COMUNICADO CNE-CAMPAÑA Y PROPAGANDA ELECTORAL 20240423.pdf
Reflexiones junto a la fuente taza, marzo 2018
1. REFLEXIONES JUNTO A LA
FUENTE TAZA
“obras son amores y no buenas razones”
Y llegó la Semana Santa, ese “puente largo” por el que transitamos desde la orilla del invierno a la
orilla del verano. Un recorrido en el que empleamos tres meses, por un camino plagado de
“puentecillos”, “romerías”, “fiestas locales”, en fin, cosas propias de la primavera… Y así, casi sin
sentir, nos hacemos presentes en las vacaciones de verano. Semana Santa, cuando las calles de
Andalucía, por pequeño que sea el pueblo, cobran un protagonismo especial: se convierten en
Calles de Estación por las que procesionarán las imágenes que muchos acompañaremos; unos por
devoción, otros por tradición y, otros, por razones que solo a ellos incumben. Calles por las que
durante el resto del año, salvo en contadas ocasiones, andarán solamente los vecinos que viven en
ellas y que, desgraciadamente, cada vez son menos; Monge, Venta, Camino Real, Flora…Por cierto,
como quiera que nos visitarán muchos familiares, sería interesante que, aprovechando la ocasión,
habláramos del estado de conservación de la casa de los abuelos o de los padres y, entre todos,
estudiar la posibilidad de rehabilitarla para favorecer que quienes viven fuera tenga un pretexto
para visitarnos con más asiduidad. Volvemos a los años cincuenta, del pasado siglo, y volvemos a
pedir ayuda a los mismos que entonces abandonaron Pozo Alcón, a sus hijos y nietos, aunque por
motivos distintos; si entonces era necesario “adelgazar” el censo”, ahora es preciso “engordarlo”
para mantener los logros alcanzados… Además, por qué no decirlo, necesitamos que inviertan en
nuestro pueblo, su pueblo, que consuman y, lo más importante, recuperar los sentimientos y afectos
para que los contactos sean frecuentes y fluidos. Nuestros políticos deberían preocuparse por
ofrecer todo tipo de facilidades, tanto técnicas como administrativas, y gestionar ayudas oficiales a
fin de recuperar aquellas viviendas abandonadas para animar a los poceños que viven fuera, sobre
todo a los jubilados, a que pasen largas temporadas con nosotros “en su propia casa”, sin ser una
carga para nadie.
Sea como fuere, este mes de marzo de 2018 está resultando particularmente callejero; los
“abuelos” reclamando pensiones dignas y las mujeres exigiendo igualdad de oportunidades con
relación a los hombres, en definitiva, ambos colectivos pretenden disfrutar los derechos que, desde
hace cuarenta años, se recogen en nuestra Constitución. Las mujeres de España salieron a la calle el
día 8 de Marzo y reivindicaron igual salario para igual trabajo, que el acceso a cargos de
responsabilidad obedezca sólo a criterios de competencia, no ser discriminadas por razones de sexo,
recibir un trato digno… y la sociedad española ha tomado nota al igual que otros grupos feministas
de Europa y el Mundo. Ahora sólo cabe esperar que nuestros responsables políticos tomen las
medidas oportunas para acabar con esta sinrazón. Me van a permitir que, en esta cuestión,
introduzca dos matices; “ de trancos para afuera” y de “trancos para adentro”. La huelga
feminista refleja la actitud de “trancos para afuera” pero el problema tiene una arista familiar, de
trancos para adentro… Pienso que nuestros hijos y nietos debieran “salir educados de casa” para
enfrentarse con posibilidades de éxito al ambiente del Colegio, Instituto, Universidad y la propia
2. calle y, de vuelta, habría que dedicar el tiempo necesario para dialogar sobre las posibles
contradicciones que hayan podido encontrar. En bastantes ocasiones, a lo largo de mi vida, he
escuchado opiniones de muchas madres refiriéndose a las tareas de los hijos en el hogar…
”prefiero que no hagan nada pues así me evito el trabajo de deshacer lo que han hecho y volverlo
a repetir…”. No estaría mal aplicar el principio pedagógico de “aprender haciendo” y establecer
un protocolo “familiar” donde se recojan con precisión las tareas a realizar por todos y cada uno de
sus miembros y, junto al ordenador, el móvil, la tablet … el delantal personalizado.
En cuanto a la actitud de los “mayores”, viene a demostrar la falta de “cintura” de nuestros
políticos. Los pensionistas del siglo XXI no precisan traductores para entender su lenguaje, por muy
críptico que sea. Hace tiempo que descubrimos que la democracia participativa va más allá de los
treinta minutos que empleamos en votar cada cuatro años, que no se puede estar alardeando
permanentemente “de lo bien que va la economía” y que nos despachen con una subida del 0,25
% . El mensaje es claro: pensiones dignas, porque “obras son amores y no buenas razones”.
Pozo Alcón, marzo de 2018
Francisco Quiñones Martínez