El documento aconseja no involucrarse en la vida de otra persona si no se planea permanecer en ella, no hacer promesas o aceptar invitaciones que no se tienen intención de cumplir, y no decirle a alguien que se ama o le importa si no es cierto para no ilusionarlos. Ingresar y salir de la vida de los demás de esta manera los obliga a volver a empezar y puede cansarlos de los "huracanes" que llegan, causan daño y se van.