El documento propone la Misión Continental como una acción evangelizadora protagonizada por los laicos para anunciar a Jesucristo. Surge del Documento de Aparecida y tiene tres etapas: 1) Recuperar el sujeto pastoral a través de un encuentro con Cristo, 2) La misión parroquial como comunidad de comunidades, y 3) Ir a los alejados para reencantarlos con la Iglesia.
2. Es un llamado a una acción concreta de
evangelizar, es un llamado a todos los cristianos,
católicos, consagrados y laicos a asumir el reto de
la responsabilidad de la construcción de la Iglesia
en Cristo.
La Misión Continental tiene entonces por objeto,
recordarnos, reforzarnos la verdadera identidad y
responsabilidad de todo cristiano que es
EVANGELIZAR.
Caminando Juntos
para que en Cristo tengamos vida
3. Este proyecto de La Misión Continental destaca un
aspecto muy importante: el protagonismo de los
laicos dentro de este proceso de evangelización
como su columna vertebral; “todos los caminos
de la Iglesia conducen al hombre” por lo que “el
hombre es el camino que la Iglesia debe
recorrer”.
Es decir que todos los bautizados estamos
llamados a esta gran misión y que no es
responsabilidad de los sacerdotes o religiosos
únicamente.
Caminando Juntos
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4. La Misión Continental surge de la V Conferencia
Episcopal Latinoamericana realizada en Aparecida
(Brasil), dando como resultado un documento
conclusivo que lleva su nombre “Documento de
Aparecida” cada una de las conferencias
anteriores tenía un objeto especifico así:
En Rio de Janeiro fue “la Vocación”.
Medellín fue “el Hombre”.
Puebla fue “la Iglesia”.
Santo Domingo fue “Jesucristo”.
Aparecida fue “el Laico”.
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para que en Cristo tengamos vida
5. Es entonces como el Documento de Aparecida
nos propone La Misión Continental como acción
evangelizadora protagonizada por los laicos, es
nuestra tarea entonces anunciar a Jesucristo pero
desde la experiencia porque para anunciar a
Jesucristo hay que “vivirlo en todas sus
dimensiones”
Caminando Juntos
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6. Documento de Aparecida 226
En nuestra Iglesia debemos ofrecer a
todos nuestros fieles un “encuentro
personal con Jesucristo”,
Nuestros fieles buscan comunidades
cristianas, en donde sean acogidos
fraternalmente y se sientan
valorados, visibles y eclesialmente
incluidos.
Caminando Juntos
para que en Cristo tengamos vida
7. Documento de Aparecida 226
Junto con una fuerte experiencia
religiosa y una destacada
convivencia comunitaria, nuestros
fieles necesitan profundizar el
conocimiento de la Palabra de Dios y
los contenidos de la fe, ya que es la
única manera de madurar su
experiencia religiosa
Caminando Juntos
para que en Cristo tengamos vida
8. Documento de Aparecida 226
Ella sale al encuentro de los alejados,
se interesa por su situación, a fin de
reencantarlos con la Iglesia e
invitarlos a volver a ella.
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9. Primera Etapa
Recuperar el Sujeto Pastoral
Segunda Etapa
Misión Parroquial
Tercera Etapa
Ir a los alejados
Caminando Juntos
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10. Primera Etapa
Recuperar el Sujeto Pastoral
Sensibilizar, evangelizar y dar identidad a los discípulos misioneros a
través de un encuentro con Jesucristo vivo. (Hacer al hombre capaz de
Dios. C.I.C).
Documento de Aparecida 278
En el proceso de formación de discípulos
misioneros, destacamos cinco aspectos
fundamentales, que aparecen de diversa
manera en cada etapa del camino, pero que
se compenetran íntimamente y se alimentan
entre sí:
Caminando Juntos
para que en Cristo tengamos vida
12. Definimos el sujeto pastoral como todos
los cristianos católicos bautizados,
capaces de experimentar y validar la
existencia de Jesucristo en su vida a
través del anuncio y sus testimonios
convirtiéndose entonces en un discípulo
misionero.
Caminando Juntos
para que en Cristo tengamos vida
13. •Sacerdotes (Identidad eclesial)
•Religiosos (as) (Pertenencia Eclesial)
•Seminarios y Casas de Formación
(Despertar Eclesial )
•Movimientos laicales (Compromiso
Eclesial)
•Catequistas y Grupos Apostólicos
(Vivencia Eclesial)
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14. Segunda Etapa
Misión Parroquial
Proceso de Renovación Parroquial nos debe conducir a reconocimiento
de la Iglesia como “Comunidad de Comunidades”.
Documento de Aparecida 370
La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase
de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente
misionera. Así será posible que “el único programa del Evangelio
siga introduciéndose en la historia de cada comunidad eclesial”209
(NMI 12) con nuevo ardor misionero, haciendo que la Iglesia se
manifieste como “una madre que sale al encuentro, una casa
acogedora, una escuela permanente de comunión misionera”.
(NMI): Novo millenio ineunte
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15. Segunda Etapa
Misión Parroquial
COMUNIDAD DE COMUNIDADES
Documento de Aparecida 172
La renovación de las Parroquias, al inicio del tercer milenio, exige
reformular sus estructuras, para que sea una red de
comunidades y grupos, capaces de articularse logrando que
grupos
sus miembros se sientan y sean realmente discípulos y
misioneros de Jesucristo en comunión. Desde la Parroquia, hay
que anunciar lo que Jesucristo “hizo y enseñó” (Hch 1,1) mientras
estuvo con nosotros.
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16. Segunda Etapa
Misión Parroquial
PARROQUIA MISIONERA
Documento de Aparecida 365
Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las
estructuras eclesiales y todos los planes pastorales de diócesis,
parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier
institución de la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarse de
entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos
constantes de renovación misionera, y de abandonar las
estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe.
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17. Segunda Etapa
Misión Parroquial
PARROQUIA SAMARITANA
Documento de Aparecida 176
la Parroquia tiene la hermosa ocasión de responder a las grandes
necesidades de nuestros pueblos. Para ello, tiene que seguir el
camino de Jesús y llegar a ser buena samaritana como Él. Cada
Parroquia debe llegar a concretar en signos solidarios su
compromiso social en los diversos medios en que ella se mueve,
con toda “la imaginación de la caridad”86. No puede ser ajena a
los grandes sufrimientos que vive la mayoría de nuestra gente y
que, con mucha frecuencia, son pobrezas escondidas.
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18. Segunda Etapa
Misión Parroquial
PARROQUIA PASCUAL
Documento de Aparecida 304
Las Parroquias son células vivas de la Iglesia173 y lugares
privilegiados en los que la mayoría de los fieles tienen una
experiencia concreta de Cristo y de su Iglesia174.Encierran una
inagotable riqueza comunitaria porque en ellas se encuentra una
inmensa variedad de situaciones, de edades, de tareas. Sobre
todo hoy, cuando la crisis de la vida familiar afecta a tantos niños
y jóvenes, las Parroquias brindan un espacio comunitario para
formarse en la fe y crecer comunitariamente.
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para que en Cristo tengamos vida
19. Tercera Etapa
Ir a los alejados
Documento de Aparecida 225
Según nuestra experiencia pastoral, muchas veces, la
gente sincera que sale de nuestra Iglesia no lo hace por lo
que los grupos “no católicos” creen, sino,
fundamentalmente, por lo que ellos viven; no por razones
doctrinales, sino vivenciales; no por motivos estrictamente
dogmáticos, sino pastorales; no por problemas teológicos,
sino metodológicos de nuestra Iglesia. Esperan encontrar
respuestas a sus inquietudes. Buscan, no sin serios
peligros, responder a algunas aspiraciones que quizás no
han encontrado, como debería ser, en la Iglesia.
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para que en Cristo tengamos vida
20. Tercera Etapa
Ir a los alejados
El mundo empresarial, hospitales, las cárceles, los
condominios, edificios de apartamentos y unidades
cerradas, Centros de rehabilitación, el mundo de la
calle (habitantes y transeúntes), el mundo del deporte.
Sectores de diversión, universidades y todos los
lugares donde no hay una cultura cristiana católica.
Énfasis en los medios de comunicación no solo en su
cercanía a la Iglesia sino también la forma como ésta
es presentada.
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para que en Cristo tengamos vida
21. Esperamos…
•Ser una Iglesia viva, fiel y creíble que se alimenta en
la Palabra de Dios y en la Eucaristía..
•Vivir nuestro ser cristiano con alegría y convicción
como discípulos-misioneros de Jesucristo.
•Formar comunidades vivas que alimenten la fe e
impulsen la acción misionera.
•Valorar las diversas organizaciones eclesiales en
espíritu de comunión.
•Promover un laicado maduro, corresponsable con la
misión de anunciar y hacer visible el Reino de Dios.
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para que en Cristo tengamos vida
22. •Impulsar la participación activa de la mujer en la
sociedad y en la Iglesia.
•Mantener con renovado esfuerzo nuestra opción
preferencial y evangélica por los pobres.
•Acompañar a los jóvenes en su formación y búsqueda
de identidad, vocación y misión, renovando nuestra
opción por ellos.
•Trabajar con todas las personas de buena voluntad
en la construcción del Reino.
•Fortalecer con audacia la pastoral de la familia y de
la vida.
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23. •Valorar y respetar nuestros pueblos indígenas y
afrodescendientes.
•Avanzar en el diálogo ecuménico “para que todos
sean uno”, como también en el diálogo interreligioso.
•Hacer de este Continente un modelo de
reconciliación, de justicia y de paz.
•Cuidar la creación, casa de todos en fidelidad al
proyecto de Dios.
•Colaborar en la integración de los pueblos de
América Latina y El Caribe.
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para que en Cristo tengamos vida
24. ¡Que este Continente de la esperanza también
sea el Continente del amor, de la vida y de la
paz!
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