1. LEY DE RESCATES EN ASTURIAS. ¿CÓMO SE HA
TRATADO LA NOTICIA EN LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN?
Muchos podéis pensar que no ha sido suficiente el tratamiento informativo
y la repercusión que ha tenido en los medios de Comunicación, hace unos
años, la ley de rescates en Asturias.
Me atrevo a afirmar lo anterior, debido a las informaciones que me han
llegado por muchos de los que practicáis este deporte y en aquel momento,
os sentisteis desprotegidos por la prensa.
Ante vuestras críticas con el mundo del periodismo, sólo os puedo decir
que echéis la vista atrás y analicéis la situación desde el punto de vista del
que habló mi compañera, Noelia Rodríguez.
Sólo tenéis que hacer un simple ejercicio: poneros en la piel del
comunicador.
Debéis de salir esta tarde de aquí con una cosa clara: nosotros no elegimos
lo que ocurre, ni tampoco el recorrido, corto o largo, de las informaciones
publicadas.
Cuando llegamos al trabajo nos encontramos con una maqueta en blanco
por rellenar, unos minutos de radio a los que ponerles voz y unos segundos
de televisión que cubrir con imágenes.
Es en ese momento, con la luminosidad del blanco, cuando decidimos.
Y lo hacemos desde una premisa clara y precisa, reflejada en todos los
manuales de periodismo del mundo: las fuentes.
Estas son la base de nuestro trabajo y, sin ellas, no tenemos nada que decir.
Por eso cuantas más tengamos mejor.
Con esto, os quiero poner en preaviso de mis palabras a la hora de
trasladaros la repercusión que para los medios de comunicación y,
posteriormente, para la sociedad ha tenido la noticia del cobro de los
rescates.
Sabiendo de antemano, que para muchos de los que estáis aquí sentados no
ha sido suficiente.
2. Para ello...
Tenemos que volver la vista atrás y viajar en el tiempo hasta un día de
noviembre del año 2009.
En una visita oficial a Cangas de Onís, convocada previamente desde el
gabinete de prensa del Gobierno del Principado, la consejera de Presidencia
-en su momento- María José Ramos, lanzó la bomba en el acto.
"Los rescates en montaña por negligencia se cobrarán a las víctimas a partir
de 2010", aseguraba.
Una declaración inesperada e impactante, una novedad, desde el punto de
vista periodístico, a la que acudió bastante público por ser una convocatoria
oficial del Ejecutivo, una de nuestras fuentes principales.
Era y fue un gran titular. La noticia ocupó su espacio ese día en agencias,
radios y televisiones, y al día siguiente, rellenó los periódicos.
Lo peor es cuando el periodista piensa en el tirón que va a tener el hecho.
Pero a la vista de los surtidores de información con los que trabaja,
finalmente queda en nada.
Desde las redacciones de Asturias se buscó más información. Poca se
encontró.
El día anterior, la Consejera sólo había dado ese titular acompañado de dos
afirmaciones más: una intención basada en el modelo cántabro de tasas
acompañada de la idea: “no tiene fin recaudatorio" y la concienciación
social para los practicantes de estos deportes de riesgo: "la gente tiene que
ser consciente de que no se pueden correr riesgos, porque también está
poniendo en peligro la vida de los profesionales que tienen que salir a
rescatarles", afirmaba.
¿Cúal es nuestra reacción ante estos hechos? Pues para desgracia de
muchos de ustedes y como reivindicación nuestra, escasa.
Os preguntaréis que hace el periodista cuando me atrevo a decir esto.
Os cuento: nosotros, aunque penséis lo contrario, estamos limitados y más
cuando los hechos no están claros.
El titular que trasladamos de la Consejera a la opinión pública fue el suyo y
de las declaraciones no nos podemos salir y más cuando lo que sabemos no
es mucho.
3. Ramos hablaba de incluir el ítem en la sección de la ley del Principado de
Asturias de medidas administrativas y tributarias de acompañamiento a los
presupuestos generales para 2010 pero, en aquel momento, ni ella sabía
cómo se iba a llevar a cabo esta medida a nivel jurídico.
Ese día, tan sólo, se atrevió a decir lo que tenía pensado hacer el Gobierno
del que era partícipe.
Es ahí, cuando el periodista remueve cielo y tierra para conseguir más
información. Levanta el teléfono ñata comunicarse con sus fuentes,
pregunta, busca, investiga... en pro de sacar la información más veraz
posible.
Todo ello con la puerta Institucional, en ocasiones cerrada, porque la
persona del Gobierno con la que ha hablado no sabe nada más. Y nadie le
puede contar ningún dato oficial adicional para complementar sus
informaciones.
La ventana de las fuentes veraces quedaba cerrada.
En ese momento concreto es cuando la puerta de las reacciones se abre de
par en par. Aquí dejo claro que estas se refieren a meras opiniones de
agentes sociales afectados por la noticia. La opinión personal queda
enmarcada en un plano diferente y secundario frente a la fuente
Institucional, siendo esta última la más válida que tenemos, la suprema.
El redactor se abre una nueva vía de Comunicación gracias a otras
posiciones. Aquí la oposición y los afectados juegan sus cartas.
En este instante, el periodista contará lo que le dicen, grabará las palabras y
las imágenes de los políticos y deportistas y, creará su noticia desde las
declaraciones de los demás, teniendo en cuenta que cada cual tiene su
opinión sobre un teme que, por aquel entonces no estaba claro.
Hablar de leyes es difícil y más si no sabes de ellas.
Pero hacerse eco de una norma que se va a establecer sin tener la suficiente
información entrama peligros no escritos. La belleza de nuestra profesión,
comienza cuando surgen las dudas. Preguntas que nadie te sabe responder
pero que tienes que contar.
Al día siguiente, si hablamos de radios y televisiones-las agencias no
cuentan por ser medios que necesitan información Institucional siempre, no
se valen de opiniones para redactar los teletipos- y a las dos jornadas
siguientes a las declaraciones de Cangas de Onís para periódicos, los
4. medios se hicieron eco, a penas a media página, de las reacciones de los
practicantes de este deporte.
Los montañeros mostraban a la opinión pública su postura ante una medida
que, a su modo de ver, tenía que ser para todos. Hablaban de cobro de una
tasa de rescate, no sólo para ellos. "Que se cobre por las imprudencias, pero
en cualquier actividad", aseguraban.
En este punto es cuando la duda vuelve al redactor que estaba en Cangas de
Onís. ¿Qué dijo exactamente la Consejera?, ¿En qué se basan las opiniones
de los montañeros?, ¿Habló sólo de ellos en las declaraciones?, ¿Qué dirá
la ley?, ¿A quién incluirá?...
Todas estas preguntas rondaban en aquella jornada por la mente del
periodista, ansioso por llegar a su destino. Impaciente por terminar su viaje.
Faltaban fuentes, vuelvo a repetir. Y siguen siendo insuficientes, años
después, me atrevo a decir.
Sobre todo ante un revuelo en el que los montañeros hablaban de los suyo,
por un lado, y el Gobierno, por otro, se refería al dinero, dejando patente el
famoso "sin afán recaudatorio".
Una noticia confusa pensaréis muchos. Aunque, sin ánimo de disculpa,
tengo que decir: nosotros, los periodistas, no tenemos la culpa.
Cuando una profesión no emana de lo necesario para ejercería como rigen
sus normas éticas se crea un vacío legal similar al del campo legislativo que
deja muchas preguntas en el aire. Respuestas que nadie responde o que
nadie sabe.
Y para resolverlas en la medida de lo posible, está el periodista.
Ese mismo día, a tenor de las palabras de las cabezas visibles de los grupos
de montaña y el hilo monetario del Gobierno. Los redactores siguen atando
cabos para lograr una información clara y veraz sobre el tema.
No obtuvimos mucho pero sí lo necesario para tranquilizar el asunto.
Al día siguiente y con los nervios a flor de piel, llegaba la información más
esperada por los montañeros. El Principado confirmaba a través de una
rueda de prensa que se cobrarán todos los rescates provocados por
negligencias, sin tener en cuenta su actividad.
5. Al periodista, esto le servía para zanjar el asunto ese día y como referencia
para publicaciones posteriores. Era una fuente oficial de la que se podía
tirar y un colchón para poner en situación, a su debido momento, al oyente,
espectador o lector ante la ley que se iba a aprobar.
Como era de esperar... y nosotros os entendemos. Para los montañeros,
deportistas y oartesimplicadas no era suficiente pero desde las redacciones
poco más podíamos hacer.
Había que tener paciencia e ir tachando los días del calendario hasta que
llegara la comunicación definitiva, cuando los presupuestos regionales
salieran a la palestra. Con la ley puesta sobre la mesa, sería el marco
apropiado para retomar el tema.
Lo que no os esperabais muchos, y pasa a menudo, es que, en ocasiones,
las prioridades cambian y en el escenario informativo/monetario más.
No sé si fue una coincidencia o si el destino tenía preparado este final pero
lo que todos sabemos es que la noticia no fue a más.
Los presupuestos se tocaron, claro está. Son un hecho noticiable, ejercicio
tras ejercicio, pero la ley que os atañe a vosotros, pasó desapercibida.
Ese texto quedó escrito y constatado aquel año en no más de 5 párrafos del
BOPA y el tratamiento informativo caducó ese mes de diciembre con la
última información gubernamental.
Poco más se dijo en los medios de los rescates, yo me atrevo a decir que
culpa de los periodistas no ha sido. Más, cuando nuestra ética acompañada
del estilo de los medios nos marca el método y la forma de actuar.
Los actos los marca la ley, de la misma manera que las fuentes limitan a los
periodistas. Y ante la escasez de agua todo queda en dos titulares, uno
Institucional, el otro reaccionario, una respuesta oficial del Gobierno y un
reportaje recordatorio un año después.