1. Control de esfínteres
Al hablar en el consultorio de este tema tan interesante y generador de preocupación en
los padres, la primera pregunta que surge siempre es ¿Cuándo? y la segunda ¿Cómo?.
En realidad lo más importante en el control de esfínteres es ¿Por qué?.
Tu hijo va a controlar esfínteres cuando esté preparado y lo va a hacer como
corresponde independientemente de tu estímulo. Un estímulo desmedido y a destiempo
tiene más probabilidades de generar trastornos que beneficios.
Una intervención a destiempo en el control de esfínteres es peor que ninguna
intervención.
Tu hijo va a controlar esfínteres porque es la evolución natural de su desarrollo. Un día
sostuvo la cabeza, luego se mantuvo sentado, luego aprendió a sentarse sólo, a gatear,
más adelante se paró y finalmente aprendió a caminar sin ayuda. Todo esto lo hizo sin
que vos se lo enseñaras. Lo ayudaste, asegurándote de que no se lastimara y creándole
un medio ambiente seguro para que no tenga accidentes. Pero lo adquirió solo.
El control de esfínteres no se aprende, se adquiere naturalmente.
Ahora sí: ¿Cuando?
Para que tu hijo controle esfínteres tiene que haber cumplido con una serie de pautas
madurativas musculares, emocionales y sociales que ocurren entre los 2 y los 3 años.
Aunque la estimulación puede acelerar el proceso en algunos chicos, en otros puede
alterarlo. No hay ningún apuro. Antiguamente se creía que cuanto antes los chicos
aprendían cosas nuevas, mejor. Por eso se recomendaba estimulación temprana o
estimulación precoz. Hoy se sabe que el mejor momento para adquirir pautas
madurativas es “el momento adecuado”.
Los papás deberían preguntarse por qué están tan apurados para que sus hijos
maduren.
Pasado el año y medio tu bebé va a sentir que pasan cosas en la zona del pañal. Lo
primero que nota es que está mojado y esto le molesta.
Luego de hacer pis o caca va a pedir un cambio de pañal. Pero aún está muy lejos de
controlar. Primero tiene que ejercitar los esfínteres (músculos que intervienen en la
contención y eliminación). A esta edad disfruta mucho eliminando parte del chorro y
cortando la eliminación, o asomando la materia fecal a través del ano y volviendo a
retenerla. Es un juego normal, que nosotros no podemos ver, pero está ocurriendo y
fortalece los músculos esfinterianos.
Desde el punto de vista emocional tu hijo siente que el pis y la caca forman parte de su
cuerpo y no desea eliminarlos. Si no usara pañales, luego de hacer caca jugaría con ella.
Para poder simbolizar estos juegos es muy bueno que juegues con tu hijo a ensuciarse,
que se moje pasando líquidos de un recipiente a otro, que pinte con las manos, que
juegue con masa, etc. Esta es una edad para ensuciarse. Una preocupación desmedida en
la limpieza genera constipación. Para que internalice que el pis y la caca hay que
eliminarlos, cada vez que le saques el pañal con pis, que lo tire a la basura y se despida:
¡chau pis!. Cuando el pañal tiene caca, que la tire al inodoro y se despida: ¡chau caca!
En esta etapa no es bueno asociar la caca con la suciedad. Todas las mamás repiten: ¡No
toques eso nene, es caca! , cada vez que quieren alejar a su hijo de algo.
Si tu hijo no habla lo suficiente como para expresar sus deseos y necesidades
difícilmente pueda comenzar a controlar esfínteres. Existen libros infantiles que tratan
el tema del control. Léelos con tu hijo para que sepa que lo que le está pasando es