El experimento de Rutherford consistió en disparar partículas alfa contra una fina lámina de oro y observar su trayectoria. Rutherford concluyó que la mayoría de las partículas atravesaban la lámina, indicando que el átomo está mayormente vacío, y que algunas rebotaban, mostrando la existencia de un núcleo denso y positivamente cargado. Esto llevó a Rutherford a proponer un modelo atómico con electrones orbitando un núcleo central que concentraba casi toda la masa del átomo.