Adolfo era un niño que se divertía haciendo bromas humillantes y agresivas a otros niños más débiles, como pegarles o tenderles trampas. Reclutaba a otros niños para que le siguieran como líder e imitaran su mal comportamiento. Venía de un entorno familiar difícil donde no recibía suficiente atención o era demasiado mimado.