe, de cualquier signo que
sean. ‘En aquel tiempo había gnósticos,
pero había muchos... Y así, estos que caen
en la casuística o estos que caen en la
ideología son cristianos que conocen la
doctrina pero sin fe, como los demonios.
Con la diferencia que ellos tiemblan, estos
no: viven tranquilos” Papa Francisco.
21 de febrero 2014
64. Lo importante es entender cómo plantea Benedicto
XVI la relación entre fe y razón. Las dos se ayudan
mutuamente, se sanean mutuamente. La razón,
iluminada por la fe, construye la ciudad. El diálogo
entre razón y fe debe suceder también en mí, no solo
a nivel político. ¿Cuál es la aportación de la fe a la
vida pública?. No una doctrina ni un catálogo de
reglas o principios sino un tipo de relación con la
verdad que está hecha de afecto, una forma de
entender la vida.
65. “La Iglesia no se acoge a la Revelación para entrar en
el debate democrático, utiliza la razón. Los creyentes no
deben cometer el error de convertir su fe en una ética
natural. Deben entrar como personas religiosas en la
vida pública, haciendo aportaciones desde su propia
identidad"
66. Un estado laico respeta y favorece más la naturaleza
misma de la experiencia religiosa que un estado
confesional que la instrumentaliza.
67. Nuestra vocación es por la persona y no por una ideología. Cuando
confundimos los términos la filiación partidista acaba por ser más importante
porque es una zona de confort. La coartada siempre es ideológica pues, en
realidad, se pretende reducir la Iglesia a un partido, el Evangelio a un
programa y la fe a una proclama.
“La fe nos salva de la terrible carga de convertirnos en hijos de nuestro tiempo”.
Chesterton
69. La palabra católico puede ser usada como adjetivo
calificativo: “lo católico”, pero al hacerlo le
transformamos en algo contingente y, por ende, en
simple ideología que se puede abandonar, cambiar
o manipular. Por el contrario, cuando católico se
torna en sustantivo, entonces define nuestra
identidad, constituye nuestra persona, nuestro ser en
el mundo y la relación con los demás.
70. “No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso
de anticonceptivos. Es imposible. Yo he hablado mucho de estas cuestiones y he recibido reproches por
ello. Por lo demas, ya conocemos la opinion de la Iglesia y yo soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario
́
́
estar hablando de estas cosas sin cesar. Las ensenanzas de la Iglesia, sean dogmaticas o morales, no
̃
́
son todas equivalentes. Una pastoral misionera no se obsesiona por transmitir de modo desestructurado
un conjunto de doctrinas para imponerlas insistentemente. El anuncio misionero se concentra en lo
esencial, en lo necesario, que, por otra parte es lo que mas apasiona y atrae, es lo que hace arder el
́
corazon, como a los discipulos de Emaus”. Papa Francisco, entrevista a Civilitá Cattólica
́
́
́
71. "Amigos míos, hay ¡una emergencia: el hombre! Nuestra tarea es despertar la
identidad del hombre en medio de esta disociación universal, producida por el
poder y útil al poder. Devolver al hombre su identidad. Y su identidad es la
relación con el Absoluto, una relación libre de cualquier determinación. Es algo
que le preocupa, que hay en él - por que antes no estaba y ahora está, por lo
tanto todo le es dado -, es la relación con el Misterio lo que lo hace". Luigi
Giussani
72. ¿Por qué los hombres habrían de amar a la Iglesia?
¿Por qué habrían de amar sus leyes?
Ella les habla de la Vida y de la Muerte,
y de todo aquello que quisieran olvidar.
Ella es tierna donde ellos quisieran ser duros, y dura
donde a ellos les gusta ser blandos.
Ella les habla del Mal y del Pecado, y de otros hechos
desagradables.
Ellos constantemente tratan de escapar
De la oscuridad de adentro y de afuera
A fuerza de soñar sistemas tan perfectos que nadie
necesitará ser bueno.
T.S. Eliot
73. La Iglesia renegada, la torre derribada, las
campanas volcadas, ¿qué tenemos que hacer
sino estar preparados con las manos vacías y las
palmas hacia arriba en una edad que avanza
progresivamente hacia atrás?...
Estéril y vacío. Estéril y vacío. Y tiniebla sobre la
faz de lo profundo.
¿Ha fallado la Iglesia a la humanidad, o la
humanidad ha fallado a la Iglesia?
Cuando a la Iglesia ni se la considera ya, ni se
oponen siquiera a ella, y los hombres han olvidado
a todos los dioses excepto la Usura, la Lujuria y el
Poder”.
TS Eliot, Los coros de la roca