El documento analiza la cobertura informativa del escándalo de espionaje en el Partido Popular de Madrid por parte del periódico El País. Inicialmente, los titulares apuntaban a la responsabilidad directa de Esperanza Aguirre, aunque luego el periódico cambió su formulación. El País dio mucha más cobertura a este caso que a otras noticias importantes. La información se filtró a través de altos cargos del gobierno regional de Aguirre, lo que plantea interrogantes sobre si se trató de una filtración o desinformación